Las exportaciones de zonas francas aportaron US$ 8,600 millones a la economía en 2024, consolidándose como un mercado atractivo para captar inversión extranjera. Pese a esto, República Dominicana tiene un objetivo claro, diversificarlas a través de la industria de semiconductores.
Sin embargo, el país aún enfrenta retos para impulsar este renglón como altos costos a la energía, subsidios a electricidad que superan el 1.5 % del producto interno bruto (PIB), débil base de suplidores nacionales en la cadena de suministros y elevados costos de producción.
“Las limitaciones estructurales, como la dependencia excesiva en la producción intensiva en mano de obra, la fuerte dependencia de los insumos importados y la integración débil de la cadena de suministro, siguen limitando la competitividad industrial del país y el potencial de modernización y aprendizaje tecnológico”, específica el informe Estrategia Nacional de Fomento a la Industria de Semiconductores (Enfis).
De hecho, el estudio presentado en agosto del 2025 indica que abordar estas brechas será “fundamental” para modernizar el sector manufacturero e “integrar” al país en la cadena global de los semiconductores, sector que moviliza más de US$ 600,000 millones.
“Abordar estas brechas críticas es esencial para mejorar la competitividad del país, fortalecer la integración de la cadena de suministro y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la manufactura avanzada”, indica.
El estudio elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) puntualiza que el país tiene “alta dependencia de la importación y débil base de suplidores nacionales”.
Detalla que la mayoría de los insumos para la manufactura en zonas francas son traídos desde el extranjero, compra que eleva los costos de producción, se enfrenta a las “vulnerabilidades” de la cadena de suministro y “depende” de las divisas.
Además, agrega que las importaciones aumentaron un 108 % entre 2018 (US$ 6,200 millones) y 2023 (US$ 12,900 millones), “lo que pone de manifiesto una cadena de suministro local débil y un valor agregado interno limitado en la manufactura”.
Recursos renovables
La sostenibilidad dejó de ser un simple término para convertirse en el centro de las operaciones de las empresas, para cumplir con estándares de calidad y sostenibilidad, y, a la vez, aportar a la resiliencia contra el cambio climático.
Y no es para menos. República Dominicana se ha fijado como meta producir el 25 % de energía renovable para este 2025 y disminuir su dependencia a los combustibles. No obstante, Industria y Comercio afirma que “la transición lenta hacia la energía limpia se ve obstaculizada por la falta de conocimientos técnicos, la infraestructura inadecuada y los elevados costos iniciales, lo que limita la inversión del sector privado”.
Este planteamiento va de la mano con que las empresas de semiconductores están “obligadas a menudo a cumplir estrictos” requisitos de sostenibilidad ambiental y ampliar su uso de energía hacia una más renovable.
Además, la nación, que que registra un crecimiento promedio de 5 % en su economía, presenta elevados costos de electricidad con un suministro poco confiable.
El organismo estatal expresa que desarrollar el sector de semiconductores y manufactura avanzada “exigen energía estable, confiable, limpia y asequible”, pero la electricidad en las zonas francas nacionales es más cara que en muchos países, precio que reduce la competitividad.
Aunque añade que los marcos legales permiten a los industriales obtener energía directamente de los generadores, lo que evita “la red históricamente poco confiable, para asegurar un suministro más estable y competitivo”.
La entidad estatal señala, además, que el 2.5 % del presupuesto nacional en 2019 fue dirigido a subsidios energéticos, porcentaje que limitó la inversión en reformas energéticas “necesarias para el crecimiento industrial”.
Abordar estas brechas estará alineado con el Decreto 324-24, que el presidente, Luis Abinader, afirmó que el país se puede convertir en un referente confiable, seguro y competitivo para el desarrollo de semiconductores.
El decreto establece que el país puede abordar desde la investigación hasta la logística, acciones avaladas por un clima de inversión favorable, un desempeño exportador sólido y una generación de empleo robusta, de acuerdo con el MICM.
Noticias relacionadas
Compartir esta nota