Israel lanzó un sorpresivo ataque contra instalaciones nucleares de Irán al que se sumó luego Estados Unidos. Tras doce días de ataques, bombardeos, acusaciones, muertos y daños a infraestructuras, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció una tregua que por el momento se sostiene. ¿Lograron Trump y Netanyahu desmantelar el programa nuclear iraní?
Israel y Estados Unidos han puesto pausa —por el momento— a una guerra de doce días contra Irán, destinada según los objetivos declarados a poner fin al programa nuclear de Irán o al menos a desmantelar las capacidades de la república islámica para desarrollar un arma nuclear. Tras doce días de ataques y bombardeos que han lanzado a Medio Oriente a una espiral bélica, el alcance de los objetivos de las campañas israelíes y estadounidenses aún están por verse.
Israel lanzó el pasado 12 de junio la operación "León Naciente", en la que atacó las principales instalaciones nucleares de Irán, país al que considera ideológicamente comprometido con su destrucción. El primer ministro Benjamin Netanyahu anunció entonces lo que llamó un "ataque preventivo", que tenía como misión destruir los principales sitios nucleares de Irán, además de eliminar a las principales cabezas de mando de la jerarquía militar del país y un grupo selecto de científicos vinculados con las aspiraciones nucleares de Teherán.
A la campaña se sumó casi una semana después Estados Unidos, con la operación llamada "Martillo de medianoche, que —en contraste con la operación israelí— no tuvo como objetivo ningún individuo (militar o civil), sino la destrucción de las principales instalaciones nucleares de Irán. Según el secretario de Defensa, Pete Hegseth, todas las armas utilizadas por Estados Unidos alcanzaron los objetivos con precisión.
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1-El costo en vidas de una breve e intensa guerra
La campaña de bombardeos de Israel, lanzada con un ataque sorpresa durante la noche del 12 de junio, decimó la cúpula militar iraní, mató a generales de alto rango, mandos civiles y líderes políticos, además de a sus principales científicos nucleares. Israel también atacó instalaciones e infraestructuras militares, energéticas, nucleares y civiles.
Israel asesinó al general de división Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y segundo comandante después del ayatolá Alí Jamenei. También fue asesinado el general Hossein Salami, comandante en jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), la principal fuerza militar del país. Los también generales Gholamali Rashid, vicecomandante en jefe de las fuerzas armadas; y Amir Ali Hajizadeh, comandante de las Fuerzas Aeroespaciales del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), también fueron asesinados.
“En esta agresiva operación, también fueron asesinados Mohammad Mehdi Tehranchi, Fereydoun Abbasi y Amir Hossein Faqehi, científicos nucleares del país”, indicaba una nota publicada por la agencia IRNA. Tehranchi, un físico teórico, era director de la Universidad Islámica Azad de Teherán. Abbasi era el antiguo director de la Organización de la Energía Atómica de Irán. A estos se suman —según informó la agencia Reuters— otros cuatro científicos: Abdolhamid Manouchehr, Ahmad Reza Zolfaghari, Amirhossein Feghi y Motalibizadeh.
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Irán respondió con el lanzamiento de cientos de misiles balísticos y drones que lograron penetrar las defensas de Israel y de su avanzado sistema antiaéreo ‘Iron Dome’ en gran número por primera vez. La respuesta iraní puso en evidencia la vulnerabilidad de las defensas israelíes, por mucho tiempo consideradas infranqueables.
Según las autoridades iraníes, en la campaña murieron 610 personas y casi 5.000 resultaron heridas. Estas cifras no han podido ser confirmadas de manera independiente dadas las estrictas restricciones y censura impuestas a los medios de comunicación. En Israel, sin embargo, murieron 28 personas, la mayoría civiles, en incidentes en los que misiles lograron impactar edificios residenciales.
En Israel, el servicio de emergencias Magen David Adom (MDA) contabilizó 28 muertos, los cuatro últimos esta misma mañana, y atendió a otros 17 heridos graves, 29 heridos moderados, 872 en buen estado y otros 401 con ansiedad aguda a causa de los atentados. Mientras que el Ministerio de Salud proporcionó cifras diferentes, diciendo que un total de 3.238 personas fueron hospitalizadas durante los 12 días de guerra: 23 graves, 111 moderadas, 2.933 leves, 138 con ansiedad aguda y otras 30 cuyo estado no se ha determinado.
La guerra también propulsó una razzia en Irán, donde las autoridades aceleraron los arrestos de cientos de personas, acusadas de espionaje o de colaborar con Israel, intensificando la represión contra los críticos. Al menos seis iraníes fueron ejecutados por espionaje mientras Irán aumentaba las penas por cargos o acusaciones de “limpiar la imagen del régimen sionista”.
