El endurecimiento de las políticas migratorias de Donald Trump no solo ha cerrado puertas en Estados Unidos, sino que convirtió a México en un embudo donde el sistema de refugio se encuentra saturado. Según el Gobierno mexicano, el país recibió a 19.663 migrantes deportados desde el 20 de enero, incluidos 4.052 extranjeros. Mientras los albergues intentan atender la emergencia, las personas en movimiento enfrentan precariedad, riesgos para su seguridad y un trato deshumanizante.

Una estancia indeseada. La policía turística de la Ciudad de México recibió el 21 de febrero una llamada de auxilio. Un migrante decía estar secuestrado junto con otro grupo de personas en un hostal ubicado en el corazón turístico de la capital.

Al llegar al lugar, a pocos metros de la concurrida plaza de la Constitución, donde decenas de turistas se toman fotos y comen tacos, los atendió Laura Talavera, la dueña del hostal Casa Talavera. La mujer preguntó a los oficiales el motivo de su visita cuando los agentes escucharon un bullicio proveniente de la habitación 503.

Al abrir la puerta, lo surrealista: 27 migrantes —25 de India, uno de El Salvador y una de Nepal— estaban secuestrados. Llevaban 15 días encerrados en esa habitación cerrada con candados, sometidos a torturas y extorsiones. Sin comunicación con el exterior, solo les permitían usar sus teléfonos para pedir más dinero a sus familias, relataron.

Ninguno de los migrantes indios hablaba español. Fue el salvadoreño del grupo que ayudó a reconstruir la historia para la Policía, que pidió a los consulados enviar traductores y asistencia para atender el inusual caso.

Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, ERUM, atendieron a los migrantes, muchos de ellos con golpes visibles, crisis nerviosas y en condiciones insalubres. Tras recibir la primera asistencia, fueron trasladados a las instalaciones de la Fiscalía de Investigación del Delito de Secuestro, donde quedaron bajo resguardo.

“Un hombre que mencionó ser ciudadano de El Salvador les dijo que llevaban 15 días en el sitio y que la mujer, junto con otros dos sujetos, no les permitían salir”, comentó en conferencia de prensa Pablo Vázquez, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.

Los 27 migrantes cruzaron la frontera sur de México desde Guatemala. Entraron por Chiapas y, como tantos otros, su intención no era quedarse en México, sino cruzar hacia Estados Unidos. Pero el viaje tomó un giro inesperado.

Ya en México, unos locales les ofrecieron alojamiento en un hotel para descansar antes de continuar su trayecto. El grupo aceptó, sin imaginar que sería una estadía indeseada. Fueron despojados de sus pasaportes, dinero y celulares, excepto uno que logró esconder su teléfono y dar aviso a las autoridades.

El impacto de las políticas migratorias de Trump

La situación retrata los desafíos cada vez más extremos e inusuales que enfrentan los migrantes con las nuevas políticas de Donald Trump en materia migratoria, que desde Washington apuntan al declarado objetivo de hacerlas cada vez más restrictivas. 

Las directrices del magnate republicano incluyen la deportación masiva de migrantes, la declaración de una emergencia nacional por una supuesta “invasión”, el despliegue de militares en la frontera con México, el restablecimiento del programa 'Quédate en México', la eliminación del trámite de asilo en los puntos fronterizos y el cierre de la aplicación móvil CBP One.

Leer tambiénMás militares, bloqueos y deportaciones: ¿qué desató Trump en la frontera con México?

Asimismo, el republicano acordó con distintos países enviar vuelos con migrantes deportados, incluso cuando no son ciudadanos de esos países, bajo amenaza de sanciones si se niegan.

En otro punto, una puerta metálica se abre pocas veces, pero representa una esperanza para más de 500 migrantes que esperan pedir refugio en una improvisada oficina de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, COMAR, en Naucalpan, estado de México.

Allí está Claudia, venezolana con ocho meses y medio de embarazo. Hace fila de pie como el resto. El lugar, más que oficinas, son bodegas adaptadas apresuradamente para intentar procesar las solicitudes.

Hoy, Claudia se inscribirá para lo que las autoridades llaman un “pre-registro”. Pidió un número el 27 de enero y hasta ahora, finales de febrero, consiguió que llenaran sus datos. No hay garantía de cuándo conseguirá su cita.

Todos hablan de queTrump arruinó sus planes y, además, colapsó el sistema de refugios mexicano.

A su lado, una pareja haitiana reflexiona en creole y parece preocupada, así como una familia cubana con dos niños que no paran de corretear en el lugar ante la mirada impaciente de los policías que custodian.

Tras dos horas y 15 minutos de espera, Claudia al fin logró pasar al cuarto donde le tomarán sus datos.

En la oficina improvisada, con sillas y mesas de plástico, hay ocho oficiales con sus laptops llenando el registro. En las paredes, carteles advierten a los migrantes sobre estafas y cobros excesivos. “Todo el trámite es gratuito”, recuerdan.

