En la provincia de La Vega, el Ministerio de Medio Ambiente y de Recursos Naturales y la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), están obstaculizando en gran medida, el desarrollo y el crecimiento económico de esta provincia, por un lado, por la actitud desenfrenada, agresiva y abusiva; el irrespeto, el autoritarismo, la prepotencia, arrogancia e imprudencia de su actual director provincial, el señor Claudio Antonio Ruiz Florentino, hacia los profesionales de la ingeniería, arquitectos y representantes de las empresas constructoras de viviendas y urbanizaciones.

Dicho señor los mantiene en una total zozobra, al presentarse a las obras con una parafernalia de militares fuertemente armados, amenazándolos con paralizarle y con destruirles las mismas, aun teniendo en su poder, todos los permisos exigidos por ese ministerio, del Ayuntamiento de La Vega, del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) y el más importante, el del Ministerio de Viviendas y Edificaciones (MIVED), acusándolos de haber adquirido los mismos de manera irregular.

El pasado jueves, en las instalaciones de la Regional Norcentral del CODIA de La Vega, se realizó un importante encuentro de profesionales y representantes de las empresas de la construcción, con la presencia del ministro de Medio Ambiente, señor Armando Paíno Henríquez y del director provincial, al que se les pusieron en conocimiento todas las quejas y maltratos que están siendo víctimas los profesionales de la construcción, los cuales solicitaron que el actual director provincial de medio ambiente sea removido de inmediato de esa posición.

Esta situación ha provocado una parálisis en el sector de la construcción en esta provincia, uno de los más dinámicos de su economía, el cual está afectando, también, al desarrollo económico y financiero de la misma, pues las ventas de las viviendas se han caído, por lo que se acordó hacerle llegar una comunicación al Presidente de la República Luis Abinader, firmada por todos los asistentes, para que interponga sus buenos oficios al respeto.  

En cuanto a la agencia local de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) de La Vega, aunque promociona tener como visión una imagen de que es una administración cercana al contribuyente, en la práctica esta institución, en vez de ser un ente facilitador y de soluciones, se ha convertido en un obstáculo y en un escollo para el desarrollo y el crecimiento económico de esta provincia, por las trabas y dificultades que esta le pone a los contribuyentes.

En estos momentos actuales las instituciones financieras y crediticias están confrontando graves problemas con la DGII en sus operaciones, por la tardanza y lentitud de esta para la aprobación y el registro de las hipotecas de los inmuebles que son dados en garantías de préstamos. Dichas hipotecas están tomando desde 15 días hasta un mes, a veces más, para su aprobación y registro.

En cuanto al pago de los impuestos sucesorales, a pesar de la insistencia y gran interés que muestran los contribuyentes para pagar los impuestos correspondientes, la DGII pone muchas trabas para investigar, tasar y estimar el monto a pagar, alegando escasez de personal, lo que deja mucho que desear, puesto que siendo la institución que más recursos le genera al Estado dominicano, carezca de los recursos humanos (colaboradores) necesarios para atender las demandas de los contribuyentes.

Una simple solicitud para una certificación original del Pliego de Modificaciones sobre el pago de los impuestos sucesorales, necesaria para el proceso de una determinación de herederos con partición (subdivisión), tarda más de seis meses para su preparación, porque no hay quien gestione los expedientes en los archivos que se encuentran fuera de la institución, lo que obstruye el desarrollo económico de la provincia, pues todo el proceso se paraliza. Siempre se argumenta la falta de colaboradores, lo que se traduce en una falta de gerencia y de dirección administrativa, pues no se concibe que una institución como la DGII, no cuente con el personal calificado y suficiente para atender en tiempo real, las solicitudes de los contribuyentes. Muchas veces la agencia local solo cuenta con un cajero para atender a tantos contribuyentes, lo que significa una gran pérdida de tiempo.  

La eficiencia y eficacia de una institución pública se manifiestan por la calidad, rapidez y agilización de los servicios que ofrecen los colaboradores a los usuarios, a través del uso de la tecnología.

Este es de los pocos países, que aún requiriendo aumentar sus recaudaciones fiscales, los contribuyentes tienen que insistir, perder tiempo, a veces hasta rogar, para poder pagar sus impuestos, pues muchas veces tienen que pagar recargos por retrasos involuntarios, pues la institución recaudadora se la pone muy difícil. Con instituciones así, ningún país puede alcanzar un grado de crecimiento y de desarrollo económico sostenido.

Alfredo Cruz Polanco

Contador Público Autorizado, CPA

Miembro de la Cámara de Cuentas de la República

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