El 16 de junio, Irán ejecutó a Esmail Fekri, detenido hace dos años y acusado de espionaje para Israel y colaboración con el servicio de inteligencia israelí, el Mossad. Según el Centro de Derechos Humanos de Irán, con sede en Nueva York, Fekri fue condenado a muerte tras un juicio de 10 minutos basado en una confesión coaccionada y en el que se le negó el acceso a un abogado.
2-Daños materiales: edificios militares y civiles e instalaciones nucleares
Los primeros ataques aéreos israelíes comenzaron durante la noche del 12 de junio, cuando el primer ministro Benjamin Netanyahu anunció la operación “León Naciente”, que catalogó como un ataque preventivo contra el programa nuclear de Irán, país al que calificó de “amenaza existencial” para Israel.
Aviones israelíes golpearon varios objetivos militares, entre ellos instalaciones del programa nuclear iraní, como el complejo de Natanz, donde está una planta de enriquecimiento de uranio. En los días posteriores Israel también atacó edificios gubernamentales iraníes, como el Ministerio de Asuntos Exteriores de Teherán y el Ministerio de Inteligencia y Seguridad, la televisora y radiodifusora estatal iraní, edificios residenciales, aeropuertos, refinerías, depósitos de combustible.
Los medios de comunicación estatales iraníes informaron que Israel bombardeó también varias instalaciones energéticas en el sur de Irán. El yacimiento de South Pars, el mayor del mundo, fue atacado junto con la planta de gas de Fajr Jam. El Ministerio de Petróleo iraní confirmó que el depósito de Shahran también fue blanco de Israel, informó la cadena qatarí, Al Jazeera.
En respuesta, Irán envió cientos de drones y misiles a Israel, que dañaron la mayor refinería de petróleo del país, cerca de la ciudad portuaria de Haifa, y el Instituto Weizmann de Ciencias, uno de los principales centros de investigación del país, según el Wall Street Journal. Misiles balísticos también impactaron en Tel Aviv, Petah Tikva, Beersheva, dañando edificios civiles, residenciales y hasta la sede de los servicios de inteligencia.
La autoridad tributaria israelí estimó que el costo de los daños a la propiedad causados por los ataques con misiles y drones iraníes durante la campaña de 12 días se acerca al doble de la suma por las reclamaciones derivadas del ataque del 7 de octubre y los 615 días transcurridos desde entonces por la guerra en la Franja de Gaza. Según Amir Dahan, jefe del departamento de compensaciones de la autoridad tributaria israelí, los daños causados y el monto por las reclamaciones puede ascender a los 1.470 millones de dólares.
Según cifras israelíes, Irán disparó más de 550 misiles balísticos contra Israel durante la guerra, aunque solo se reportaron 31 impactos de misiles balísticos en zonas pobladas. Un solo dron también impactó una vivienda en Beit She’an, de los aproximadamente 1.000 lanzados por Teherán. La metralla de misiles e interceptores también causó daños dispersos.
La prisión de Evin, en Teherán, conocida por albergar a cientos de disidentes, dirigentes políticos de la oposición, activistas y periodistas, fue blanco de un ataque aéreo israelí el lunes, que dañó el edificio administrativo de la prisión. La prisión continúa “bajo control total”, según la agencia de noticias estatal iraní.
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3-Versiones cruzadas: ¿retrasaron los ataques el programa nuclear iraní?
En la operación estadounidense “Martillo de Medianoche” participaron cerca de 125 aviones y bombarderos B-2 especiales, únicos capaces de transportar las bombas GBU-57A/B “Massive Ordnance Penetrators”, también conocidas coloquialmente como “destructora de búnkers”. Es la mayor bomba no nuclear del arsenal militar estadounidense y la única que puede destruir la planta subterránea de enriquecimiento iraní de Fordow.
Trump afirmó previamente que Estados Unidos había borrado “completa y totalmente” las instalaciones, pero luego el Pentágono informó de “daños y destrucción sostenidos y extremadamente graves”. El portavoz del Ejército israelí, Effie Defrin, afirmó que el daño era “profundo”, aunque aún no se conocían los hallazgos de las primeras evaluaciones de Estados Unidos.
El general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo que una evaluación inicial indicaba que las principales instalaciones nucleares de Irán —Natanz, Fordow e Isfahan— “sufrieron daños y destrucción extremadamente graves”. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní afirmó el miércoles que sus instalaciones nucleares habían resultado “gravemente dañadas” por los ataques estadounidenses.
De acuerdo con un informe preliminar clasificado de la inteligencia estadounidense, la campaña de bombardeos estadounidenses sobre tres instalaciones nucleares en Irán —Isfahan, Natanz y Fordow— retrasaron el programa nuclear del país apenas unos meses, según funcionarios familiarizados el informe, que relataron al diario estadounidense ‘The New York Times’ algunas de estas conclusiones. La evaluación inicial de los daños sugiere que la afirmación del presidente Trump de que las instalaciones nucleares de Irán fueron “borradas” fue exagerada.
