La Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad (IDEC) presentó en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) el informe de cierre de su primera década, destacando logros, estancamientos y desafíos del sistema educativo preuniversitario.
IDEC: del Observador Persistente a la Brújula Necesaria
Desde una mirada de exministra, asesora de organismos del Estado y protagonista de las reformas educativas, destaco que:
Amigos en la Educación, colegas de todo el país y de la región. No tengo por qué hoy venir a hablarles de cifras, sino de una década que acaba de rendir cuentas. Y esa cuenta la ha rendido IDEC, una institución que ha marcado la diferencia en la historia de la educación dominicana. Sus autoridades son ilustres miembros educadores de la sociedad civil al servicio de la comunidad nacional, a la que IDEC se debe y ha acompañado a lo largo de estos años, señalando aciertos y debilidades que hoy de manera resumida nos han presentado al cumplir 10 años de existencia en los medios del ambiente educativo nacional en el nivel preuniversitario del sistema.
Esa Iniciativa que nació para ser conciencia vigilante de nuestra educación, presentó su informe. Y lo que hemos aprendido es que, aunque hemos invertido como nunca, no hemos aprendido como debiéramos. El país ha ampliado aulas, pero no ha multiplicado aprendizajes. Ha extendido horarios, pero no ha extendido sueños cumplidos. IDEC ha sido testigo y faro, pero ahora le toca ser brújula. Y todos debemos estar atentos. Como ya he dicho en varias ocasiones, si no enderezamos el timón, nos estrallaremos contra los farallones. Y eso no debemos permitirlo… Si la guagua está en reversa, pongámosle el cambio hacia adelante y usemos la brújula del IDEC para poder salir hacia arriba y marchar triunfante con una nación que merece un más digno futuro.
Como ciudadana, como educadora y como madre de muchas generaciones, quiero decirles que el tiempo de esperar ya pasó. Ahora es el tiempo de exigir y de construir. Yo estoy en disposición de hacer un mea culpa, si tengo que hacerlo. Pero en los pocos años que me quedan, quiero seguir aportando. Tengo que entregar ese granito de arena que haga posible un cambio. Pero me refiero a un cambio de verdad. En el que el capital humano sean las gentes, los muchachos, los niños egresados de la escuela y de la universidad, así como egresan del INFOTEP que, con una institucionalidad de vanguardia, sigue marchando hacia adelante y nadie lo detiene. Tenemos que construir un nuevo país. Un país donde cada niño tenga no solo acceso a una escuela, sino derecho a una buena educación. Porque como siempre digo: Educar es enseñar a vivir mejor. Y el país que los niños sueñan, todavía está en construcción. No lo hagamos esperar otros diez años.
Hemos tenido en estos 10 años, grandes logros. He dicho, repito y seguiré repitiendo que no es verdad que todo esté perdido. O por lo menos no toda la culpa se le debe echar ni al sistema ni a los gobiernos de los últimos 10 años. ¡No! Todos somos culpables, si no hemos avanzado donde quisiéramos y donde apuntábamos como en la mirilla del rifle, cuando obtuvimos gracias a los paraguas amarillos, el financiamiento que creíamos entender en el momento y con atraso desde el 1997, en ese 1912, frente a las elecciones nacionales que han debido cambiar el rumbo de la historia de la educación dominicana. pero los más culpables han sido los que debieron haber concentrado todas sus fuerzas y saberes en las aulas donde los niños aprenden.
¿Que debimos pensar y actuar conforme al aumento de la inversión educativa al 4% del PIB desde 2013? Esto es cierto, pero la verdad es que congelarlo en el 4% como que nos ha desanimado. Eso nos dice el economista del MINERD…. yo entiendo que para esta fecha hemos debido estar sobre el 5% del PIB y se habla de reducirlo…. ¡Oh Dios! ¿Será una maldición que nos han echado? ¡Oh Dios!
El haber logrado la ampliación de la Jornada Escolar Extendida, ¿qué ha significado? Bueno, algo indudable que es la seguridad que tienen las madres que dejan sus niños a las 7:30 y van a su trabajo, y regresan a recogerlos a las 4:15 o 4:30. Pero me pregunto, ¿el impacto que esto tiene en la familia, fue para esto que se creó la Jornada Escolar Extendida? No creo… y peor aún, no entiendo qué creer. Las familias se han beneficiado porque al dejar sus niños en un lugar supuestamente seguro (ustedes no saben hasta donde ha llegado la violencia escolar…), los recogen desayunados, merendados, almorzados y de nuevo, merendados. Ahora, ¿para alimentar los niños fue que creamos la Jornada Escolar Extendida? ¡Yo no lo creo! Lo hicimos para que los niños vivieran en la escuela un ambiente más diverso y propicio para su crecimiento, y que nos asegurara que ese ambiente haría posible que los niños aprendieran. Eso es todo, ¡que los niños aprendan!
Sí, hay una cobertura creciente en nivel Inicial y Secundario. Pero ¿ha significado en el sector público que es del que yo, como maestra, aquí describo que hayan mejorado los aprendizajes?
