Este viernes 11 de abril, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, anunció que el racionamiento de agua en la capital finalizará, luego de que la ciudad superara "la peor crisis" hídrica en su historia. La medida, que iba a estar en vigor sólo por unos meses, duró un año. Ahora las autoridades locales celebran la gestión de la crisis y se muestran optimistas.
"Después de un año de la peor crisis de agua que ha tenido Bogotá en su historia, podemos anunciar hoy que mañana (sábado) a las ocho de la mañana termina el racionamiento de agua en Bogotá", aseguró Carlos Fernando Galán, alcalde de la capital colombiana, este viernes 11 de abril.
Con esas palabras, Galán puso fin a las jornadas de racionamiento de agua en Bogotá, un año después de que la restricción entrara en vigor por la peor crisis de abastecimiento de la ciudad.
Según el alcalde, el 2024 fue “el año más seco en términos de afluencias al sistema de abastecimiento de agua”, por lo que el nivel del sistema Chingaza —la principal red hídrica de las que abastecen a la capital— disminuyó y condujo a las limitaciones.
En ese sentido, cuando se anunciaron los racionamientos en Bogotá —que fue dividida en nueve sectores— Galán dijo que debido a la escasez de lluvias, agravada por el fenómeno de El Niño, el nivel de Chingaza estaba en un nivel “crítico”, en el 16,52% de su capacidad, lo que serían 48 millones de metros cúbicos.
"Fue un año que implicó sacrificios para muchos. Pero gracias a las decisiones técnicas que se tomaron en Bogotá, que tomó el Acueducto, gracias al comportamiento ciudadano, gracias al racionamiento (…) hoy podemos dar por superada esa crisis que vivió Bogotá", subrayó el mandatario local.
¿Qué hizo posible que terminara el racionamiento?
Las restricciones en el suministro hídrico duraron más de lo planeado, ya que en un principio la medida solo sería aplicada unos meses.
El levantamiento del racionamiento dependía de cómo el porcentaje de lluvias en Bogotá contrarrestara "el año más seco" por el que había pasado la ciudad.
Las fuertes lluvias que cayeron en la capital colombiana casi a diario desde comienzos de este año —causando incluso inundaciones— recuperaron el nivel de los embalses y permitieron levantar el racionamiento con el cual se ahorraron 46 millones de metros cúbicos de agua en un año, de acuerdo a Natasha Avendaño, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB).
Avendaño explicó que "el nuevo año hidrológico", que comenzó a finales de marzo, "cambió la tendencia" de las lluvias y hoy el sistema de Chingaza tiene almacenados 118 millones de metros cúbicos de agua más que el 11 de abril de 2024, por lo que está en el 40,80% de su llenado.
Sobre la forma en cómo fue abordada la crisis, Galán dijo este viernes que “las decisiones siempre fueron tomadas con criterio técnico”, y enfatizó en que su Administración nunca se dejó “llevar por algún tipo de posiciones políticas que tuvieron algunos actores”.
Por su parte, durante su declaración de hoy, la gerente de EAAB se mostró expectante sobre el futuro de la situación del recurso hídrico en la capital. "Y para poder tener esa tranquilidad de levantar el racionamiento es porque tenemos agua suficiente para 2025 y llegar al inicio del año hidrológico de 2026″, sentenció.
¿Qué provocó la crisis de agua en Bogotá?
La falta de lluvias durante el 2024 fue uno de los principales factores por los que los bogotanos se quedaron sin agua periódicamente durante un año. Sin embargo, no fue el único agravante.
El periódico colombiano ‘El Espectador’ explica cómo “a pesar de tener hoy a disposición miles de millones de metros cúbicos de agua en varios embalses”, la sequía del 2024 reflejó “disposición miles de millones de metros cúbicos de agua en varios embalses”.
El diario colombiano explica que “el 70% del agua que consume la ciudad y los municipios aledaños se obtiene del sistema Chingaza”, la red hidráulica cuyos niveles disminuyeron el año pasado.
Expertos citados por el medio local apuntan a que la ciudad es "Chingazadependiente" por los cambios que ha tenido el río Bogotá y por practicidad, puesto que los otros embalses de Bogotá requieren de más tratamiento y “bombeo”.
En ese sentido, el depender mayormente de una sola fuente hídrica fue lo que le pasó factura a la capital colombiana durante los últimos 12 meses.
El agua en Bogotá, fuente de discusión entre Petro y Galán
Toda esta situación puso en relieve las diferencias entre el mandatario local y el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Petro ha hecho énfasis en que “Bogotá va a morir”, puesto que, según él, “una ciudad sin agua es una ciudad moribunda”.
El jefe de Estado atribuye, en parte, la crisis de agua a las obras distritales que adelanta la Alcaldía en distintos puntos de la capital, como la ampliación de distintas vías que la atraviesan y lo que ocurrirá con el complejo hospitalario San Juan de Dios.
En respuesta, Galán ha criticado la gestión del Gobierno de Petro. El mandatario local, en relación con el señalamiento de que Bogotá está “muriendo”, afirmó que el presidente “se equivoca gravemente”.
“Claro que la ciudad tiene muchos problemas que debemos solucionar, pero hoy está jalonando a un país que enfrenta grandes dificultades, mientras su gobierno sale a cazar peleas”, sentenció Galán.
Por el momento, la crisis hídrica parece menguar y entrar en otro capítulo. Sin embargo, parece que los enfrentamientos entre los dos líderes políticos está lejos de tener un punto final.
Con EFE y medios locales
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