A los veinticinco los hombres son demasiado mundanos; a los treinta están atosigados por el exceso de trabajo. Los cuarenta son la edad de las historias largas: para contarlas se necesita un cigarro entero; los sesenta… Ah, los sesenta están demasiado cerca de los setenta, pero los cincuenta son la edad de la madurez. Me encantan los cincuenta. Hildegarde ,el extraño caso de Benjamín Button. F. Scott Fitzgerald

 Este Magistral escritor perteneciente a los Cuentistas de la Generación perdida, nos cuenta una historia que para esa época, sí es exactamente un “caso extraño“ nos empieza narrando su crítica sobre la idea de nacer en los hospitales y la gran riqueza y poder que tenía el señor Roger Button, que como su caso “extraño“ se adelantó a la época para que su hijo naciera en un hospital según el cuento:

-Así que el señor y la señora Button se adelantaron cincuenta años a la moda cuando decidieron, un día de verano de 1860, que su primer hijo nacería en un hospital.

La genialidad del autor te atrapa inmediatamente con su espléndida forma de narrar, dice:

-Nunca sabremos si este anacronismo tuvo alguna influencia en la asombrosa historia que estoy a punto de referirles.

Me encanta como él mismo se refiere a su obra como asombrosa, y no es más que eso; asombrosa e impactante. Antes de seguir debo confesar que para elegir este autor, solo entré a ver de qué se trata el cuento, se me olvidaron los diez oficios que tenía que hacer, y me sumergí en esta increíble historia, leyendo desde el principio hasta el final, y así como el mismo autor le llama “ asombrosa” así me pareció; investigue, y me di cuenta que esta enfermedad existe en la realidad; se llama progeria o síndrome de Hutchinson-Gilford.2 También me alumbró la noticia de que salió una película inspirada en este relato, quedé tan “ asombrada ” que tuve que compartir con mis cercanos este curioso relato.

Es bueno destacar que este cuento tan peculiar se encuentra situado en el contexto de Baltimore, en Maryland, Estados Unidos, antes y después de la guerra, pues son hechos históricos reales que también son mencionados en el texto.

El autor continúa la historia explicando de una manera específica cómo el padre se prepara para recibir esta gran bendición de tener un hijo, el cual tiene toda una vida planeada y resuelta. Se realza en la narrativa el poder, la riqueza y la fama que tenía esta familia en Baltimore, pues el señor Roger Button era presidente de Roger Button y Compañía, Ferretería Mayorista.

El asombro y la sorpresa que tenían los médicos y enfermeras era de esperarse pues, este es un hecho que prácticamente impacta a todos, lo natural es nacer un bebé, como su nombre lo dice, un recién nacido, no que naciera un anciano, que la cuna no tenga espacio para sus pies, pues era un adulto, y no un adulto de veintitantos, o treinta, era un “anciano” que aparentaba 70 años de edad. SÍ, el extraño caso de Benjamín Button quien es el Hijo, y el protagonista de esta narrativa, nace siendo anciano.

-Envuelto en una voluminosa manta blanca, casi saliéndose de la cuna, había sentado un anciano que aparentaba unos setenta años. Sus escasos cabellos eran casi blancos, y del mentón le caía una larga barba color humo que ondeaba absurdamente de acá para allá, abanicada por la brisa que entraba por la ventana. El anciano miró al señor Button con ojos desvaídos y marchitos, en los que acechaba una interrogación que no hallaba respuesta. (l) 

El señor Button quedó en shock, le reclamó a la enfermera si era una broma. Pues cualquiera lo pensaría. La sorpresa y el pánico se duplicó en la frente del padre y la enfermera, cuando escuchó hablar a aquel anciano que exigía que lo pusieran en algo más cómodo. La forma en que su padre se resiste a creer que este anciano era su hijo es sensata, pues le dice al anciano mentiroso e impostor, pero la enfermera afirma que es su hijo, y le rogaba por el prestigio del hospital, que se lo lleve cuando antes. Esta es una situación poco común y alarmante, quien a su sano juicio se llevaría a un anciano a su casa, y más con el prestigio y la fama de esta familia. El hombre se ve obligado a tener que aceptarlo, le compró ropa y por más que le afeitó la barba y le tiño el pelo, se veía más viejo que él, más viejo que su propio padre. Por otra parte; gracias a la guerra y que muchos se verían afectados si opinaban de esta situación todos a su alrededor de una manera extraña e inesperada lo aceptaron, en inclusive le llevan regalos, pero el comportamiento de Benjamín no era de un niño. Su mentalidad y su cuerpo eran compatible con su abuelo, quien al principio se resistió a recibirlo pero al final, compartían historias e incluso fumaban juntos.