Yo pienso en algo que me van a decir los pocos o muchos que nos lean. La Profesionalización Inicial Docente con normativas nuevas (aunque aún débiles) podría ser la falla. Y si no es la Normativa, lo es que ¡no hemos logrado de todos los que están disfrutando la burbuja, que se den cuenta que fuera de esa burbuja en que están disfrutando el poder que es siempre pasajero, (pregúntenmelo a mí que ni cuenta me di que lo pude haber tenido y no me di cuenta que lo tenía o no lo disfruté o no sé qué…) quizás, o que no saben qué hacer, o que lo que hacen no es lo mejor ni lo más ético, pero amigos, sí, amigos! Es que nos estamos jugando con candela.
¡No nos engañemos que, si la inversión extranjera sube, o si traen todas las zonas francas del mundo al territorio dominicano, o si las remesas se disparan, porque ustedes saben que se van a caer con la caída de la economía americana, no nos engañemos! No van a seguir llegando los millones de turistas que dejarán los millones de Chanflín. No porque hayamos pedido belleza, ni porque el mar crezca y se lleve las playas, o porque se traguen las olas las orillas del mar, o porque las montañas se cuarteen o porque en ellas se esconden los maleantes como sucedió, no con maleantes, ¡válgame dios!, sino con nuestros héroes que murieron en las montañas víctimas de la tiranía que en mayo 30 del 1961 finalmente murió y nos liberamos, recuperando aun dentro de las incertidumbres lo que Duarte y los trinitarios nos legaron.
Es que si la economía mundial por causas exógenas a nuestra nación o como consecuencia de los malabares con los vecinos, no seguirán llegando turistas ni tampoco será porque las autoridades hayan perdido el norte de su responsabilidad. ¡No¡ Es que el bajón de la economía mundial nos afecta en todo el universo, y aunque podamos ser de lo que mejores estamos, nos va a afectar. Y entonces, ustedes me preguntarán: ¿qué hacemos? Pues por algún lado hay que empezar. Paso a paso, sin descansar, se llega a Roma. Y en educación, no se engañen. El cambio toma una generación y no importa si Papa Dios es el que manda, sigue tomando una generación. ¿Entonces?
¡¡¡Despoliticemos, señores, el sistema educativo!!! Creamos que tiene dolientes, sí, dolientes. ¿Quiénes? Los principales dolientes son los mismos niños que van a la escuela y no aprenden. No porque no tengan la capacidad de aprender, no, porque en muchísimos casos no tienen un docente que les sepa enseñar. Porque la mayoría de los docentes no se sienten ser “empleados” del sistema, de la “sede” como vulgarmente se le llama a la jefatura del estado mayor de la educación preuniversitaria. Ellos son de “otros”, de los que tiene el signo de pesos en la frente, y su misión es tratar de saciar la sed que no se satisface con nada. Todos tenemos sed… pero hay sed…y hay sed… Como también hay límites. Ubiquémonos en la realidad.
Si de 70,000 que se inscriben en un concurso para optar por la carrera docente, y solo el 22 o el 25% aprueban, ¿qué les dice esto? ¿A quiénes engañamos? ¿A los que nos metemos las manos en los bolsillos y pagamos los impuestos y estamos dando $100,000 anuales por cada aspirante a maestro, y el 75% se queda en el camino? Por qué no se ha hecho con la calidad que el MEPYD lo hacía, hoy, el Ministerio de Economía, para ver ¡cuánto nos cuesta un maestro! Hagámoslo, pero dejémoslo saber. Transparentemos las verdades de un sistema, que ayer, en el IDEC, entre otras debilidades que llamaron “Desafíos”, nos dijeron que los persistentes (los llamados “desafíos”, son, entre otros:
- Estancamiento en los aprendizajes básicos (PISA, ERCE).
- Formación docente poco articulada con las necesidades del aula.
- Escasa implementación de evaluación continua y efectiva.
- Poca cultura de gobernanza colaborativa y evaluación con consecuencias.
Conclusión: “IDEC ha sido actor fundamental en la vigilancia de los compromisos del Pacto Educativo. Sin embargo, el sistema sigue atrapado en un ciclo de baja calidad que requiere un nuevo contrato social por la educación, centrado en el aprendizaje real y la equidad.” Hagamos realidad el cumplimiento de nuestra Constitución. ¡Despoliticemos, saquemos el clientelismo de las aulas no importa el jerarca que consiguió los votos y ahora tiene que pagar por ellos, no!!! ¡¡¡No!!! Y ¡noooo!!!
Hagamos realidad que la Educación es la Prioridad Nacional. Formemos maestros de calidad. Alfabeticemos a los niños con lealtad a la edad oportuna para que dominen la lectoescritura y sepan pensar y razonar, para que aprendan a ser pensantes y ciudadanos críticos. Si aprenden a leer, leerán para aprender. Y se convertirán, la escuela los convertirá, siguiendo su papel de formador y orientador, o con el apoyo del hogar (si lo hay), en un hombre/mujer de bien que solo así llegaremos a construir desde la escuela y una legislación que el pais requiere para los nuevos tiempos y que los niños sueñan y que el Defensor del Pueblo los invitó a soñar. Despertemos, y hagamos realidad el sueño del país que los niños quieren.
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