El pre-registro duró menos de dos minutos. Le pidieron un correo, una dirección en México, un documento de identificación y la fecha de ingreso al país. Le recomendaron estar atenta a su correo, donde llegará la citatoria para pedir refugio.

Eso sí, reiteró el oficial, el trámite está tardado por la cantidad de solicitudes y podrían citar hasta mayo o junio.

Claudia, la pareja haitiana y la familia cubana salieron casi al mismo tiempo. Sus preocupaciones ahora giran en torno a qué harán durante estos meses de espera mientras tramitan su estadía y obtienen residencia y permiso de trabajo. Todos dijeron que volver a sus países de origen ya no era opción.

Crisis en la COMAR y recortes de fondos

La COMAR ha mantenido una tasa de aprobación de asilo del 70 %, lo que significa que 7 de cada 10 solicitudes reciben una respuesta positiva. En 2023, 20.500 personas obtuvieron protección en México a través de este mecanismo, mientras que en 2024 la cifra aumentó a 24.900.

México ha recibido a 19.663 migrantes deportados desde el inicio del Gobierno de Donald Trump el 20 de enero, incluidos 4.052 extranjeros, informó el pasado lunes 3 de marzo la presidenta Claudia Sheinbaum.

Este crecimiento está directamente relacionado con el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos.

La Administración de Claudia Sheinbaum ha tomado medidas alineadas con las demandas de Donald Trump en materia de seguridad y migración. Primero, con el despliegue de 10.000 soldados en la frontera para contener el flujo migratorio, y más recientemente, con la extradición de 29 presuntos capos del narcotráfico a Estados Unidos, una decisión sin precedentes en la relación bilateral. 

“Está mal que las personas estén esperando en México para solicitar asilo en Estados Unidos porque rompen la regla básica del asilo, que es que el país los debe de acoger. ¿no?”, se preguntó Javier Contreras Arreaga, Profesor del Tecnológico de Monterrey. 

Estados Unidos y México aplicaron conjuntamente los Protocolos de Protección a Migrantes —o plan 'Quédate en México’— que retenían a las personas solicitantes de asilo en campos situados a lo largo de la frontera entre ambos países, donde corrían grave peligro de sufrir violaciones de Derechos Humanos, con miles de informes de agresiones, violaciones, secuestros y extorsión.

Amnistía Internacional pide a México que no colabore en el restablecimiento del plan 'Quédate en México', reclamó Amnistía Internacional.

La saturación de oficinas, largos tiempos de espera y condiciones precarias en los albergues, complica aún más la situación de quienes buscan protección en territorio mexicano.

“Estados Unidos está violando un principio básico de la deportación que es, que si te van a deportar, te tienen que mandar a tu país de origen. Desde la primera Administración de Trump empezamos a ver cómo se rompía esta regla. Empezaron a haber personas extranjeras que no eran deportadas a sus países de origen, sino solo devueltas a México y Biden no dejó de hacerlo”, recuerda Contreras.

El académico afirmó que si bien la COMAR está recibiendo más solicitantes de asilo que nunca, aún es una cantidad muy gestionable si la autoridad mexicana tuviera fondos para poder operar. 

“Pero la COMAR nunca tiene fondos y se suma a esto las órdenes ejecutivas de Trump, que recortaron los gastos en todo el apoyo humanitario, no solo USAID, los fondos que mandan de Estados Unidos a la ONU, o sea, varias organizaciones que eran claves para financiar a la OIM, la ACNUR, para financiar organizaciones que fondeaban a los albergues”, dice.

Leer tambiénRubio elimina el 92% de la financiación de USAID y el Tribunal Supremo aplaza pagos de ayuda exterior

El Gobierno de Donald Trump anunció un recorte masivo en la ayuda internacional, eliminando el 92 % de la financiación de programas en el extranjero gestionados por la Agencia de Desarrollo de Estados Unidos, USAID, con el argumento de ahorrar a los contribuyentes casi 60.000 millones de dólares.

Este recorte tiene su origen en un decreto firmado por Trump el 20 de enero, que ordenó la congelación de la ayuda exterior por 90 días para evaluar programas relacionados con el aborto, la planificación familiar y la diversidad e inclusión.

La medida está alineada con su postura estricta contra las políticas de diversidad, equidad e inclusión, DEI. 

Bajo la supervisión del secretario de Estado, Marco Rubio, USAID realizó esta revisión y finalmente decidió eliminar de forma definitiva 5.800 contratos en todo el mundo, dejando un presupuesto restante de 54.000 millones de dólares. Además, ordenó cancelar un 28 % de las subvenciones, valoradas en 4.400 millones de dólares.

“Casi todos los albergues en México son de sociedad civil, y sin esos fondos está siendo bien difícil pensar cómo van a poder gestionar el apoyo de esas personas”, concluye Contreras.

France24

Liberté Égalité Actualité

France 24 son cuatro cadenas mundiales de información continua (en francés, árabe, inglés y español), que emiten las 24/7 (6 horas diarias, para la cadena en español) en 355 millones de hogares en los 5 continentes.

Ver más