La educación artística en la República Dominicana enfrenta desafíos estructurales que limitan su impacto en el desarrollo cultural y profesional de los estudiantes. A pesar del talento y la vocación de muchos jóvenes, las deficiencias en la formación académica, la falta de actualización curricular y la desconexión con la industria cultural dificultan su inserción en el ámbito profesional. 

Como artista y docente, he vivido de cerca tanto las fortalezas como las carencias del sistema de enseñanza artística. Esta experiencia me ha permitido valorar la importancia de una formación de calidad, pero también evidenciar las limitaciones que persisten en las escuelas de la Dirección General de Bellas Artes (DGBA). 

Si no se toman medidas urgentes, estas escuelas corren el riesgo de convertirse en simples estructuras burocráticas sin impacto real en la formación de artistas.  

En este artículo, expongo los principales problemas del sistema y propongo soluciones para transformar nuestras escuelas en verdaderos centros de excelencia.  

 Los principales problemas del sistema 

 1-Falta de comprensión del modelo de educación artística 

El actual responsable del DEFAE, Elvis Guzmán, tiene un perfil que responde más a la pedagogía tradicional que a la formación artística. Aunque su conocimiento pedagógico puede ser valioso, las escuelas de arte requieren un enfoque distinto al de los liceos o universidades convencionales. 

La educación artística no se basa solo en la transmisión de conocimientos teóricos, sino en la experimentación, la sensibilidad estética y la práctica constante. Sin comprender esta realidad, cualquier intento de reforma será superficial y ajeno a las necesidades reales del sector. 

Esto nos lleva a cuestionar: ¿Está el DEFAE realmente al servicio de las escuelas o pretende gobernarlas bajo un modelo rígido e inadecuado?

2-Currículos desactualizados y falta de diálogo con los docentes 

La actualización curricular no puede ser impuesta desde un escritorio sin la participación de los verdaderos protagonistas: los docentes y profesionales del arte. Son ellos quienes sostienen el arte nacional sobre sus hombros y conocen de primera mano lo que los estudiantes necesitan. 

Sin embargo, las decisiones sobre planes de estudio han sido tomadas por técnicos ajenos al entramado artístico, lo que ha resultado en currículos que no responden a las demandas del mercado ni a la evolución del arte contemporáneo.

3-Infraestructura deficiente y falta de inversión 

Las condiciones de muchas escuelas reflejan un abandono preocupante. Sin una infraestructura adecuada, no solo se obstaculiza el aprendizaje de los estudiantes.  

Las artes requieren espacios adecuados para su desarrollo, pero actualmente las escuelas carecen de equipamiento y mantenimiento. Parece que no tienen dolientes.

4-Centralización excesiva y homogeneización de las escuelas 

Cada escuela de arte tiene una tradición propia, una identidad y un enfoque formativo particular. Sin embargo, se ha intentado homogeneizarlas bajo una misma política, ignorando sus diferencias como disciplinas artísticas, como si fueran autómata.  

Un claro ejemplo de esto fue la graduación multitudinaria del pasado fin de año, en la que se agrupó a todas las escuelas como si fueran un solo bloque sin distinción, negando la diversidad de cada disciplina. Esta visión centralizadora limita la innovación y la flexibilidad, elementos esenciales en la formación artística. 

No se puede gestionar una escuela de artes como si fuera un liceo público.

5-Falta de vinculación con la industria cultural 

Las escuelas de arte no pueden estar aisladas del ecosistema cultural. Sin alianzas con teatros, galerías, compañías artísticas y festivales, los estudiantes terminan su formación sin un puente hacia el mundo laboral. 

Es urgente que las escuelas establezcan programas de pasantías, intercambios y residencias artísticas para garantizar que los egresados tengan oportunidades reales en la industria del arte.  

Hacia una educación artística de calidad 

Para transformar el sistema, se deben implementar reformas estructurales en los siguientes aspectos:

1-Reformulación en el DEFAE 

El director del DEFAE, con sus estudios y experiencia debe enfocarse en el mundo artístico,  comprender las necesidades de las escuelas y dialogar con los docentes y gestores culturales. Es momento de reflexionar si el enfoque pedagógico que actualmente dirige el DEFAE responde a las particularidades de la formación artística. La educación en arte requiere una visión que comprenda su naturaleza creativa y su diferencia fundamental con los modelos educativos tradicionales de liceos y universidades.

2-Autonomía curricular y participación de los docentes 

La revisión curricular debe ser un proceso abierto, participativo y dialogado con los docentes y profesionales del arte. 

Se deben incluir asignaturas que preparen a los estudiantes para el mercado actual, como gestión cultural, producción artística, nuevas tecnologías y emprendimiento creativo. 

Flexibilizar los planes de estudio para que cada escuela pueda adaptarse a su contexto y necesidades específicas.

3-Inversión en infraestructura y equipamiento 

Dotar a las escuelas de espacios adecuados y tecnología actualizada. 

Garantizar mantenimiento continuo y condiciones dignas para el aprendizaje.

4-Descentralización y respeto a la identidad de cada escuela 

No imponer un modelo único, sino acompañar a cada escuela según sus características. 

Implementar políticas que fomenten la creatividad y no la uniformidad. 

Garantizar la independencia administrativa y pedagógica de las escuelas dentro del sistema de Bellas Artes.

5-Vinculación con la industria cultural 

Crear programas de pasantías y residencias artísticas. 

Establecer convenios con teatros, galerías y compañías artísticas para facilitar la inserción laboral. 

Incluir en la formación la producción de espectáculos y exposiciones en escenarios reales.  

Un llamado a la acción 

Edificio del Ministerio de Cultura.

El Ministerio de Cultura y la Dirección General de Bellas Artes tienen el deber de garantizar que las escuelas artísticas cumplan su misión formativa con estándares de calidad. Para eso, es fundamental:  

Destinar los recursos necesarios para la actualización de programas y equipamiento. 

Establecer una política educativa clara que garantice la continuidad y mejora del sistema. 

Fomentar la participación activa de docentes, estudiantes y profesionales del arte en la construcción de un modelo educativo más eficiente. 

Las escuelas de arte no pueden seguir operando bajo un modelo obsoleto. Si realmente queremos un país donde el arte y la cultura sean pilares del desarrollo, la educación artística debe ser una prioridad.  

Esto no se logrará con medidas superficiales ni con una gestión burocrática que no comprenda las particularidades de la formación artística. Es momento de que las autoridades asuman su responsabilidad y garanticen que cada promoción de egresados salga con una preparación competitiva a nivel internacional.  

Si otros países han logrado fortalecer su sistema de educación artística, ¿por qué la República Dominicana no puede hacerlo? La transformación es urgente, y la responsabilidad es de todos. 

 

Danilo Ginebra

Danilo Ginebra. Director de teatro, publicista y gestor cultural, reconocido por su innovación y compromiso con los valores patrióticos y sociales. Su dedicación al arte, la publicidad y la política refleja su incansable esfuerzo por el bienestar colectivo. Se distingue por su trato afable y su solidaridad.

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