El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, arribó este 1 de abril a Moscú, donde se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin, y el canciller Serguéi Lavrov, con quien firmó documentos de cooperación entre los dos países, con la guerra del Kremlin en Ucrania como telón de fondo y el fortalecimiento de relaciones bilaterales. Sin embargo, Beijing sostuvo que su colaboración con Moscú no está dirigida contra terceros países.
Beijing y Moscú ratifican un frente unido ante Occidente cuando crecen las tensiones internacionales por la invasión rusa a Ucrania.
El máximo diplomático chino, Wang Yi, llegó este 1 de abril a Moscú, en una visita de tres días, para abordar asuntos como la “resolución” de la guerra en el territorio ucraniano, según anticiparon ambos gobiernos el pasado viernes.
La cooperación entre China y Rusia no está dirigida contra terceros países
Este martes, en la capital rusa, el canciller del Kremlin, Serguéi Lavrov, y Wang firmaron documentos que, aseguraron, abordan una estrategia política conjunta, aunque sin divulgar detalles.
"La cooperación entre China y Rusia no está dirigida contra terceros países y no está sujeta a injerencias externas", aseguró Wang al inicio del encuentro.
Wang describió a China y Rusia como "amigos para siempre, nunca enemigos" en una entrevista publicada este martes por la agencia estatal de noticias rusa RIA, en la que también celebró las señales de normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Moscú ya había anticipado que durante la visita abordarían las "relaciones bilaterales, y contactos, incluyendo los del más alto nivel, así como los temas más urgentes de la agenda internacional, entre ellos las perspectivas para resolver la crisis en torno a Ucrania".
El acercamiento entre ambos países apunta a ir aún más en crecimiento, con la probable visita del presidente chino Xi Jinping a la capital rusa el próximo 9 de mayo para conmemorar el fin de la Segunda Guerra Mundial, según expresó el presidente ruso Vladimir Putin, quien recalcó que espera recibir a su homólogo en esa fecha.
"Estoy convencido de que la próxima visita del líder (Xi Jinping) a Rusia y también su propia visita a China darán con seguridad un nuevo impulso al desarrollo de las relaciones bilaterales", señaló Wang a Putin.
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Rusia y China, una histórica relación de alianza y rivalidad
Las dos potencias con una larga y accidentada relación han afianzado su acercamiento desde que detonó la invasión de Rusia a Ucrania-el 24 de febrero de 2022- y las respectivas sanciones occidentales al Kremlin.
Desde entonces, Beijing y Moscú han intensificado la cooperación económica y los contactos diplomáticos. China ha intentado mostrarse como una parte neutral en la guerra, al tiempo en que insiste en que no envía asistencia en armas a ninguna de las partes, a diferencia de Estados Unidos y otras naciones
occidentales.
Sin embargo, es un estrecho aliado político y económico de Rusia, y los miembros de la OTAN han calificado a Beijing de "facilitador decisivo" de la guerra, que nunca ha condenado.
Entretanto, los aliados de Kiev aumentan sus peticiones a China para que intensifique su presión a Moscú, con el fin de que entable negociaciones y termine su guerra en el país europeo.
Muestra de ello ocurrió el pasado jueves en la capital china, donde el máximo diplomático francés declaró a Wang Yi que China "tiene un papel que desempeñar para convencer a Rusia de que se siente a la mesa de negociaciones con propuestas serias y de buena fe". Todo en momentos en que Washington fuerza un proceso de “paz” bajo el Gobierno de Donald Trump que en múltiples ocasiones se ha mostrado afín a la Administración de Vladimir Putin.
Pero Beijing ha mantenido una postura ambigua ante la guerra frente a la que ha abogado por la integridad territorial ucraniana, pero también por tener en cuenta las "legítimas" preocupaciones rusas en materia de seguridad.
En simultáneo, y en medio del peso de las sanciones, Rusia se apoya en Beijing, mucho más que su aliado, alimentándose de la demanda china de petróleo y gas, mientras el gigante asiático aumenta su influencia global.
Beijing es el mayor socio comercial de Moscú con un comercio bilateral que alcanzó un récord de 190.000 millones de dólares en 2022, según datos de aduanas chinos.
Wang, cuyo país mantiene tensiones diplomáticas y comerciales con Estados Unidos, subrayó: "Nuestra amistad no tiene un carácter coyuntural, sino duradero".
Por lo pronto, está previsto que Putin también visite China a finales del próximo agosto y principios de septiembre, según informó el Kremlin.
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Con Reuters, AFP y EFE
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