La centelleante imagen de un funcionario puede irse a pique si lo acusan de ineficiente o haragán. Tales improperios con frecuencia se deben a la maledicencia política, aunque también pueden reflejar desconocimiento o falta de información. Por eso llama la atención los reportes de prensa sobre la pobre ejecución presupuestaria del MITUR, la cual ha sido sorprendentemente baja en los últimos años. La frondosa publicidad que recibe su incumbente no va a la par con esa intrigante situación. Si esa incógnita no se aclara podría empañar las aspiraciones presidenciales de nuestro adalid turístico.

La ejecución presupuestaria de un ministerio es un factor importante cuando se evalúa su gestión. La DIGEPRES la define como la “etapa del proceso presupuestario en la que se perciben los ingresos y se atienden las obligaciones de gastos, de conformidad con los créditos presupuestarios (apropiaciones), autorizadas en la Ley de Presupuesto General del Estado, aprobada anualmente por el Congreso Nacional.” A su vez, “la eficiencia es el término que nos permite calcular dicha relación, es decir, es el concepto que posibilita medir cómo utiliza el sector público los recursos o gasto que tiene asignados para cumplir con la prestación de servicios a la sociedad.” Una baja ejecución presupuestaria del MITUR entonces puede ser interpretada como que ni ministerio ni su ministro cumplen sus funciones.

Según datos provenientes de la prensa, la ejecución presupuestaria del MITUR se ha retrasado sensiblemente por lo menos durante los últimos años. La gráfica #1 muestra los datos sobre los montos de su asignación anual, lo ejecutado y el porcentaje de ejecución para el periodo 2022-2025. Ya en el 2023 se nota un bajón en la ejecución del MITUR de 73.5% en el 2022 al 42.6%. En el 2024 el MITUR tuvo la menor ejecución de todos los ministerios, mientras en los primeros 5 meses del cursante 2025 el MITUR no llega a un 20%, siendo la más baja del periodo junto a Energía y Minas. ¿Significa este patrón presupuestario una notable ineficiencia del ministerio (y/o del ministro)? ¿O es que Hacienda no le entrega los recursos aprobados?

Es chocante que los deslumbrantes reportes sobre las actividades del ministro que hacen la prensa y las redes sociales no compaginan con la baja ejecución presupuestaria reseñada. Una cosa no es compatible con la otra. Tampoco lo es con la avasallante proyección del crecimiento del flujo de visitantes durante el periodo mencionado. Lo lógico sería que el gasto presupuestario desbordara las asignaciones del ministerio para poder exhibir los descollantes logros. Pero ese no parece haber sido el caso. De ahí que cabe preguntarse, apelando a la salsa aquella: “¿Cómo lo hace? ¿Cuál es el negocio?” Ni su impresionante CV puede explicar esa magia.

La no concordancia entre una cosa y la otra se percibe claramente en materia de la promoción turística internacional, a todas luces la principal prioridad de su gestión. En 2022, del presupuesto asignado a promoción internacional (RD$ 1,783.7 millones), se ejecutó aproximadamente el 51.1 % (RD$ 911.5 millones). La gráfica #3 indica que la discrepancia entre lo aprobado y lo ejecutado también se nota en los siguientes años, llegando en el 2023 a apenas un pírrico 9.6%. Sorprende, además, que el ministro haya declarado que ha hecho unos 87 road and trade shows en el exterior, además de que, según reporta el portal de ADOMPRETUR, para ello dice haber hecho unos 60 viajes y que no ha cobrado viáticos para esos viajes. Eso es algo que de seguro no tiene precedentes en la historia de los ministros del país y mucho menos entre los antecesores en el MITUR.

Otras actividades del ministro en el exterior podrían acrecentar el misterio. Hace algunos años que acertadamente decidió que el MITUR no patrocinaría la romería de periodistas que anualmente llevaban los incumbentes anteriores a ITB Berlín y/o a FITUR, dos de las más importantes ferias turísticas europeas. Se sospecha, sin embargo, que por su gestión ante el Banco Popular y el Banreservas esas entidades asumieron los gastos correspondientes por lo menos para FITUR en los últimos anos. Pero la mayúscula inversión crediticia que tienen esas dos entidades bancaria en el sector turístico bien justifica que carguen con parte de los gastos de promoción internacional, incluyendo las cenas de gala que ofrecen durante esos eventos.

Durante la gestión del ministro también el MITUR ha logrado emprender algunas importantes obras físicas que mejoran algunos aspectos de nuestro producto turístico (ver gráfica #4). Según un reporte de prensa, “desde el 2021 hasta el 2023, el MITUR se ha involucrado en la construcción y remozamiento de obras de infraestructuras turísticas que garanticen el acceso hacia las áreas vacacionales en las zonas costeras y mantengan la seguridad en los destinos. Esta labor ha generado la adjudicación de 64 obras de infraestructuras turísticas.” La inversión total ascendió a RD$6,264.

De ahí en adelante ha sido notable la preferencia por los malecones (Cabrera, La Romana, Puerto Plata, Samaná, San Pedro, Santo Domingo Este, Pedernales, Haina) y los balnearios (Las Marías, Los Rios, Macao, Los Patos, Saladilla, Palenque, Las Galeras). Hasta en la Ciudad Colonial MITUR el MITUR ha contribuido con aportes de su presupuesto y promete una gran intervención en Boca Chica.  No se entiende, sin embargo, obras como el remozamiento del parque de Bánica y la contribución a la remodelación del restaurant de la Armada en Sans Souci. Además, el ministro ha entregado a las universidades involucradas en la investigación del sargazo un millón de dólares para apoyar sus actividades.

Es conocido que durante la gestión del ministro como alcalde de Santo Domingo logró labrarse la reputación de eficiencia y transparencia. Con la ayuda del PNUD renegoció onerosos contratos de la entidad edilicia y ahorró miles de millones. En el caso de su gestión en el MITUR, y siguiendo con esa tradición, creó un cuerpo de veedores para supervisar la adjudicación de las obras del CEIZTUR y ha fortalecido la proyección de su imagen como un funcionario eficiente y transparente. Sin embargo, las discordancias entre lo presupuestado para su cartera y lo ejecutado arrojan interrogantes que deben ser satisfechas. ¿Cómo es posible que en octubre del 2023 haya declarado que tenía US$100 millones para la promoción internacional y que, a pesar de los US$100 millones y los 87 road shows, el flujo turístico solo creció un 1% en el primer semestre de este año?

Aclarar las incongruencias señaladas más arriba es una tarea imprescindible para que el ministro pueda fortalecer su imagen de funcionario eficiente. Sus aspiraciones presidenciales están en juego. Y esa aclaración debe evitar que la DGEIG, espoleada por rumores de que recibe apoyo de prominentes empresarios, tenga que investigar. Si sus aclaraciones convencen podrá oír los bramidos de las simpatías populares y acercarse más a su meta de ser coronado como el candidato presidencial del PRM. De no hacerlo la guadaña de la maledicencia le restara brillo.

Juan Llado

Consultor económico

Con entrenamiento universitario en los campos de la psicología, las ciencias políticas, la educación y la economía, obtuvo títulos universitarios en EEUU y se desempeña actualmente como consultor económico y articulista. Su experiencia de trabajo ha sido diversa, incluyendo misiones de organismos multilaterales y gerencia de proyectos internacionales. El principal hobby es la investigación y las tertulias vespertinas en el Centro Histórico de Santo Domingo. Aunque no partidarista y un libre pensador, ha abrazado últimamente la causa de la alternancia en el poder como requisito cumbre para fortalecer la democracia dominicana.

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