Benjamín estaba tan asombrado como cualquiera por la avanzada edad física y mental que aparentaba al nacer. Leyó revistas de medicina, pero, por lo que pudo ver, no se conocía ningún caso semejante al suyo. 

Me gustaría hacer énfasis en estas etapas de la vida de Benjamín, pues según mi análisis el cuento nos quiere ilustrar sobre la vida y cómo debemos vivir según nuestra edad, las responsabilidades, y comportamientos, que debemos llevar en ella, trataré de compararlas y analizarlas, y que aprendamos, sobre esto, que a pesar de la guerra que había en aquel tiempo y todo los conflictos políticos, la humanidad debía ser feliz, algunos se estaban quitando la vida, se sentían perdidos y vacíos, otros tratando de sobrevivir como es el hecho del autor, se fueron a vivir a París, y tanto en la vida real como en el cuento se mencionan estos hechos, sin embargo, entiendo que con esta historia el autor trata de decirnos pragmáticamente que se debe seguir creciendo y disfrutando cada etapa de la vida, sin una mentalidad esclava del pasado y de lo vivido, que cada etapa sería un nuevo Benjamín que conocer, un nuevo yo, un nuevo tú. 

Comportamiento de Benjamín cuando era recién nacido (Pero aparentaba de 70) 

—Bueno —dijo el anciano, Pues este niño no va a llevar nada puesto dentro de dos minutos. Esta manta pica. Me podrían haber dado por los menos una sábana. 

Vemos un Benjamín que se quejaba, Se quejaba de las sábanas, de la ropa, prefería espacios tranquilos antes que los ruidosos, usaba bastón, estaba encorvado por la edad. Tenía ojos apagados, húmedos y cansados. Rechazaba jugar con juguetes aunque por complacer a su padre a veces lo hacía, no le gustaba jugar con niños, ni al fútbol pues pensaba que podría fracturarse. Sin embargo cuando Benjamín era bebe (Pero tenía 70 años de nacido) lloraba porque los otros niños eran mayores y le daba miedo jugar con ellos, le encantaba saltar en la cama, y con su nana trataba de repetir unas que otras palabras, se alimentaba con papilla y avena, lo más asombroso es que no recordaba nada, como si todo se hubiese desvanecido.

No había malos recuerdos en su sueño infantil: no le quedaban recuerdos de sus magníficos días universitarios ni de los años espléndidos en que rompía el corazón de tantas chicas. Solo existían las blancas, seguras paredes de su cuna, y Nana y un hombre que venía a verlo de vez en cuando, y una inmensa esfera anaranjada, que Nana le señalaba un segundo antes del crepúsculo y la hora de dormir, a la que Nana llamaba el sol. Cuando el sol desaparecía, los ojos de Benjamín se cerraban, soñolientos… Y no había sueños, ningún sueño venía a perturbarlo.

Cuando cumplió 5 años de nacido, pero aparentaba 65 No le gustaba estar en las clases de párvulo, pues se dormía le parecía aburrido pegar papelitos. Sin embargo cuando tenía 65 de nacido, pero aparentaba 5 años, le gustaba estar en esa clase;

-Benjamín descubrió que jugar con papeles de colores y hacer mantelitos y bonitos dibujos era el juego más fascinante del mundo.

Cuando cumplió 12 años de nacido pero aparentaba 58 estaba sorprendido, estaba rejuveneciendo

Lo engañaba la vista, o le había cambiado el pelo, del blanco a un gris acero, bajo el tinte, en sus doce años de vida? ¿Era ahora menos pronunciada la red de arrugas de su cara? ¿Tenía la piel más saludable y firme, incluso con algo del buen color que da el invierno? No podía decirlo. Sabía que ya no andaba encorvado y que sus condiciones físicas habían mejorado desde sus primeros días de vida.

