En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) irrumpe como una fuerza transformadora, la República Dominicana se encuentra en una encrucijada histórica. Con una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) lanzada en octubre de 2023, el país aspira a posicionarse como un hub regional de innovación, capturando una porción del mercado latinoamericano proyectado en 500 mil millones de dólares para 2030. Sin embargo, este avance no puede desatenderse sin un marco ético sólido. La ausencia de una normativa específica sobre la ética en la IA expone vulnerabilidades en los derechos humanos, la privacidad y la equidad social, lo que exige una ley integral que equilibre la innovación y la responsabilidad. Este artículo explora las razones imperativas de esta legislación, ancladas en el contexto dominicano y global.
El auge de la IA en la República Dominicana: oportunidades y sombras
La ENIA, impulsada por la Oficina Gubernamental de Tecnologías de la Información y Comunicación (OGTIC), se estructura en cuatro pilares: Gobierno Inteligente, Sociedad Inteligente, Economía Inteligente e Infraestructura Inteligente. Este marco busca automatizar los servicios públicos, personalizar la educación y potenciar sectores como la salud y las finanzas. En el ámbito educativo, por ejemplo, la IA promete herramientas para una enseñanza inclusiva, pero sin guías éticas, podría exacerbar las desigualdades en un país donde el 40% de la población rural carece de acceso equitativo a la tecnología.
El estudio "Estado del Ecosistema de IA en la República Dominicana", presentado por la OGTIC y la UNESCO en marzo de 2024, revela un panorama optimista pero incompleto: el país es el primero de Centroamérica y el Caribe en aplicar la metodología Readiness Assessment Methodology (RAM) de la UNESCO, destacando fortalezas en talento humano y colaboración público-privada, pero debilidades en gobernanza ética y regulación. Como señala el experto José Antonio Guridi, responsable de la RAM, "la gobernanza ética es esencial para un ecosistema que beneficie al bien público". Sin una ley que operacionalice estos principios, la IA podría perpetuar sesgos algorítmicos, como en sistemas de crédito que discriminan por origen étnico o género, un riesgo latente en economías emergentes como la nuestra.unesco.org
Riesgos éticos: de la discriminación a la erosión democrática
La IA no es neutral; sus algoritmos reflejan los datos con los que se entrenan, a menudo sesgados por desigualdades históricas. En la República Dominicana, donde la Ley 172-13 de Protección de Datos Personales data de 2013 y no contempla desafíos de la IA generativa, como la deepfake o la manipulación electoral, urge una actualización. Un informe de Omdena sobre integridad electoral en 2024 demostró cómo la desinformación impulsada por IA afecta a la juventud dominicana, socavando la confianza en procesos democráticos.acento.com.doomdena.com
Globalmente, la Recomendación de la UNESCO sobre la Ética de la IA (2021), adoptada por 193 Estados miembros, incluida la República Dominicana, enfatiza valores como la dignidad humana, la no discriminación y la transparencia. En Europa, el AI Act (2024) clasifica los sistemas por riesgo y prohíbe usos de alto riesgo, como la vigilancia masiva. Latinoamérica, con la Declaración de Santiago (2023), firmada por 20 naciones, aboga por una "tercera vía" que integra los derechos humanos sin asfixiar la innovación. La República Dominicana, como sede de la Tercera Cumbre Ministerial sobre Ética de la IA en octubre de 2025, debe liderar la implementación de una ley que incorpore dichos estándares.
Avances legislativos: un proyecto en gestación
El Senado dominicano analiza el Proyecto de Ley Orgánica que Regula los Sistemas de IA, sometido por el Presidente de la Comisión de Educación Superior, Senador Rafael B. Duluc Rijo, de la Provincia La Altagracia, y otro proyecto sometido o propuesto por el senador Omar Fernández e introducido en 2025 por la Comisión de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Esta iniciativa busca un marco jurídico centrado en los derechos fundamentales, la transparencia y la ética, fomentando la innovación sin comprometer la seguridad. Paralelamente, la Cámara de Diputados discute un proyecto similar de Tobías Crespo, que crea el Consejo Nacional de IA (CONIA) y prohíbe usos militares o manipuladores. Además, la OGTIC busca consultores para elaborar un Código de Ética en IA, alineado con la Open Government Partnership.
Estos esfuerzos reflejan un consenso: la regulación no debe ser reactiva. Como advierte Gilberto Objío Subero, experto en derecho, "se necesitan leyes que aseguren un uso ético y responsable, transversalizando la ética en la administración pública". En el sector financiero, conferencias como el CIFA-SELATCA (2024) han destacado la necesidad de explicabilidad de los modelos de IA para el riesgo crediticio.
Hacia una ley visionaria: recomendaciones que le hacen al legislador
Para que esta normativa sea "para el futuro", debe inspirarse en modelos híbridos: la flexibilidad del AI Act europeo y el enfoque regional de la Declaración de Santiago. Recomendaciones clave:
- Principios fundacionales: Incorporar los 11 valores de la UNESCO, como la proporcionalidad y la sostenibilidad ambiental en IA.
- Clasificación por riesgo: Sistemas de bajo riesgo (chatbots educativos) con registro voluntario; alto riesgo (vigilancia o salud) con auditorías obligatorias.
- Instituciones independientes: Fortalecer CONIA con poderes sancionadores y un sandbox regulatorio para pruebas éticas.
- Inclusión social: mandatos para la alfabetización en IA, siempre fundamentados en la ética, enfocados en mujeres y comunidades vulnerables, y prohibición de sesgos discriminatorios.
- Cooperación internacional: Alianzas con CAF y UNESCO para centros de cómputo regionales.
La Asociación de Marketing Digital e Innovación Dominicana (AMID) enfatiza que "la consolidación del liderazgo regional dependerá de la inversión local y la gobernanza ética".
Conclusión: ética como motor de soberanía tecnológica
La República Dominicana no puede permitirse el lujo de una IA desregulada. Una Normativa Ética sobre la IA no es un freno a la innovación, sino su guardián: asegura que la tecnología sirva al pueblo, no lo subyugue. Con la cumbre de 2025 en el horizonte, el Congreso tiene la oportunidad de legislar con audacia, alineando al país con un futuro inclusivo y soberano.
Como nación caribeña en ascenso, dominemos la IA antes de que nos domine. El tiempo apremia; la ética perdura.
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