Cartas a Evelina es una obra epistolar escrita por Francisco E. Moscoso Puello, en la que el autor reflexiona críticamente sobre la realidad política, social y cultural de la República Dominicana de su época. A través de cartas dirigidas a una destinataria ficticia llamada Evelina, Moscoso Puello desarrolla una narrativa íntima y reflexiva que expone sus preocupaciones sobre el rumbo de la nación, así como su visión sobre la identidad nacional y los problemas estructurales del país. Con un estilo literario cargado de sensibilidad, ironía y profundidad, el autor logra un texto de notable valor tanto literario como sociológico.
La primera edición del libro fue publicada en 1942 por Editora Montalvo, en medio de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, lo que limitó considerablemente su circulación debido al carácter crítico del contenido. No fue sino hasta décadas después que la obra fue revalorizada, siendo reeditada por el ISFODOSU en 2018 como parte de la Colección Clásicos Dominicanos. Esta reedición ha permitido su redescubrimiento y análisis desde una perspectiva más amplia dentro del campo literario e histórico dominicano.
En el análisis de la obra, destaca la figura de su autor, Francisco E. Moscoso Puello (1885-1959), médico cirujano, novelista y maestro. Reconocido por su carácter polémico, no solo por los conceptos vertidos en sus obras, sino también por su visión del ejercicio profesional, Moscoso Puello representa una voz crítica y lúcida dentro del pensamiento dominicano del siglo XX. Cartas a Evelina constituye un testimonio literario de alto valor, que trasciende el género epistolar para convertirse en un espejo de las inquietudes existenciales, políticas y sociales de un intelectual comprometido con su tiempo. La obra fue publicada por primera vez en 1941, aunque el autor hace constar que las primeras cartas se dieron a conocer en 1913 en la revista La Cuna de América, y las últimas entre 1930 y 1935 en el periódico Listín Diario. Durante la dictadura trujillista, el libro tuvo una recepción marginal, posiblemente debido a sus críticas implícitas al régimen. Sin embargo, a partir de la década de 1970, el interés por la obra ha ido en aumento, respaldado por múltiples reediciones.

Si bien las ideas que Moscoso Puello presenta en Cartas a Evelina comparten similitudes con las de otros intelectuales liberales de su tiempo, su estilo es más provocador. Aborda temas como la composición racial del dominicano, el valor del legado africano y la visión de Haití desde una perspectiva crítica. Su discurso alcanza su punto más alto en su reflexión sobre la imposibilidad de un proyecto nacional basado en la razón y el progreso.
Temas Principales
En Cartas a Evelina se distinguen cuatro grandes ejes temáticos:
- La dominicanidad
- Francisco Moscoso Puello como sujeto de reflexión
- El determinismo social y racial
- La resignación ante la realidad nacional
El autor desarrolla estos temas con un lenguaje coloquial y directo. La obra adopta un formato epistolar, en el que Moscoso Puello escribe a una destinataria imaginaria como si esta fuera una extranjera o una persona de la élite dominicana. Su propósito es describir el país de manera introductoria, abordando el paisaje, el clima y la mentalidad del dominicano a través de un método inductivo y el uso de símiles.
El autor critica de manera incisiva aspectos de la sociedad dominicana, como la estructura económica, la inestabilidad política y la actitud sumisa del dominicano ante los extranjeros. Su conclusión es categórica:
“Mi país es lo que es y no puede ser de otra manera”.
Para Moscoso Puello, los problemas del país están profundamente arraigados en su cultura, lo que imposibilita un cambio sin alterar la esencia de la dominicanidad.
Cartas a Evelina no solo ofrece un análisis de la dominicanidad, sino que también permite una inmersión en la mente de su autor, Francisco Moscoso Puello. A lo largo de varias misivas, el escritor expresa sus frustraciones sobre el destino del país, muchas de las cuales siguen siendo sorprendentemente vigentes en la actualidad.
Estas cartas están dedicadas a reflexiones personales en las que el autor aborda diversas temáticas. En la Carta No. 2, analiza la formación del Estado dominicano y el papel simbólico del número 3 en su creación. En la Carta No. 6, reflexiona sobre el deseo humano de comprender lo incomprensible, en sintonía con la noción de resignación propuesta por Albert Camus.
La Carta No. 10 denuncia la desigualdad y el dominio de los extranjeros en el comercio dominicano, señalando que españoles, alemanes, árabes y chinos controlaban la economía en detrimento de los dominicanos. En la Carta No. 13, expone su visión sobre la relación entre virtudes y dinero, concluyendo que hay cualidades que el dinero no puede comprar.
La Carta No. 18 refuta la idea de que el silencio es estéril, destacándolo como un espacio para la gestación de ideas. En la Carta No. 20, aborda la resignación ante un destino inmutable, mientras que en la Carta No. 23 reflexiona sobre la identidad impuesta y la confusión, ilustrándolo con el caso de Cavaraducci, un italiano confundido con Juan Pablo Duarte, lo que le provoca alienación y rechazo.
