Es vergonzoso que los pobres tengan que comprar en los colmados a mayores precios que la clase media lo hace en supermercados. Admitiendo que la intervención estatal para corregir esa injusticia no siempre resulta efectiva, nuestros funcionarios deberán afrontar el reto de nivelar esos precios lo antes posible. Para ello pueden revisar los modelos de otros paises donde se ha logrado erradicar ese fatídico desnivel. La Inteligencia Artificial (IA) puede ayudar en la tarea.

En una entrega anterior observamos que el programa estatal A comer: del campo al colmado no ha logrado avanzar con efectividad. Su modelo de organizar a colmados y productores en entidades colaborativas no ha prendido y todo parece indicar que reducir la intermediación no podrá alcanzarse con tal esquema. En ocasiones anteriores se le ha propuesto a INESPRE que se rediseñe para concentrarse en el abastecimiento de los colmados en vez de operar esporádicas boticas populares que suplen alimentos directamente a los consumidores. Pero parece que la burocracia se resiste a reformarse y avergüenza la ausencia de propuestas de los partidos políticos.

A continuacion se cita lo que reporta la IA sobre la respuesta al problema de marras en seis paises diferentes:Captura-de-Pantalla-2025-04-20-a-las-11.31.54-a.-m-728x512

“1. Brasil – Programa de Abastecimiento Popular (Programa de Adquisición de Alimentos – PAA)

  1. Qué hicieron: El gobierno brasileño compra alimentos directamente a pequeños agricultores a precios justos y los distribuye a través de mercados populares, bancos de alimentos y comedores comunitarios.
  2. Resultado: Esto reduce los precios de los alimentos para las poblaciones vulnerables, al eliminar intermediarios y fomentar la producción local.
  3. Ejemplo concreto: Los productos en ferias del PAA suelen ser hasta 30% más baratos que en supermercados tradicionales.
  1. India – Sistema Público de Distribución (PDS)
  • Qué hicieron: India tiene un sistema masivo de distribución de alimentos subvencionados a través de "ration shops" para familias con bajos ingresos.
  • Resultado: Los beneficiarios pueden comprar arroz, trigo, azúcar y otros productos básicos a precios significativamente inferiores a los del mercado.
  • Ejemplo concreto: En algunos estados, el arroz se vende a 1 rupia por kilo, cuando el precio de mercado puede ser 20 veces mayor.
  1. Francia – Redes de Alimentos Solidarios (como “épiceries sociales”)
  • Qué hicieron: Francia ha desarrollado redes de tiendas de comestibles sociales para personas con bajos recursos, donde los productos se venden entre un 10% y 30% del precio de mercado.
  • Resultado: Permite acceso a alimentos saludables y variados, a precios mucho menores que en los supermercados.
  • Ejemplo concreto: Estas tiendas están gestionadas muchas veces por ONGs en colaboración con el Estado y reciben donaciones de grandes cadenas.
  1. México – Programa de Seguridad Alimentaria (Segalmex / Diconsa / Liconsa)
  • Qué hicieron: A través de Diconsa, el gobierno opera una red de tiendas comunitarias en zonas rurales y marginadas, donde se venden alimentos básicos a precios subsidiados. Liconsa, por su parte, ofrece leche fortificada a muy bajo costo.
  • Resultado: Los precios de productos básicos como maíz, frijol, arroz y leche son menores que en los supermercados comerciales.
  • Ejemplo concreto: En comunidades rurales, un litro de leche Liconsa puede costar solo $1.50 MXN (~$0.09 USD), mucho menos que en el mercado tradicional.
  1. Egipto – Sistema de Cartillas de Racionamiento
  • Qué hicieron: El gobierno otorga tarjetas electrónicas a millones de ciudadanos, que les permiten adquirir alimentos subsidiados en puntos de venta autorizados.
  • Resultado: Productos como pan, arroz, aceite y azúcar se venden a precios muy por debajo del mercado para garantizar el acceso alimentario.
  • Ejemplo concreto: El pan subsidiado cuesta alrededor de 0.05 EGP (~$0.003 USD), mientras que en panaderías comerciales puede costar 20 veces más.
  1. Sudáfrica – Redes de Agricultores y Tiendas Comunitarias
  • Qué hicieron: Algunas provincias implementaron cooperativas agrícolas y tiendas comunitarias que venden alimentos producidos localmente, sin intermediarios, a precios bajos.
  • Resultado: Mejoran el acceso a alimentos en comunidades marginadas, con precios competitivos frente a supermercados.
  • Ejemplo concreto: En KwaZulu-Natal, mercados gestionados por cooperativas ofrecen frutas y verduras a precios hasta 40% más bajos que en grandes cadenas.

En estos seis casos se confirma que la intervención estatal es indispensable para lograr que los pobres obtengan mejores precios. El común denominador es, por supuesto, la eliminación de los intermediarios y, en algunos casos, subvenciones. Tambien en la mayoría de los paises se establecen tiendas estatales –similares a lo que son aquí las boticas populares— donde los pobres y vulnerables pueden acudir a hacer sus compras. Estas tiendas podrían ser manejadas por ONG o por cooperativas de consumidores.

Los ejemplos anteriores pueden enriquecer las deliberaciones de los funcionarios concernidos para corregir lo existente o adoptar nuevos esquemas. Lo ideal sería, por ejemplo, que los partidos políticos concursaran ante un par de entidades de la sociedad civil –como FINJUS y Participacion Ciudadana—para ofrecer propuestas institucionales que conjuraran la horrenda injusticia de que los pobres compren sus alimentos a mayores precios que la clase media en los supermercados. Es este tipo de solucion de la política pública lo que puede entusiasmar a los votantes en unas próximas elecciones, especialmente si alguno de los esquema resulta mejor que los demás.

Juan Llado

Consultor económico

Con entrenamiento universitario en los campos de la psicología, las ciencias políticas, la educación y la economía, obtuvo títulos universitarios en EEUU y se desempeña actualmente como consultor económico y articulista. Su experiencia de trabajo ha sido diversa, incluyendo misiones de organismos multilaterales y gerencia de proyectos internacionales. El principal hobby es la investigación y las tertulias vespertinas en el Centro Histórico de Santo Domingo. Aunque no partidarista y un libre pensador, ha abrazado últimamente la causa de la alternancia en el poder como requisito cumbre para fortalecer la democracia dominicana.

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