Cuando Benjamín tenía 58 años de nacido, pero aparentaba de 12, se sentía mal, porque se veía muy niño y él quería participar en la guerra, y seguir jugando fútbol pero ya era muy adolescente y se veía flaco y sin barba, quería ir al colegio y su hijo Roscoe no lo quiso llevar. Cuando tenía 54 años de nacido pero aparentaba de 16 lo sacaron del equipo de fútbol porque estaba más pequeño y había perdido peso, era débil, ya las clases le parecían más difícil. Y tuvo que irse de la universidad de Harvard donde había tenido fama y gloria de ser uno de los mejores.

Cuando tenía 18 de nacido, pero aparentaba de 52 fue a tomar el examen de la universidad de Yale y se burlaron de él por la edad, a pesar de que había tomado los exámenes. El secretario de la universidad lo tomó con una broma de mal gusto.

Cuando cumplió 20 de nacido, pero aparentaba 50 lo celebró trabajando en la empresa de su padre, se llevaban mejor, y hasta parecían hermanos, asistían a bailes , en uno conoció a su esposa, y se casó., y procrearon un hijo.

Sin embargo, Cuando tenía 50 de nacido, pero aparentaba de 20 se en listo para participar en la guerra y tuvo gran éxito y gloria. Cuando volvió de la guerra por los negocios, su mujer tenía 40, y el aparentaba de 20, su mujer no entendía lo que pasaba nunca comprendió, y lo dejó. Él se dedicó a los negocios y a la vida nocturna de bailes y festines.

Cuando tenía 40 de nacido y aparentaba 30 logró el mayor éxito de la empresa que ahora el se hacia cargo, todos lo adoraban pues era un prodigio en todo lo que hacía, su esposa quien ahora tendría 35 años; y ya no le atraía como antes, estaba enamorado de la vida, tenía energía y que quería salir al mundo.

—¡Dios santo! —dijo en voz alta. El proceso continuaba. No había la más mínima duda: ahora aparentaba tener treinta años. En vez de alegrarse, se preocupó: estaba rejuveneciendo. Hasta entonces había creído que, cuando alcanzara una edad corporal equivalente a su edad en años, cesaría el fenómeno grotesco que había caracterizado su nacimiento. Se estremeció. Su destino le pareció horrible, increíble.

Para concluir; es interesante ver el trayecto de la vida y del éxito, a pesar de todo lo que este hombre había pasado, Benjamín seguía encontrando sentido a la vida, se enamoró, bailó, luchó, aprendió, jugó y todo supo disfrutarlo en su momento, cuando pensaba en su situación trataba de investigar, aunque la gente no creía su historia no se obstinaba en que le creyeran, incluso trató de explicarle a su esposa pero eran tantos rumores que ella mejor decidió no creer ninguno.

Sintió en cada etapa según la edad que aparentaba, sintió la tranquilidad de la vejez, sintió la vibras de la juventud como la sangre corría por sus venas, la energía de vivir, y querer descubrir el mundo, sintió como adolescente el rechazo de los mas grandes, pero siempre capto su lugar y disfruto hasta de ir al colegio con su nieto, sus recuerdos iban desvaneciéndose y eso le permitía vivir sin rencores los éxitos pasados.

Este gran novelista, cuentista y escritor estadounidense nos deja una gran enseñanza: no importa cuán extraña y distinta sea tu vida. Vive y sé el mejor en todo. Los demás se unirán a ti.

Bibliografía:

  • Sitio web Ciudad Seva. Casa digital del escritor Luis López Nieves. consultado15/5/2025.

https://ciudadseva.com/texto/el-extrano-caso-de-benjamin-button/

  • La Generación Perdida: historia y escritores más importantes; Por Yolanda Galiana. PDF suministrado por el profesor Valentin Amaro.
  • El curioso caso de Benjamin Button película de 2008 dirigida por David Fincher.

Basada en un relato de F. Scott Fitzgerald. Sitio web consultado15/5/2025 https://es.m.wikipedia.org/wiki/El_curioso_caso_de_Benjamin_Button_(pel%C3%A

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