Equipos de emergencia en Indonesia avanzan por un túnel abierto entre estructuras inestables para alcanzar a quienes quedaron bajo el internado colapsado. Hasta ahora: 5 muertos, 5 rescatados con vida y 59 personas sin localizar. Los equipos de socorro no han detectado ninguna señal de vida. Las familias aguardan novedades.
Los equipos de socorro no detectaron ninguna señal de vida el jueves 2 de octubre bajo los escombros de la escuela que se derrumbó el lunes en Indonesia, pero 59 personas siguen desaparecidas, según anunciaron las autoridades.
“Hemos utilizado equipos de alta tecnología como drones térmicos y, científicamente, ya no había ninguna señal de vida”, declaró el señor Suharyanto, director de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, durante una rueda de prensa en el lugar de la catástrofe, en Sidoarjo, al este de la gran isla de Java.
Los rescatistas que buscan a personas atrapadas bajo la escuela mixta Al Khoziny, situada a 30 km de la ciudad de Surabaya, en el este de la gran isla de Java, esperan excavar un túnel, aun a riesgo de desestabilizar los escombros, para alcanzar a los desaparecidos.
Parte del internado de varios pisos, en la isla principal de Java, cedió repentinamente el lunes cuando los estudiantes se reunían para las oraciones de la tarde. Los pilares de sus cimientos no soportaron el peso de una nueva construcción en el cuarto piso, señaló el portavoz de la agencia de gestión de desastres.
Los registros de la escuela muestran que 91 personas quedaron sepultadas bajo los escombros, según la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, y al menos cinco han sido confirmadas como fallecidas.
Alrededor de 59 personas seguían atrapadas hasta la noche del miércoles, dijo el jueves en un comunicado el portavoz de la agencia, Abdul Muhari, advirtiendo que los datos eran “dinámicos y cambiantes”.
Cerca de 200 familiares de los niños desaparecidos han acudido y esperan día y noche cerca del edificio derrumbado, constató una periodista de la AFP. Duermen ya sea en el dormitorio de las niñas, que no resultó afectado, o frente a las casas vecinas, sobre esteras en el suelo.
“Estoy aquí desde el primer día. Espero la mejor noticia, que mi hermano sobreviva. Sigo teniendo esperanza”, dijo Maulana Bayu Rizky Pratama, cuyo hermano de 17 años está desaparecido.
“Han pasado cuatro días. Espero que encuentren pronto a mi hermano. Me entristece pensar que lleva cuatro días ahí abajo”, añadió el joven de 28 años.
Los rescatistas sacaron a cinco supervivientes de los escombros el miércoles, mientras padres desesperados exigían que se aceleraran los esfuerzos para encontrar a decenas de niños que se cree que aún están atrapados.
Abdul Hanan, cuyo hijo de 14 años está desaparecido, dijo que los niños bajo los escombros habían estado pidiendo ayuda a gritos: “La operación de rescate debe acelerarse”, instó.
Operación difícil
La operación de rescate es compleja, ya que las vibraciones en un punto pueden afectar a otras zonas, explicó Mohammad Syafii, jefe de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate.
“Así que ahora, para llegar al lugar donde están las víctimas, tenemos que excavar un túnel subterráneo”, dijo a los periodistas.
Sin embargo, la excavación en sí plantea dificultades, incluidos posibles desprendimientos. Cualquier túnel solo proporcionará una vía de acceso de unos 60 centímetros de ancho debido a las columnas de hormigón de la estructura.
Se están utilizando drones con sensores térmicos para localizar supervivientes y fallecidos mientras concluye el “periodo de oro” de 72 horas, en el que hay mayores probabilidades de supervivencia.
El derrumbe de la escuela fue tan violento que provocó temblores en el vecindario, contó una residente local llamada Ani.
“Sentí una vibración y luego escuché un ruido. Corrí de inmediato para salvarme. Al principio no me di cuenta de que era el derrumbe de un edificio”, dijo la comerciante a la AFP.
La AFP vio a rescatistas con uniformes naranjas introducir cámaras entre los escombros para buscar rastros de supervivientes.
La operación se complicó por un terremoto en alta mar entre la noche del martes y el miércoles, que obligó a suspender brevemente la búsqueda.
Organizaciones benéficas locales han instalado puestos ofreciendo comida y bebida a las familias alrededor de las ruinas.
A los equipos de socorro se unieron decenas de voluntarios, reconocibles por su camiseta distintiva. Entre ellos hay miembros de Tagana, una organización de protección civil que se moviliza en caso de catástrofe. Los voluntarios participan activamente en las búsquedas o han instalado puestos donde ofrecen bebidas y comida.
¿Cuál pudo ser la causa?
Las investigaciones sobre la causa del derrumbe en la ciudad de Sidoarjo siguen en curso, pero los primeros indicios apuntan a una construcción deficiente, según expertos.
Los laxos estándares de construcción han generado gran preocupación por la seguridad de los edificios en Indonesia, donde es común dejar las estructuras —especialmente las viviendas— parcialmente acabadas, permitiendo a los propietarios añadir plantas adicionales más tarde cuando su presupuesto lo permite.
Este mes, al menos tres personas murieron y decenas resultaron heridas cuando un edificio que albergaba un recital de oración se derrumbó en la provincia de Java Occidental.
Con AFP y medios locales
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