Los subsidios sociales continúan siendo uno de los pilares del gasto social en República Dominicana. En 2024, estos programas representaron un desembolso de RD$ 43,843.1 millones y alcanzaron a 1,555,355 personas, según la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
El reporte indica que el 55.4 % de los usuarios recibe simultáneamente al menos dos tipos de apoyo estatal.
Por rango de edad, los adultos entre 35 y 64 años concentran la mayor parte de los beneficiarios, con 932,050 personas adscritas a los subsidios. Les siguen los adultos mayores de 65 años en adelante, con 439,755 beneficiarios. En tercer lugar, aparecen los jóvenes de 15 a 34 años, que suman 180,609 receptores.
Estos datos reflejan que la mayor presión de la demanda de subsidios se concentra en la población adulta, mientras que el segmento joven representa una proporción significativamente menor dentro de la red de protección social.
Los programas de asistencia social fue marcado por la cobertura de Aliméntate. De los 1,555,355 dominicanos inscritos en la red de protección social, 1,497,183 pertenecen a este subsidio, lo que equivale al 96.2 % del total. Solo este programa representó un gasto de RD$ 29,590.3 millones durante el año.
Otros subsidios fueron los destinados al consumo de energía y combustibles. Bonogás Hogar registró desembolsos por RD$ 7,478.5 millones, mientras que Bonogás Chofer sumó RD$494.1 millones. En tanto, el subsidio Bonoluz implicó recursos por RD$ 4,507.5 millones.
Además de los grandes subsidios alimentarios y energéticos, una serie de programas complementarios de asistencia social también representaron una porción significativa del gasto público en 2024, orientados a atender a poblaciones específicas y necesidades puntuales.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), que opera en coordinación con el Estado, benefició a 576 personas durante el año, con una inversión de RD$ 13.1 millones.
En el ámbito productivo, el programa Motoben registró recursos por RD$ 72.8 millones, mientras que el apoyo a Agricultura Familiar en Valle Nuevo sumó RD$ 16.6 millones, como parte de los esfuerzos para fortalecer ingresos rurales y prácticas agrícolas sostenibles.
La protección a personas con discapacidad también tuvo un peso relevante: el Fondo de Discapacidad integró a 6,813 beneficiarios y requirió una asignación de RD$ 369.4 millones.
En tanto, el Suplemento Alimenticio para Envejecientes, uno de los programas dirigidos a la población adulta mayor, asistió a 83,320 personas, con un gasto total de RD$ 395.3 millones durante el año.
Los programas educativos y de apoyo a la formación también tuvieron presencia, aunque con menor peso absoluto. Avanza, orientado a incentivar la permanencia escolar, benefició a 121,396 personas con un monto total de RD$ 552.7 millones. Aprende, enfocado en reforzar competencias educativas, alcanzó a 73,097 dominicanos con un gasto de RD$ 129.5 millones.
El Gobierno destinó RD$ 125.1 millones a apoyar a 21,246 estudiantes dentro del programa Incentivo a la Educación Superior, para promover el acceso a estudios universitarios entre la población vulnerable.
Otra de las iniciativas focalizadas es Oportunidad 14-24, destinada a jóvenes en condiciones de vulnerabilidad, que reportó 5,568 participantes y un desembolso de RD$ 5.8 millones.
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