Según estas versiones, los ataques apenas lograron cerrar o bloquear las entradas a dos de las instalaciones, pero no alcanzaron el objetivo de derribar o destruir sus salas subterráneas, donde se cree Irán tiene miles de modernas centrifugadoras capaces de enriquecer uranio para construir una cabeza u ojiva nuclear, según las conclusiones preliminares.
De visita en La Haya, donde se celebra la cumbre de la OTAN, el presidente Trump dijo el miércoles que la evaluación preliminar de la inteligencia estadounidense sobre el daño causado por los ataques a las instalaciones nucleares iraníes no era concluyente, pero afirmó que sigue creyendo que fue grave.
Antes del ataque, las agencias de inteligencia estadounidenses habían dicho que si Irán intentaba apresurarse a fabricar una bomba, tardaría unos tres meses. Tras el bombardeo estadounidense y días de ataques de la Fuerza Aérea israelí, el informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa estimó que el programa se había retrasado, pero menos de seis meses.
4-Una guerra con resultados aún inciertos: ¿dónde está el uranio enriquecido de Irán?
El frágil alto el fuego entre Israel e Irán parecía mantenerse el miércoles tras la breve violación de la tregua y las acusaciones entre ambos países que provocaron una reprimenda pública por parte del presidente Donald Trump. Pese a esto, el cese al fuego ha dado tanto a iraníes como israelíes una cautelosa esperanza de que pueda conducir a un acuerdo de paz a largo plazo.
Pero la tregua no apacigua por ahora la incertidumbre sobre el futuro del programa nuclear iraní, el destino del arsenal de uranio enriquecido y la capacidad del régimen para acelerar el desarrollo y elaborar una bomba nuclear.
Según el OIEA, Irán ha enriquecido más de 400 kilogramos de uranio al 60%, suficiente para fabricar alrededor de nueve armas nucleares si se enriquece aún más hasta alcanzar el grado de fusión cercano al 90%, cuando el material es capaz de provocar una reacción en cadena. Las autoridades admiten que desconocen el destino de las reservas de uranio de Irán: tanto el vicepresidente J. D. Vance como Rafael Grossi, director de Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), reconocieron que existen dudas sobre el paradero de las reservas iraníes de material nuclear.
El miércoles, Irán insistió en que no renunciará a su programa nuclear y el parlamento acordó poner fin a la cooperación del país con el OIEA. El presidente del parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf, condenó a la agencia de Naciones Unidas tras la aprobación de la medida, que aún debe ser ratificada por el Consejo de Guardianes de la república islámica.
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"La Agencia Internacional de la Energía Atómica, que se negó a condenar el ataque contra las instalaciones nucleares iraníes, puso en subasta su credibilidad internacional", afirmó. Ghalibaf también afirmó que Irán hará "caso omiso por completo" de las exigencias de Israel de detener el enriquecimiento de uranio, componente clave para un arma nuclear y afirmó que Irán seguirá actuando en su propio interés.
Funcionarios y expertos nucleares señalan que la mayor parte del uranio enriquecido de Irán estaba almacenado en un complejo subterráneo cerca de las instalaciones de Isfahan, que Estados Unidos atacó con misiles Tomahawk disparados desde un submarino de la Armada, demoliendo varias instalaciones sobre la superficie, según muestran imágenes satelitales.
El director de la Agencia Iraní de la Energía Atómica, Hamad Eslami, declaró a una agencia de noticias iraní que aún estaban evaluando los daños de los ataques del sábado por la noche: "Nuestro plan es no permitir ninguna interrupción en el proceso de producción y servicio", dijo.
Irán había afirmado que trasladó uranio enriquecido de Fordow a otros sitios clandestinos, según informó el diario estadounidense ‘The New York Times’. Las imágenes por satélite tomadas días antes de los ataques estadounidenses contra las instalaciones nucleares iraníes mostraban camiones alineados en la carretera adyacente a la instalación, enclavada en las montañas de Irán.
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Trump aseguró que cree que Irán no tuvo tiempo suficiente para retirar el material nuclear enriquecido de Fordow antes de los ataques, diciendo que era "muy difícil y muy peligroso" retirar el material. "Creemos que está todo ahí abajo", dijo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este miércoles que volverá a hablar con Irán para retomar las negociaciones nucleares la semana que viene y que "puede que firmen un acuerdo" que les obligue a renunciar al enriquecimiento de uranio, aunque, en realidad, reconoció que no lo sabe.
El vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, sugirió que las reservas de uranio enriquecido de Irán siguen intactas a pesar de la reciente campaña de bombardeos de Estados Unidos contra Irán. El lunes, Vance declaró a Fox News que la ubicación del uranio no era la “cuestión clave ante nosotros”, y dijo que la pregunta relevante era: “¿Puede Irán enriquecer el uranio hasta un nivel apto para armas y puede convertir ese combustible en un arma nuclear?”.
Con Reuters, AP, AFP, EFE y medios locales
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