Desde 1844 hasta la fecha, la República Dominicana ha contado con más de una centena de ministros de Educación. Por la curul han pasado intelectuales de la talla de Pedro Henríquez Ureña, Max Henríquez Ureña, Francisco Henríquez y Carvajal, Julio Ortega Frier, Víctor Garrido y Joaquín Balaguer.
Jacqueline Malagón asumió como secretaria de educación en 1992, posicionándose como una de las funcionarias de educación mejor formadas en ocupar su posición. Su currículo académico es impresionante. Posee una trayectoria docente que ha transitado por todos los peldaños de la labor magisterial y un ejercicio educativo realizado desde su marcada inteligencia y desde su gran laboriosidad, que aún hoy, a sus 84 años, resulta sorprendente.
La siguiente entrevista con Jacqueline Malagón (parte I), se enmarca dentro de un proyecto más amplio de situar a los ex ministros de Educación dominicanos en su entorno educativo, mediante entrevistas que aborden como tema central sus centros de aprendizajes primarios, secundarios y universitarios, así como la valoración que hacen de los docentes que fueron sus maestros y de las prácticas pedagógicas que valoran como positivas.
¿Cual es su lugar y fecha de nacimiento?
Santiago de Los Caballeros, 20 de febrero de 1941.
¿En cuales instituciones realizó los estudios primarios?
En el Colegio Sagrado Corazón de Jesús con las monjas Mercedarias en Santiago de los Caballeros.
¿En cuáles instituciones realizó los estudios secundarios?
En el Colegio Santo Domingo, Ciudad Trujillo.
¿Dónde realizó los estudios universitarios?
En Barry College en Miami, Florida. En un viaje de vacaciones a Ciudad Trujillo me quitaron el pasaporte en Inmigración a mi llegada. No volví a viajar hasta que mataron a Trujillo.
Luego, estudié en la Universidad Nacional Pedro Henriquez Ureña en la primera promoción de la Escuela de Educación especializada en Pedagogía.
En la universidad de Puerto Rico realicé estudios de postgrado, diplomados en Psicología Educativa y Sociología de la Educación (dos semestres intensivos en verano en dos años continuos).
También, realicé Postgrados en el Teacher´s College de la Universidad de Columbia, pero ubicada en Providence, Rhode Island. Luego, Diseño y organización de universidades técnicas (Junior Colleges) regresando cuatro meses después con lo que hoy es la Universidad APEC, y fui su equivalente hoy a Vice-rectora.
En Harvard University, adquirí una especialidad en postgrado en Administración de la Escuela Superior.
En el Massachusetts Institute Of Technology, obtuve el diplomado en Senior Menagement (Gerencia Senior).
En State Department (Departamento de Estado de los Estados Unidos), realicé varios entrenamientos intensivos para capacitación en servicio de programas del gobierno americano patrocinados por la USAID.
En Harvard University, realicé programas online para América Latina y enseñanza para la comprensión y formación como docente. Fui facilitadora de cursos online en pedagogía para América latina.
¿Cuáles han sido los profesores que más la han marcado y por qué?
Las hermanas Smester que, en su escuelita de patio, en Santiago, me enseñaron a leer y escribir, con comprensión y razonamiento antes de los 4 años. Luego, en la Escuela Ercilia Pepín de Santiago, hice el primer grado y ahí, fortalecí la comprensión y me inicié en la criticidad. Para el segundo grado, me llevaron al colegio católico de las monjas Mercedarias.
Sor Paulina, en cuarto grado, que por mis buenas calificaciones me mandaron a los barrios pobres de Santiago a enseñar “religión” (a esa edad, el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria) pero descubrí entre los pobres mi vocación de enseñar y el valor que tenía rezar. Ese proceso lo viví hasta el séptimo grado y en el octavo, mis padres se trasladaron a ciudad Trujillo.
Sister Kennedy, doña Amelia Sabater, doña Herminia Ornes, entre otras, fueron monumentos de conocimientos en Moral y Cívica. Con Sister Kennedy, recuerdo haber aprendido lo que era la democracia americana y viví soñando de que terminaría algún día la dictadura. Luego, ingresé al Movimiento Revolucionario 14 de junio.
Doña Amelia fue la que me hizo conocer la belleza y el trasfondo del aprendizaje de las matemáticas y cómo sus contenidos desarrollaban tu personalidad con una visión integral, por la criticidad que la matemática encierra; y doña Herminia, me enseñó a expresarme en un lenguaje correcto y respetuoso, así como me dio a conocer los clásicos de la literatura dominicana y universal.
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