Recientemente visité mi muy querida ciudad de Puerto Plata para reunirme por unas horas con unos amigos que venían a bordo de uno de los tantos cruceros que llegan a esta ciudad. Ese día, dos cruceros atracaron simultáneamente en cada uno de los puertos turísticos —Amber Cove y Taino Bay—, por lo que coincidí con miles de visitantes que bajaron a disfrutar de las múltiples excursiones que ofrece el destino o a recorrer las principales calles de la ciudad. Sentí que eran demasiadas personas para esas calles estrechas y los pocos restaurantes disponibles; sin embargo, algunos residentes me explicaban, a modo de queja, que estos eran escasos dado que hay días en los que llegan cinco cruceros a la vez a los puertos de la ciudad.

En los últimos meses, el incremento notable en la llegada de cruceros ha puesto a la ciudad en el centro de atención internacional. Según estadísticas oficiales, el pasado año 2024, el país recibió 2,626,529 excursionistas por vía marítima, de los cuales 2,186,059 arribaron a los puertos de Puerto Plata; es decir, cerca del 83.25%, un hito sin precedentes que llena de entusiasmo al sector turístico, pero que también enciende luces de alerta.

Es innegable la grata noticia: más cruceros significan más visitantes, más divisas y más oportunidades para emprendedores de la región. Desde vendedores ambulantes hasta turoperadores, el crecimiento se traduce en una dinamización económica que beneficia a cientos de familias. Sin embargo, como ocurre en muchos destinos con alto flujo turístico, también se presenta la necesidad de replantearse el crecimiento para prevenir los impactos negativos del sobreturismo.

El sobreturismo (overtourism) sucede cuando el número de turistas excede la capacidad de acogida de un lugar, impactando la infraestructura, el medioambiente y la calidad de vida de los residentes. Puerto Plata, caracterizada por su singular encanto y su creciente popularidad, no se encuentra al margen de este fenómeno.

El flujo masivo de turistas, tal como sucedió recientemente, puede provocar:

  • Obstáculos viales (tapones) en zonas céntricas y turísticas, dificultando la movilidad tanto para visitantes extranjeros como para residentes.
  • Presión sobre servicios fundamentales como el expendio de comidas, agua potable, la electricidad y la recogida de desechos, que pueden colapsar ante una demanda anormal.
  • Impacto ambiental, especialmente en la generación de desechos sólidos, contaminación del aire por transporte terrestre y marítimo, y deterioro de zonas naturales.
  • Pérdida de la experiencia turística genuina, al transformar sitios icónicos en áreas sobrepobladas.
  • Tensiones con la comunidad local, que en ocasiones vea alterado su ritmo de vida y en algunos casos se sienta desplazada de sus propios espacios.
  • Riesgos sanitarios y de seguridad, debido al hacinamiento, la falta de control en zonas de alto tránsito y la escasa habilidad para reaccionar ante situaciones de emergencia.

No obstante, existen numerosas acciones que pueden y deben realizarse, iniciando con la planificación inteligente. El secreto para incrementar las ventajas del turismo de cruceros, sin comprometer la sostenibilidad del lugar, radica en una adecuada administración proactiva y coordinada. Algunas acciones recomendadas incluyen:

  • Escalonar horarios de llegada y desembarque de cruceristas, en coordinación con las líneas navieras y autoridades locales.
  • Mejorar la infraestructura urbana y turística, ampliando vías de acceso, zonas de tránsito y estacionamiento, e invirtiendo en un sistema de transporte público moderno y eficiente. (A los turistas de cruceros les atrae utilizar el transporte público en las ciudades a las que arriban).
  • Diversificar las rutas y ofertas de excursiones, promoviendo visitas a comunidades rurales, experiencias culturales distintas y áreas menos frecuentadas, con el fin de repartir la carga turística.
  • Potenciar los servicios fundamentales, reforzando temporalmente el personal de limpieza, seguridad y atención al visitante.
  • Impulsar campañas de educación y concienciación turística, fomentando el respeto al entorno natural y las normas locales.
  • Monitorear el flujo turístico en tiempo real mediante la tecnología y recolectar comentarios tanto de visitantes como de residentes.

Puerto Plata tiene una oportunidad prometedora para establecerse como el principal destino de cruceros en el Caribe, siempre que se maneje con una visión de largo alcance. El éxito no solo se cuantifica en cifras, sino en cómo dichas cifras influyen de manera positiva en la comunidad, el medioambiente y el visitante mismo.

La experiencia de otros destinos internacionales nos muestra que prever es más beneficioso que rectificar. No se busca obstaculizar el crecimiento, sino hacerlo sostenible. Si el turismo es nuestra gran apuesta, la planificación debe ser nuestra mejor jugada.

Magaly Toribio

Mercadóloga y Hotelera

Magaly Toribio, Hotelera y mercadóloga por convicción, politóloga para intentar entender el mundo, amante de las palabras y la buena lectura. Ex- viceministra de turismo, reconocida en múltiples ocasiones por los principales gremios del sector turístico nacional e internacional. Experta en marketing turístico y gestión sostenible de destinos turísticos. Investigadora, académica y consultora privada de empresas, universidades y destinos turísticos. Presidente de la empresa TARGET Consultores de Mercadeo y creadora de la primera empresa del país suplidora de soluciones de movilidad para turistas con discapacidad, Scooters DR.

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