En su sexta conversación desde que Donald Trump volvió a la Casa Blanca, el presidente ruso, Vladimir Putin, ratificó a su homólogo estadounidense que no claudicará en sus objetivos en Ucrania, país contra el que lanzó una invasión hace más de tres años. Sin embargo, el líder del Kremlin sostuvo que está abierto a conversaciones para alcanzar una posible tregua. Trump reconoció luego: "No logramos absolutamente ningún progreso".
En una conversación que abarcó diversos temas-incluido Medio Oriente-el presidente ruso, Vladimir Putin, dejó claro una vez más que no está dispuesto a devolver los territorios capturados por sus tropas o anexados por Moscú en cuestionados referendos en Ucrania.
Así lo expuso este 3 de julio durante su llamada con el mandatario estadounidense, Donald Trump, quien en diversas ocasiones se ha mostrado afín al líder del Kremlin y que intenta impulsar un alto el fuego entre las dos partes, desde antes de volver a la Casa Blanca.
Trump "volvió a plantear la cuestión de un pronto fin a la acción militar" en Ucrania, según declaró a la prensa el asesor, Yuri Ushakov.
"Tuvimos una llamada. Fue bastante larga y hablamos sobre muchos temas, incluido Irán. También conversamos de la guerra con Ucrania y no estoy contento sobre eso, no lo estoy", declaró luego ante la prensa Trump, quien admitó: "No logramos absolutamente ningún progreso".
Pese a su negativa a ceder o devolver los territorios ucranianos, Putin afirmó que su Gobierno está dispuesto a seguir negociando, no sin antes remarcar que Moscú sigue centrado en eliminar lo que denomina las "causas fundamentales" de la invasión, que ordenó contra su vecino país el 24 de febrero de 2022.
Putin "señaló que seguimos buscando una solución política y negociada al conflicto", declaró Ushakov.
Asimismo, según el asesor ruso, el mandatario ruso informó a Trump sobre la implementación de los acuerdos alcanzados entre su país y Ucrania el mes pasado para el intercambio de prisioneros de guerra y soldados muertos.
"Nuestro presidente también afirmó que Rusia alcanzará los objetivos que se ha fijado: es decir, la eliminación de las causas profundas bien conocidas que llevaron a la situación actual, a la aguda confrontación actual, y Rusia no cederá en estos objetivos", añadió.
Es incierto hasta qué punto puede ser alcanzado un acuerdo de tregua entre las dos partes, cuando el Kremlin mantiene sus exigencias-rechazadas frontalmente por Kiev-al tiempo que continúa sus ataques a gran escala.
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¿Qué pide Putin a cambio de una tregua en Ucrania?
Según la declaración más reciente del Kremlin, emitida el pasado junio tras la segunda e infructuosa ronda de conversaciones directas entre Kiev y Moscú en Estambul, el Kremlin presentó a su contraparte dos propuestas para cesar los ataques. La primera requeriría que Ucrania inicie la retirada completa de todas sus fuerzas de cuatro regiones de su propio país: Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporizhia, en el sur, que Rusia ha reclamado como propias, según reportó la agencia de noticias RIA.
Sin embargo, de esos territorios, el Ejército de Moscú controla completamente el primero, pero solo posee alrededor del 70% del resto.
La segunda opción presentada en el llamado "memorando de paz" es un paquete de medidas con las que Moscú presiona a la nación atacada para que detenga sus esfuerzos de movilización y congele el suministro de armas occidentales, condiciones sugeridas previamente por el presidente ruso, Vladímir Putin.
El documento sugiere que Kiev detenga cualquier redespliegue de fuerzas y prohíba la presencia militar de terceros países en su territorio como condiciones para el cese de las hostilidades.
Asimismo, el texto ruso propone que Ucrania ponga fin a la ley marcial y celebre elecciones presidenciales y parlamentarias en un plazo de 100 días. Tras ese enventual escenario, indica, ambos países podrían firmar un tratado de paz integral que permitiría a Kiev declarar su neutralidad, abandonar su intento de unirse a la OTAN, establecer límites al tamaño de sus Fuerzas Armadas y reconocer el ruso como idioma oficial del país, al igual que el ucraniano.
En reiteradas ocasiones el Gobierno del país atacado ha calificado como “absurdas” las exigencias de Moscú.
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Rendirse y desistir
En definitiva, Putin pide a Ucrania rendirse, ceder más territorios y desistir de la OTAN. Una exigencia hecha durante años ante los acercamientos hacia Occidente de la antigua aliada en la desaparecida Unión Soviética.
En esta última petición radica su más antigua justificación. En el trasfondo del conflicto, Putin alega los antecedentes como naciones. “Rusos y ucranianos son un solo pueblo. En ese sentido, toda Ucrania es nuestra”, aseguró el mandatario ruso el pasado 20 de junio, durante un foro económico en San Petersburgo.
La furia de Moscú escaló ante los planes de Kiev de unirse tanto a la OTAN como a la Unión Europea (UE). Si bien Ucrania no es miembro de la alianza militar, sí ha mostrado su inclinación hacia la organización que le ha ofrecido completo respaldo para preservar la soberanía de la exrepública soviética, así como la promesa de una eventual adhesión.
Rusia, cuya principal base naval en el Mar Negro se encuentra en la antigua provincia ucraniana de Crimea, exigió en diciembre de 2022 a la OTAN que se repliegue detrás de lo que eran sus fronteras antes de que las naciones de Europa central y oriental se unieran desde 1997.
El líder del Kremlin alega como amenaza a la seguridad y soberanía rusa la cercanía de tropas de la OTAN en países cerca a sus fronteras.
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Con Reuters y medios locales
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