En la Carta No. 28, critica la división política y administrativa del país, argumentando que su estructura responde a una época de difíciles comunicaciones y transporte, pero que, a pesar de los avances tecnológicos, sigue vigente. Finalmente, en las Cartas No. 29 y No. 33, sostiene que la ignorancia puede ser una fuente de paz, pues desconocer ciertos datos evita conflictos morales innecesarios.
Estas reflexiones revelan a un Moscoso Puello agudo y crítico, cuya mirada sobre la sociedad dominicana continúa siendo relevante en el presente.
Cuando Moscoso Puello hizo públicas sus ideas, fue duramente criticado debido a la crudeza de sus reflexiones sobre la sociedad dominicana. Sus posturas, consideradas pesimistas y provocadoras, generaron el rechazo de ciertos sectores intelectuales y políticos, lo que llevó a su exclusión de antologías y recopilaciones literarias de la época. Además, su oposición a la dictadura trujillista le costó la censura e incluso la cárcel, ya que sus escritos eran vistos como una amenaza para el régimen.
A pesar de las controversias que rodearon su obra en su tiempo, Cartas a Evelina ha cobrado relevancia con el paso de los años. A partir de la década de 1970, su pensamiento ha sido revalorizado en el ámbito académico y literario, impulsado por múltiples reediciones que han permitido su difusión entre nuevas generaciones de lectores.
Hoy en día, su obra sigue siendo objeto de debate y debe ser leída con una mirada crítica. Aunque algunos de sus planteamientos pueden considerarse anacrónicos o influenciados por las limitaciones de su época, sus observaciones sobre la idiosincrasia dominicana, la estructura política y social del país, y la imposibilidad de un cambio radical en la mentalidad nacional siguen despertando reflexiones profundas.
La vigencia de Cartas a Evelina radica en su capacidad para generar un debate profundo sobre la identidad dominicana y los problemas estructurales del país. A través de un análisis agudo y observaciones precisas, el texto ofrece una crítica mordaz que, a pesar del tiempo transcurrido, sigue siendo relevante en la actualidad. Su estilo accesible y el uso de ironía permiten una lectura fluida, lo que facilita la comprensión de sus argumentos. Además, su valor histórico reside en que muchas de las problemáticas señaladas en la obra aún persisten, lo que refuerza su importancia en el análisis de la realidad dominicana.
Sin embargo, la obra también presenta limitaciones que deben ser consideradas. En algunos pasajes, su perspectiva se ve influenciada por un determinismo racial y geográfico basado en ideas pseudocientíficas de su época. Asimismo, su tono pesimista extremo impide vislumbrar alternativas o soluciones a los problemas que denuncia, lo que puede generar una visión fatalista de la sociedad. Por otro lado, su estilo epistolar, aunque le otorga un carácter íntimo y personal, dificulta la sistematización de sus ideas, haciendo que algunos temas se presenten de manera dispersa. A pesar de estas debilidades, Cartas a Evelina sigue siendo una obra fundamental para comprender la evolución del pensamiento crítico en la República Dominicana.
Cartas a Evelina es una obra fundamental para comprender el pensamiento dominicano del siglo XX y los dilemas que han definido la identidad nacional. A través de un estilo epistolar, Francisco E. Moscoso Puello expone con franqueza y profundidad su visión sobre la realidad social, política y cultural del país, ofreciendo un diagnóstico que, aunque polémico, sigue siendo relevante en la actualidad.
Si bien su postura puede parecer excesivamente pesimista y determinista en algunos aspectos, su capacidad de análisis y su valentía al abordar temas como la composición racial, la estructura de poder y la idiosincrasia dominicana lo convierten en un autor indispensable para el estudio del pensamiento crítico en el país. Sus reflexiones, lejos de quedar ancladas en su época, continúan generando debate y confrontando al lector con preguntas sobre el presente y el futuro de la República Dominicana.
A pesar de sus limitaciones, Cartas a Evelina se mantiene como un referente tanto en la literatura como en el análisis social dominicano. Su revalorización en tiempos recientes demuestra que las cuestiones que aborda siguen vigentes y que su lectura puede aportar nuevas perspectivas a la comprensión de la sociedad dominicana. En última instancia, Moscoso Puello nos invita a cuestionarnos nuestra historia, nuestras raíces y los desafíos que aún persisten, consolidando su obra como un testimonio crítico de la nación.
Referencias bibliográficas
Moscoso Puello, F. E. (1942). Cartas a Evelina (1.ª ed.). Editora Montalvo.
Moscoso Puello, F. E. (2018). Cartas a Evelina (7.ª ed.). Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU). Colección Clásicos Dominicanos, Serie I: Narrativa.
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