Escribir un relato implica una serie de factores que se expresan según las ideas y objetivos del autor. Puede transmitir experiencias, emociones o incluso servir como mero entretenimiento. También puede reflejar la fortaleza cultural y los valores de una sociedad, plantear cuestionamientos políticos o morales, o dejar una enseñanza que impacte al lector. Asimismo, el cuento permite analizar el comportamiento, los sentimientos y los dilemas humanos, explorando distintas sensibilidades.

Sobre la estructura del cuento

Escritores que han estudiado a profundidad este género, como Juan Bosch en Apuntes sobre el arte de escribir cuentos, lo definen como una estructura cerrada, donde cada palabra cumple una función específica. Para Bosch, el cuento debe tener economía de palabras y unidad temática. Horacio Quiroga, en su Decálogo del perfecto cuentista, estableció principios fundamentales para escribir cuentos: eliminar lo innecesario, ser conciso, conocer bien a los personajes y escribir con pasión y precisión.

Por otro lado, Ernest Hemingway propuso la teoría del iceberg, donde el relato muestra solo la superficie de la historia, dejando su verdadero significado implícito. Edgar Allan Poe, en Filosofía de la composición, afirmó que la narración debe generar una única impresión o efecto, evitando elementos superfluos. Finalmente, Julio Cortázar comparó el cuento con el boxeo: mientras la novela gana "por puntos", el cuento debe hacerlo "por nocaut". 

En términos generales, la estructura del cuento se compone de tres partes: inicio o introducción, nudo o desarrollo y desenlace o final. En cuanto al inicio, la mayoría de los autores coinciden en que debe presentar el conflicto de inmediato y atrapar al lector. En el desarrollo, Bosch aconseja evitar desviaciones y ser preciso, Hemingway sugiere dejar lo esencial implícito, Poe recomienda conducir al lector hacia el efecto final sin digresiones, Quiroga enfatiza la sencillez y precisión y Julio Cortázar recomienda mantener la tensión sin desviarse del conflicto principal.

Respecto al desenlace, Bosch lo define como sorpresivo pero lógico, mientras que Hemingway propone que el cierre no sea explícito, permitiendo que el lector lo complete. Para Poe, el final debe ser un desenlace impactante y reforzar la emoción principal; para Cortázar, debe ser contundente, dejando al lector sin aliento, y para Quiroga, sorprendente pero inevitable, además establece que la unión de causa y efecto dan como resultado que los eventos del cuento se resuelvan de manera lógica, aunque a veces con un giro inesperado.

León Tolstói

Tolstói.

León Tolstói (1828-1910) fue un escritor ruso de trascendencia universal. En sus obras refleja inquietudes sobre la justicia, la moral y el sentido de la vida. Estas temáticas están presentes en sus novelas más importantes, Guerra y paz y Anna Karénina, donde aborda conflictos sociales, la psicología y el destino humano.

Tolstói llevó una vida de sencillez, promoviendo valores como el amor al prójimo, la no violencia y la autosuficiencia. Sus cuentos y relatos, en su mayoría, contienen un mensaje moral o filosófico. Ejemplo de ello son Cuánta tierra necesita un hombre y Dios ve la verdad, que tratan sobre la avaricia y la paz interior. Para Tolstói, la verdadera grandeza radica en la bondad y la sencillez del ser humano.

La riña del huevo

La riña del huevo es un relato con una trama aparentemente simple: la disputa entre vecinos por un huevo que una gallina puso en la cerca del otro. La estructura es lineal y sencilla, con un narrador omnisciente en tercera persona. La historia gira en torno al conflicto entre dos familias, donde pequeños incidentes van escalando hasta generar una confrontación irracional. El orgullo y el rencor llevan la disputa a extremos absurdos.

