Un Haití sumido en el caos y a merced de las bandas armadas en gran parte de su territorio está listo para realizar sus primeras elecciones generales en una década, luego de que el Consejo Presidencial Transitorio (CPT) aprobara una hoja de ruta para renovar autoridades en el segundo semestre de 2026.
De acuerdo con el proyecto de ley presentado por el Consejo Electoral Provisional (CEP) y aprobado por cuatro de los siete miembros del CPT, la primera vuelta de los comicios presidenciales y legislativos tendrá lugar el 30 de agosto de 2026, mientras que la segunda se realizará el 6 de diciembre.
La toma de posesión de las autoridades que resulten electas está prevista para el 20 de enero de 2027, más de 10 años después de las últimas votaciones realizadas en Haití, en 2016.
En ese proceso fue elegido el empresario Jovenel Moïse, asesinado cuatro años más tarde por un grupo de mercenarios en su residencia en Puerto Príncipe.
Desde entonces, la agitación política y social en Haití ha impedido renovar autoridades, por lo que el país lleva ya cuatro años sin representantes electos ni en el ejecutivo ni en el parlamento.
"Debemos finalmente ofrecer al pueblo haitiano la oportunidad de elegir libre y responsablemente a quienes los liderarán", destacó en una publicación en X el presidente del CPT, Laurent Saint-Cyr.
En contra de las especulaciones de que el CPT trataría de perpetuarse en el poder, los cuatro miembros que sesionaron el 1 de diciembre aprobaron el calendario presentado por la CEP, mientras que los otros tres integrantes decidieron no asistir, incluyendo a Fritz Alphonse Jean, recientemente sancionado por el gobierno estadounidense.
"El camino hacia las elecciones es irreversible, y el Gobierno seguirá cooperando con todas las instituciones y socios nacionales para respetar escrupulosamente el calendario electoral", prometió en un comunicado la oficina del primer ministro Alix Didier Fils-Aimé.
La violencia no se apaga
El anuncio sobre el cronograma electoral coincidió con informaciones sobre una nueva masacre perpetrada por bandas armadas, ocurrida entre el 29 y el 30 de noviembre en la localidad de Pont-Sondé, pero que trascendió recién el 1 de diciembre.
Una veintena de personas fueron asesinadas, unas 500 viviendas incendiadas por miembros de la pandilla 'Gran Grif' y se cree que más de 500 residentes tuvieron que huir de sus hogares ante el asedio de los atacantes.
La incursión se produce poco más de un año después de una masacre cometida por la misma banda en ese sector, que dejó al menos 70 muertos, incluyendo 10 mujeres y tres niños, de acuerdo con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
"Ante esta violencia, familias enteras han tenido que huir de sus hogares, lo que ha provocado el cierre de varios centros escolares", denunció sobre el ataque del fin de semana la ONG Le Collectif Défenseur Plus.
"La vida de la población pende de un hilo: ahora son las bandas las que deciden sobre la existencia de la población", agregó la organización, que lamentó la insuficiente respuesta oficial y la inexistencia de políticas preventivas.
Más de 16.000 personas han muerto como consecuencia de la violencia desatada por las pandillas que controlan buena parte del territorio haitiano desde 2022, y al menos una de cada cuatro víctimas se han registrado en lo que va de 2025.
Dos condados estadounidenses alimentan las armas ilícitas de Haití
El 30% de las armas usadas por bandas haitianas y por el crimen organizado de otros cinco países caribeños proceden de dos condados estadounidenses, de acuerdo con una investigación de la organización Small Arms Survey, que recolecta datos para contribuir a la reducción de los flujos ilícitos de armas.
Miami-Dade en Florida y Broward en Georgia fueron el origen común en el rastreo de casi un tercio de las armas incautadas en Haití, Bahamas, Barbados, República Dominicana, Jamaica y Trinidad y Tobago.
Pero se cree que el flujo de armas desde esos dos estados es mucho mayor, pues ampliando el rastreo a la totalidad de las armas presentes en estos países, y no solo las incautadas, la organización con sede en Suiza concluye que 70% proceden de Florida y Georgia.
Un informe sobre envíos ilegales de armas hacia el Caribe en las aduanas de Estados Unidos determinó que el 78% de los decomisos son de cargamentos desde Tampa, Miami y Atlanta.
La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos, que es la agencia a cargo de indagar el uso ilegal de estos artefactos, ha identificado a Bahamas y Haití como los principales mercados para armas ilícitas procedentes del país norteamericano.
"Si se va a lograr una disminución significativa en el tráfico de armas, debe centrarse en mejorar la capacidad de las fuerzas del orden, específicamente para detectar contrabando en los envíos internacionales", estimó el investigador principal en la Small Arms Survey, Matt Schroeder.
Con EFE, Reuters y medios locales
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