Cerca de 95 jets privados y 200 personalidades se esperan esta semana en Venecia para la lujosísima boda del fundador de Amazon. Mientras algunos criticaron al matrimonio por ser demasiado ostentosa, otros creen que simplemente fomenta el turismo excesivo.
Los festejos previstos para la boda del multimillonario Jeff Bezos con la periodista Lauren Sánchez, que tendrá lugar entre el jueves 26 de junio y el sábado 28 de junio, no son del gusto de todos los venecianos.
El lunes 23 de junio, unos activistas desplegaron una foto gigante de un Bezos sonriente en la Plaza de San Marcos de Venecia, con el siguiente pie de foto:
"Si puedes alquilar Venecia para tu boda, puedes pagar más impuestos."
La pareja puso sobre la mesa al menos 10 millones de euros para sus nupcias en Venecia, reservando los hoteles más lujosos de la ciudad lacustre, según los medios italianos. Se espera que Leonardo DiCaprio, Mick Jagger, Kim Kardashian, Oprah Winfrey, Orlando Bloom e Ivanka Trump asistan a los festejos.
La boda podría celebrarse en la Iglesia de la Misericordia o en el Arsenale, los magníficos edificios de ladrillo rojo de la ciudad Serenissima, que datan de la época en que su flota dominaba el Mediterráneo.
Libertinaje de lujo
Al menos 95 aviones privados solicitaron permiso para aterrizar en el aeropuerto Marco Polo de Venecia, según el diario italiano Il Corriere della Sera.
El superyate de Jeff Bezos, el Koru, tiene previsto permanecer frente a la isla de San Giorgio Maggiore, justo enfrente de la famosa plaza de San Marcos, que al parecer se alquiló íntegramente para las fiestas.
Este despliegue de lujo desató la polémica en Venecia, donde algunos temen que los invitados y sus séquitos hagan aún más inhabitable la ciudad, ya de por sí invadida por los turistas.
Unos 100.000 turistas duermen en la ciudad durante la temporada alta, a los que se suman decenas de miles de visitantes diurnos, muchos de ellos desembarcados de gigantescos cruceros, mientras la población de la ciudad está en caída libre.
Huella de carbono
Hace once años, la boda del actor George Clooney no causó ninguna conmoción en la zona, pero la de Jeff Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo, está resultando más controvertida, entre otras cosas por la polémica suscitada en torno al trato que Amazon dispensa a sus empleados.
También se cuestionó la huella ambiental de los invitados, y Greenpeace denunció en repetidas ocasiones las asombrosas sumas gastadas en un momento en que el frágil equilibrio de Venecia "se hunde bajo el peso de la crisis climática".
Lauren Sánchez también fue criticada por esta boda tras participar en abril en un vuelo espacial organizado por la empresa aeronáutica de Jeff Bezos, Blue Origin, argumentando que había que hacer más para combatir el calentamiento global.
Construida a lo largo de los siglos sobre islotes, la ciudad introdujo una polémica tarifa de entrada para los visitantes de un día, pero algunos reclaman una política más ambiciosa para atajar la crisis inmobiliaria.
Opositores
Tommaso Cacciari, de 47 años, responsable del movimiento No Space for Bezos, denunció "la utilización de Venecia como si fuera un salón de baile privado, en lugar de una verdadera ciudad con sus habitantes, sus fragilidades y sus problemas".
Este tipo de eventos "condenan a Venecia a una muerte segura" al expulsar a los habitantes que quedan, afirma, y asegura que los opositores están dispuestos a estropear el ambiente en los canales al paso de los invitados.
Pero, Simone Venturini, diputado de turismo de la ciudad, declaró que lo veía como "uno más de los muchos acontecimientos que la ciudad acoge cada día".
La pareja, que también hizo donaciones a organizaciones benéficas locales, llamó a los servicios de artesanos locales para la repostería y la famosa cristalería de Murano.
Algunos lugareños se sienten bastante halagados por la elección del multimillonario:
"Este tipo de eventos no crea ningún problema en absoluto", afirma Michele Serafini, de 50 años. Esta boda "trae dinero a la ciudad de Venecia", y eso es bueno, concluye.
Con AFP
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