Con un estilo claro y conciso, el relato inicia:

"En cierto pueblo vivía un campesino llamado Iván Scherbakoff. Era próspero, fuerte y vigoroso, y era considerado el trabajador más arduo de todo el pueblo. Tenía tres hijos, que se mantenían a sí mismos con su propio trabajo. El mayor estaba casado, el segundo a punto de casarse, y el menor cuidaba los caballos y ocasionalmente se encargaba de arar (…) Lo que quedaba de las provisiones del año anterior era suficiente para sus necesidades, y vendieron una cantidad de avena suficiente para pagar sus impuestos y otros gastos. Así transcurría la vida de Iván, en una calma constante, llena de prosperidad, amor y grandes bendiciones…"

El vecino de Iván es Gabriel el Cojo, y aunque en el pasado tuvieron un altercado, ambos mantienen una convivencia pacífica. Sin embargo, el conflicto central se desata con un incidente menor:

"Un día los niños asustaron a la gallina y esta voló sobre la cerca de sus vecinos, donde puso su huevo. La nuera de Iván escuchó cacarear a la gallina, pero dijo: ‘Estoy muy ocupada en este momento, ya que es la víspera de un día santo, y debo limpiar y ordenar esta habitación. Iré por el huevo más tarde’."

Cuando la nuera de Iván finalmente va a buscar el huevo, descubre que no está. Pregunta a su familia y, al no obtener respuestas, decide ir a la casa de los vecinos:

"Verás, mi gallina voló a tu patio esta mañana. ¿No puso un huevo allí?"

La respuesta de la anciana vecina enciende la disputa:

"No hemos visto ningún huevo; tenemos nuestras propias gallinas —gracias a Dios— y han estado poniendo desde hace mucho tiempo (…)"

Desarrollo o nudo

A partir de este momento, el conflicto crece sin control. Insultos, acusaciones y riñas van escalando, involucrando a toda la familia y a los estamentos judiciales. A pesar de los consejos del padre de Iván para resolver la situación pacíficamente, la intervención de la familia incendia más el fuego y el orgullo se impone sobre la razón. Tanto Iván como Gabriel elevan la diputa y alcanza el clímax del relato. 

"Iván permaneció junto a la puerta en un estado de ánimo sombrío, incapaz de apartar de su mente los pensamientos inquietantes sobre Gabriel, inspirados por sus palabras amenazantes: ‘Algo arderá con mayor fiereza en el hogar de Iván antes de mucho’. ‘Está tan desesperado’, pensó Iván, ‘que podría prender fuego a mi casa sin importarle el riesgo para la suya. Todo está seco ahora, y con el viento tan fuerte, podría escabullirse por detrás de su propio edificio, iniciar un incendio y escapar sin que ninguno de nosotros lo vea’. (…)"

El desenlace: una lección profunda

El final del cuento se desarrolla en dos vertientes: una trágica y otra inesperada. La riña del huevo es un cuento perfecto porque su estructura responde a las características clásicas del género, aunque el desenlace no se ajusta completamente a los finales de Bosch, Quiroga, Cortázar, Poe o Hemingway. A diferencia de ellos, Tolstói opta por un cierre abierto y reflexivo, que deja una enseñanza moral o social.

En conclusión

Este es un cuento con un estilo tradicional, con una estructura sencilla y una trama clara que lleva al lector en busca del final.

El tema demuestra cómo el orgullo, la irracionalidad humana y el rencor pueden generar enemistades irreparables, impidiendo solucionar un conflicto insignificante, que, como el fuego, pueden extinguirse en su origen, pero si crecen, pueden volverse incontrolables. Asimismo, resalta la importancia de escuchar la voz de la experiencia y los consejos de los mayores.

Con este relato, Tolstói pone su talento al servicio de la sociedad, promoviendo la paz y la armonía. La riña del huevo es un cuento que todos deberían leer, pues ofrece una lección invaluable en un mundo cada vez más dominado por la violencia y la intolerancia.

josedespinosa@gamil.com

José D. Espinosa Féliz

Ingeniro y escritor

José D. Espinosa Féliz Es ingeniero civil, escritor, conferencista. magister ejecutivo en gestión de proyectos. Tiene especialidad en Alta Gerencia, diplomados en relaciones públicas, en maestría de ceremonias y en oratoria. Además, es Locutor profesional. Por más de veinte años ha sido articulista de temas técnicos, sociales y políticos. Libros publicados: Fundamentos básicos y guía en la construcción de carreteras, El éxito integral, una obra de autoayuda; A corazón abierto, libro de poemas; La extraña obsesión de Waldo Tenerife, (Novela); Héroes en tiempos de coronavirus (cuentos, Decisiones extremas (novela); “Espermatozoides con inteligencia artificial” (cuentos) y “Olor a ti” (poemas). josedespinosa@gmail.com

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