Contrastes morales

En la primera parte analizamos la trama, el narrador, los personajes y la estructura de la extensa e interesante novela Anna Karénina, de León Tolstói.

También se estableció que era una novela tipo coral, donde no se encontrará un protagonista único: que toda gira a su alrededor. Varios personajes interactúan y enlazan sus historias. Aunque Anna es la figura central, la historia se construye en sinergia con varios personajes que enriquecen el relato coral.

Todo va fluyendo de acuerdo a una estrategia del autor que teje las tramas y presenta una dicotomía entre la sociedad burócrata de Rusia del siglo XIX y la vida campesina. También entre la búsqueda de una pasión desenfrenada que se deja arrastrar por las emociones, que lo representan Anna- Vronski, y otros sentimientos que van más allá del amor carnal (en principio, rechazado, pero no se convierte en una obsesión, y espera el tiempo para que renazca un amor dentro de la pureza espiritual), esto los representan Levin y Kitty.

nna Karénina, en una de las caracterizaciones del cine.

Clímax y giros

En esta novela no encontrará un clímax que divida la narrativa. Aunque existen, no hay de manera lineal: inicio-desarrollo-clímax-desenlace.

Lo mismo pasa con los giros, no hay un único giro, sino varios que impactan a los protagonistas. Uno de los giros más sorprendentes y despiadados ocurre cuando Karenin confronta a Anna sobre su infidelidad, esperando aún que lo negara.

Esta fue su expresión:

«—Tal vez me equivoque —dijo. En ese caso le pido que me perdone».

Y ella con firmeza le contestó:

«—No, no se equivoca usted —dijo ella con voz lenta mirando con desesperación el semblante glacial de su marido—. No se equivoca. Estaba desesperada y sigo estándolo. Le escucho a usted, pero es en él en quien pienso. Lo amo y soy su amante. A usted no puedo soportarlo, le tengo miedo, le odio… Haga conmigo lo que mejor le parezca».

Otro ocurre cuando Anna, tras dar a luz a la hija de Vronski, está al borde de la muerte. Karenin, el marido traicionado, se muestra inesperadamente compasivo. Perdona a Anna y extiende su misericordia a Vronski con una frase que desarma cualquier juicio:

Quiero darle mi camisa a quien me arrebata el abrigo.”

Pero después que Anna se mejora se produce otro giro que el lector no esperaba: Cuando Vronski en un intento de suicidio se dio el tiro accidental, que resultó ser un rasguño, volvió a la casa y Anna que había jurado olvidarlo lo aceptó de nuevo. Este evento presenta a Anna como una mujer atrapada en su propia contradicción, incapaz de tomar una decisión firme que la aleje del derrumbe emocional: su voluntad parece quebrada ante la pasión.

Estos eventos son parte del arco narrativo que acompañan a esos personajes y que enriquecen la obra en sentido general. Por ejemplo.

Los giros más preponderantes están en los aspectos morales y ambigüedad psicológicas: Karenin fluctúa entre la rigidez que impone la sociedad a un marido traicionado y una grandeza moral con la frase: “Quiero darle mi camisa a quien me arrebata el abrigo.” Y que posiblemente avergüenza a Vronski. Todo esto rompe con las expectativas morales del lector y lo deja con una visión confusa de un proceder no común.

Hay otros giros que marcan el ritmo de la novela, por ejemplo, cuando Anna decide dejar a su esposo. También cuando se produce el escándalo social que crece en torno a ella, o cuando Kitty es rechazada por Vronski para concretizar el amor con Anna.

En esta novela Tolstoi nos presenta la ambigüedad de la gente: es la esencia del ser humano. Esa debilidad que arropa a una gran parte de la humanidad.

Sociedad e hipocresía

Esta historia nos muestra que la sociedad de esa época era implacable con las mujeres y flexible con los hombres, y lo demuestra con la dureza que es juzgada Anna, mientras Stepán “Stiva” Oblonski, hermano de Anna, vive despreocupado, pese a sus continuas infidelidades, protegido por el encanto y la tolerancia social hacia las faltas masculinas.

Como podemos ver, Tolstói inicia la novela con una trama de infidelidad de parte de Stepán. Al parecer busca enrostrar ese comportamiento, que, aunque no con esa dureza, prevalece en la actualidad.

Anna Karénina: un espejo de la complejidad humana en la obra maestra de Tolstói (II)

Análisis sobre la extensión de la novela

Las tensiones en la novela son varias, aunque al ser muy extensa ralentiza la agilidad de la narrativa, que consume mucho tiempo en el campo, y en otros temas, que quizás al lector de estos tiempos no le interesa. Cabe la posibilidad que Tolstói haya intentado expandirse sin ninguna presión para contraponer la vida campesina con la de la ciudad y con ello mostrar a Levin como una persona enfocada en cosas más concretas, comparada con las fiestas y los protocolos de la gran ciudad.

¿Levin, alter ego de Tolstoi?

Todo esto se liga a que muchos críticos literarios y estudiosos de Tolstói ven en Levin en gran medida, su alter ego. Su pasión por el campo y los valores que en él habitan lo dejan al descubierto.

George Steiner En su ensayo Tolstoy or Dostoevsky sustenta que la actuación de Levin está claramente vinculada a la experiencia personal de Tolstói, mientras que Henri Troyat, biógrafo de Tolstói, suscribe que varios episodios en la vida de Levin como el matrimonio con Kitty, su conflicto espiritual están expresados en la biografía del autor. Mientras que Vladimir Nabokov también reconocía que Levin era una “transparente proyección de Tolstói en la novela”, especialmente en su matrimonio con Kitty (similar al de Tolstói con Sonia).

