El presidente Donald Trump, viaja este domingo desde Estados Unidos rumbo a Medio Oriente. Su primera escala será en Israel, donde está previsto que se dirija a la Knéset, el Parlamento del país, y se reúna con los rehenes liberados, anticipó el vicepresidente J.D. Vance. Pero la mayor expectativa gira en torno a su parada en Egipto para participar en la cumbre que busca oficializar el denominado "plan de paz" para Gaza. Sin embargo, el pacto sigue siendo frágil. ¿Será completado una vez Hamás entregue todos los secuestrados a Israel?

El líder de la Casa Blanca parte este domingo rumbo a Israel, donde permanecerá unas horas el lunes 13 de octubre antes de viajar a la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh, sede de una cumbre dedicada a oficializar su plan, con el que promete "terminar la guerra" en Gaza.

Pero varios asuntos siguen sin garantías hacia un completo e integral cese el fuego.

¿Cuál es la agenda de Trump en Israel?

Antes de la cumbre egipcia, Trump tiene previsto dirigirse a la Kneset, el Parlamento israelí, una distinción que no se concede a un mandatario estadounidense desde George W. Bush en 2008.

Será su primera visita al Estado de mayoría judía desde su regreso a la Casa Blanca.

Se espera que una parte de la población lo reciba como un héroe, especialmente luego de que el sábado 11 de octubre, alrededor de 400.000 personas reunidas en la ciudad de Tel Aviv corearon “gracias, Donald Trump”.

En cambio, el nombre del primer ministro Benjamín Netanyahu fue abucheado por buena parte del público, especialmente por miembros del Foro de los Rehenes, que acusan al jefe del Gobierno de haber demorado un acuerdo para liberar a sus familiares. Netanyahu lo niega y asegura que fue la presión militar la que obligó a Hamás a aceptar la liberación de los secuestrados.

Durante su breve visita, Trump también se reunirá con familiares de rehenes antes de viajar a Egipto.

¿Qué se puede esperar de la cumbre en Egipto sobre Gaza, encabezada por Trump?

Según un comunicado de la Presidencia egipcia, el encuentro tiene como objetivo “poner fin a la guerra en la Franja de Gaza, reforzar los esfuerzos por la paz y la estabilidad en Medio Oriente y abrir una nueva etapa de seguridad regional”.

El encuentro, según lo anunciado por Washington, busca oficializar el denominado "plan de paz" y Trump encabezará la reunión junto al mandatario anfitrión.

Alrededor de 20 líderes políticos del mundo han confirmado su asistencia. Entre ellos, el mandatario francés, Emmanuel Macron; su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; el secretario general de la ONU, António Guterres; el primer ministro británico, Keir Starmer; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el canciller alemán, Friedrich Merz y el presidente del Consejo Europeo, António Costa. También se espera la presencia del rey Abdalá II de Jordania.

Sin embargo, los protagonistas del alto el fuego: Hamás e Israel no asistirán, mientras surgen dudas sobre las garantías de un cese de hostilidades a largo plazo. 

La cumbre llega mientras las dos partes aplican lentamente la primera fase del plan de 20 puntos, impulsado por el Gobierno de Trump.

Esta primera etapa del acuerdo prevé la liberación de los últimos 48 rehenes que permanecen en manos de Hamás, de los cuales Israel estima que 20 siguen con vida. El pasado jueves 9 de octubre, el coordinador israelí para los rehenes, Gal Hirsch, anunció la creación de una unidad especial destinada a recuperar los cuerpos de las víctimas que el grupo islamista no ha logrado localizar.

El plan incluye también la excarcelación de cientos de prisioneros palestinos, un incremento de la ayuda humanitaria a Gaza y una retirada parcial de las tropas israelíes de las principales ciudades del enclave.

Mientras tanto, decenas de miles de palestinos regresaron por la costa norte a sus hogares destruidos, a pie o en vehículos improvisados, aprovechando que el alto el fuego parece sostenerse. Las fuerzas israelíes se han replegado parcialmente y controlan actualmente alrededor del 53 % del territorio. La guerra ha dejado más de 67.000 palestinos asesinados y ha reducido a ruinas gran parte de la franja, donde el hambre sigue siendo devastadora.

Pese a todo, el mandatario estadounidense considera que existe una ventana de oportunidad para redefinir las relaciones entre Israel y el mundo árabe. Afirma que este momento ha sido favorecido por el apoyo de su administración a la ofensiva israelí contra los aliados de Irán, incluidos Hamas en Gaza y Hezbollah en el Líbano.

Según la Casa Blanca, el impulso también proviene de un renovado interés de los países árabes y musulmanes por resolver el prolongado conflicto israelí-palestino y, en algunos casos, fortalecer sus vínculos con Estados Unidos.

¿Por qué sigue siendo frágil el acuerdo entre Israel y Hamás sobre Gaza?

La tregua sigue siendo precaria y no está claro si las partes han alcanzado un acuerdo sobre la administración de Gaza tras la guerra, su reconstrucción o la exigencia israelí de que Hamas se desarme. Las negociaciones sobre estos puntos podrían fracasar, y las autoridades israelíes han insinuado que reanudarán las operaciones militares si sus condiciones no se cumplen.

Hamas, por su parte, ha declarado que solo depondrá las armas cuando termine el bloqueo total y la ocupación israelí del territorio palestino vigente desde 1967, ya que desarmarse antes equivaldría a aceptar un statu quo insoportable para la población del enclave.

Israel continúa controlando a millones de palestinos sin derechos básicos, mientras la expansión de los asentamientos en Cisjordania ocupada avanza rápidamente. A pesar del reconocimiento internacional creciente, la perspectiva de un Estado palestino sigue lejana por la oposición israelí y su política en el terreno.

La guerra ha dejado a Israel parcialmente aislado en el ámbito internacional y bajo acusaciones de genocidio. La Corte Penal Internacional ha emitido órdenes de arresto contra Netanyahu y su exministro de Defensa, mientras la Corte Internacional de Justicia estudia la denuncia presentada por Sudáfrica por crímenes de genocidio.

Tras la devastación de Gaza, cuya reconstrucción podría tardar años, unos dos millones de palestinos sobreviven en condiciones extremas. En virtud del acuerdo, Israel se comprometió a reabrir cinco pasos fronterizos para facilitar la entrada de alimentos y suministros a las zonas afectadas por la hambruna.

Y Trump ha anunciado la creación de un centro de coordinación civil y militar liderado por Estados Unidos, con sede en Israel, para gestionar la ayuda humanitaria y la asistencia logística y de seguridad hacia Gaza. Unos 200 soldados estadounidenses participarán en el monitoreo del alto el fuego, junto a países aliados, organizaciones humanitarias y actores del sector privado.

La apuesta de Trump: ampliar los Acuerdos de Abraham

Por otra parte, la Casa Blanca ha señalado que Trump busca reimpulsar los Acuerdos de Abraham, firmados durante su primer mandato, que normalizaron las relaciones de Israel ya algunos países árabes como Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos.

Un acuerdo de paz duradero en Gaza abriría el camino para nuevas negociaciones con Arabia Saudita e Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, con vistas a normalizar vínculos con Israel. Tal pacto con Riad —el Estado árabe más influyente y rico— podría transformar el equilibrio regional y reforzar de forma inédita la posición internacional de Israel.

Sin embargo, aunque este objetivo estuvo a punto de concretarse antes de la guerra en Gaza, ahora enfrenta un obstáculo clave: Arabia Saudita ha reiterado que no reconocerá oficialmente a Israel mientras no se logre una solución justa al conflicto palestino-israelí.

Con AP, Reuters y AFP

France24

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