Las zonas francas se han convertido en un pilar para la economía dominicana, debido a su atractivo para captar inversión extranjera, su potencial crecimiento en las exportaciones y la capacidad para generar puestos laborales. De hecho, este sector cuenta con 198,000 empleos con salario mínimo de RD$ 18,871 mensuales, de acuerdo con el Comité Nacional de Salarios (CNS) y la Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona).

Estas cualidades han sido aprovechadas por República Dominicana durante años para posicionarse como un destino de zonas francas, sin embargo, el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) afirma que este mensaje limita la atracción y posterior retención de inversiones de alto valor en renglones de electrónica y semiconductores, y la innovación industrial. 

La entidad estatal sugiere al país abordar la promoción en la capacidad en vez de costo, transformación ayudará a la innovación del sector de zonas francas hacia una manufactura avanzada y de tecnología, siendo el punto de partida la industria de los semiconductores o chips.

Agrega que República Dominicana carece de promoción a inversiones específicas de los renglones de alta tecnología como dispositivos médicos, electrónica y aeroespacial, sino que se enfoca en el turismo o industrias secundarias como cine, omitiendo la manufactura avanzada, conforme el informe Estrategia nacional de fomento a la industria de semiconductores.

Además, enfatiza que el país se ha enfocado en promocionar bajos costos y mano de obra barata en lugar de competitividad en la manufactura avanzada.

“Cuando se trata de la promoción de las zonas francas, una narrativa de destino de bajo costo eclipsa las crecientes capacidades de alta tecnología del país”.

El estudio elaborado por mandato del Decreto 324-24, donde el Ejecutivo, Luis Abinader, declara que es de alta prioridad nacional la promoción, innovación y el desarrollo de la industria de semiconductores o microchips, ejemplifica que las naciones de El Salvador y Guatemala cuentan con la oferta de centros tecnológicos, dejando atrás el término de bajo costo.

Asimismo, señala que el país debe centrarse, además, en reposicionar la imagen de alta tecnología, debido a que un énfasis en salarios bajos “corre riesgo de reforzar la percepción de una manufactura poco calificada y de baja tecnología”. 

Agrega que a medida que crece la automatización de las industrias, las decisiones de inversión se basan cada vez más en las habilidades de la fuerza laboral, la eficiencia de la cadena de suministro y el potencial de innovación.

Karla Alcántara

Periodista. Abanderada por los viajes, postres y animales. Ha escrito sobre economía, turismo y cine. Ha cursado diplomados sobre periodismo económico impartido por el Banco Central, periodismo de investigación por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, finanzas por el Ministerio de Hacienda y turismo gastronómico por la Organización Internacional Italo-Dominicano.

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