Nombres de los personajes y su impacto en el lector

Uno de los puntos que chocan en la novela con el lector hispano son los nombres rusos, hasta algunos parecidos, así mismo, con el uso de varios nombres refiriéndose a la misma persona. Eso desconecta un poco al lector teniendo que volver hacia atrás para saber de quien se trata. Por ejemplo:

Anna Arkádievna/Anna/Anna Karénina/Karenina— todos usados en distintos contextos. Por eso, un mismo personaje como Stepán Arkádievich Oblonski puede aparecer como Stepán, Arkádievich, Oblonski o Stiva. Lo mismo ocurre con Konstantín Dmitrievich Levin, llamado Levin en la narración, pero “Kostia” por sus seres queridos.

¿Qué dicen los entendidos sobre el uso de diferentes nombres en una novela?

En este aspecto Gabriel García Márquez expresó en una entrevista (Fuente: El olor de la guayaba, conversaciones con Plinio Apuleyo Mendoza) que: “No hay que confundir al lector con nombres parecidos si no es parte de la intención narrativa.”, aunque usó en Cien años de soledad varios personajes con nombres muy parecidos (esto sería análisis de otro artículo), en ese sentido, a algunos lectores se le dificulta aprenderse los mismos quitándole un poco de velocidad y concentración.

El periodista y escritor Italo Calvino, en Seis propuestas para el próximo milenio, Calvino habla de la "exactitud" como valor literario: “Un personaje empieza a existir desde que se le da un nombre. Cambiarlo o diversificarlo cambia su identidad.”

El novelista, ensayista y dramaturgo checo-francés, Milan Kundera en el arte de la novela, defiende que el nombre de un personaje puede ser una carga simbólica o estructural: “Un escritor debe ser preciso hasta en el uso de los nombres, porque son parte del ritmo, la forma y la transparencia del relato.”

Aunque en el caso en Anna Karénina y de otras novelas de la literatura rusa, Tolstói usa nombres, diminutivos y formales o afectuosas para mostrar las relaciones sociales y emocionales entre los personajes. Mayormente cuando son personas de confianza usan una especia de apodo, que es realmente como comúnmente se usa en la vida diaria.

La realidad que esta diversidad de nombre confunde al lector extranjero y puede crear la sensación de que hay más personajes de los que realmente hay.

Si lo vemos desde la narrativa moderna, le provoca un ruido al lector, donde la gente busca el minimalismo, porque la agitada vida y los millones de informaciones que tiene en internet y más con la inteligencia artificial, el tiempo le queda corto para concentrarse en historias extensas sin una justificación. Para leer Anna Karènina hay que estar decidido y revestirse de paciencia, no porque sea una historia aburrida, al contrario, resulta entretenida, solo que lo expresado anteriormente tiene un gran impacto en las nuevas generaciones de lectores.

Una reflexión

Si analizamos de manera profunda esta historia de Anna Karénina vemos que no es solo la historia de un adulterio, sino, que de manera profunda analiza la conducta del ser humano, enfocado en sus debilidades y fortalezas. También analiza el comportamiento de la oligarquía rusa que se contrapone a la vida del campo.  También presenta a un Levin, al inicio incrédulo en el aspecto espiritual, para terminar rendido ante la divinidad saboreando la paz y la armonía al comprender que vivir para el bien es vivir con sentido. Y bien lo dijo él: «Tal vez sea porque disfruto con lo que tengo y no ambiciono lo que me falta».

Al final, la novela nos deja con una lección ambivalente: la felicidad es posible, pero no es uniforme, y solo se alcanza aceptando que la vida combina luz y oscuridad. Tolstói nos invita a mirar más allá de la tragedia y descubrir, en lo sencillo y auténtico, la verdadera plenitud.

Por último, me sorprendió gratamente encontrar en la novela palabras y expresiones como: Enfurruñado, arrebujada, barruntaba, aturulló, entreveraban, farfulló, emperifolladas, tunantes, incordiar… Muy parecidas a las que usaban nuestros viejos en el campo, allá en el lejano Polo de Barahona, y que creíamos meras invenciones locales como: Engurruñao, arreburujao, aturrullò, entreverao, farfullero, emperifollao, tunante, incordio…

Esta coincidencia lingüística —quizás casual, quizás fruto de raíces compartidas— añade un sentimiento más con Tolstói. Esto nos lleva a una reflexión, aunque distantes en geografía y tiempo, las emociones, las palabras y las costumbres rurales pueden encontrar ecos inesperados a través de la literatura.

josedespinosa@gmail.com

EN ESTA NOTA

José D. Espinosa Féliz

Ingeniro y escritor

José D. Espinosa Féliz es ingeniero civil, escritor, conferencista. magister ejecutivo en gestión de proyectos. Tiene especialidad en Alta Gerencia, diplomados en relaciones públicas, en maestría de ceremonias y en oratoria. Además, es Locutor profesional. Por más de veinte años ha sido articulista de temas técnicos, sociales y políticos. Libros publicados: Fundamentos básicos y guía en la construcción de carreteras, El éxito integral, una obra de autoayuda; A corazón abierto, libro de poemas; La extraña obsesión de Waldo Tenerife, (Novela); Héroes en tiempos de coronavirus (cuentos, Decisiones extremas (novela); “Espermatozoides con inteligencia artificial” (cuentos) y “Olor a ti” (poemas). josedespinosa@gmail.com

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