Cuando estudié derecho, pude aprender que, dentro de la figura del robo agravado, existe la nocturnidad, por ser una circunstancia especial que aumenta la gravedad del hecho y, por tanto, la pena, ya que el autor utiliza medios, circunstancias o métodos que aumentan el peligro o la reprochabilidad del acto.
La nocturnidad, en este caso, la mala calidad del servicio eléctrico, en la cual se incluyen los molestos apagones, parece ser que estos son utilizados como distracción para aprobar préstamos y que esa puñalada económica, el pueblo dominicano la sienta en otro lugar que no sea en el sufrimiento del deterioro de su calidad de vida, ya que nuestro Tribunal Constitucional ha reconocido el servicio eléctrico como un derecho fundamental de cada dominicano.
La nocturnidad agrava el robo porque:
1- Se entiende que la víctima está más vulnerable y con menor capacidad de reacción.
2- Se disminuyen las posibilidades de identificación del delincuente.
3. Aumenta el riesgo para la víctima y para la sociedad.
Por eso, cuando el robo ocurre durante la noche, la ley considera que existe un mayor peligro y reproche y se eleva la pena respecto del robo simple.
La necesidad de seguir endeudándonos no se entiende, ya que existen préstamos que permanecen depositados en bancos del Estado y que, con solo los intereses que hoy estamos pagando por esas deudas, se pudiera cubrir lo que se les quita ilegalmente a los trabajadores al no indexarles los salarios conforme lo establece la ley, que para el 2026 sería de 51,857.30, de excepción de impuesto por debajo de ese monto.
De los préstamos tomados por el actual Gobierno, 378 mil millones de dólares han ido a parar en depósitos en el Banco Central y Banco de Reservas; el resto de la deuda contraída se emplea en el pago de nómina y gasto corriente u operativo del Estado, en violación así del artículo 43 de la Ley 6-06 sobre Crédito Público.
Por otro lado, la DGII en el 2024 registró ingresos por un monto de RD$69,507.0 millones para un crecimiento de un 7.4 % respecto al 2023 y es parte de las razones por las que el Gobierno vende la idea de bonanza económica, pero lo raro es que también se alcancen cifras históricas de endeudamiento.
El financiamiento estatal a las distribuidoras se incrementó, según la Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES); hasta septiembre de 2025, el Gobierno Central transfirió RD$71,441.4 millones para cubrir costos operativos y déficit de estas empresas.
Y en la última revisión presupuestaria del año 2025, el monto destinado a las transferencias a las EDES fue ampliado de RD$83,360.7 millones a RD$101,985.7 millones, para un aumento neto de RD$12,625. Millones.
Lo anterior lo traigo a colación porque el último préstamo aprobado por los legisladores dominicanos para el sector eléctrico fue por un monto de US$ 75 millones, aprobado el 13 de mayo de 2025 por el Senado de la República Dominicana, el cual fue otorgado por la Corporación Andina de Fomento para reforzar la distribución eléctrica de las empresas distribuidoras del norte, del sur y del este (EDENORTE, EDESUR Y EDEESTE).
Y de un simple análisis sobre las pérdidas del sector eléctrico, vemos que las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDES), registraron pérdidas totales para el 2024, de 44.2% de la energía comprada, de acuerdo con el informe de desempeño de las tres EDES, elaborado por el Ministerio De Energía y Minas (MEM), basado en la energía facturada pero no cobrada, en ese informe el MEM establece que, las distribuidoras compraron 13,656.6 gigavatios-hora (GWh), de los cuales 5,408.4 GWh no fueron facturados, equivalentes al 39.6% del total adquirido, pero aun mas grave es que a esas pérdidas (técnicas y no técnicas), se le tiene que sumar la ineficiencia en la gestión de las actuales autoridades, de un 4.6% de energía facturada pero no cobrada, lo que completa el 44.2% de pérdidas totales.
PARA QUE ESTEMOS CLAROS: De cada 100 kilos de energía comprada, 44.2 kilos se perdieron, o sea que solo se aprovecharon 57.4 kilos.
Entonces, es oportuno, bueno y válido preguntarnos lo siguiente:
¿Qué pasa cuando una de las EDES compra energía eléctrica y la factura a uno de sus clientes y este cliente no la paga?
La respuesta es simple: le cortan el servicio.
Entonces, no es entendible cómo las EDES tienen pérdidas del 4.6% en energía facturada pero no cobrada.
Con respecto a lo anterior, veamos el siguiente análisis:
Si tomamos como bueno y válido lo reconocido por el Ministerio de Energía y Minas (MEM), en el informe de desempeño de las tres EDES, de que en energía facturada pero no cobrada se pierde el 4.6% y de que las pérdidas del sector eléctrico para el 2024 ascendieron a US$1,769.1 millones, solo si se elimina ese 4.6%, correspondiente a la energía facturada pero no cobrada, al sector eléctrico le ingresarían US$81,379 millones, cifra mayor que el préstamo de US$ 75 millones, aprobado el 13 de mayo de 2025 por el congreso, haciendo el actual gobierno del PRM uso y abuso de su mayoría congresual.
¡¡¡¿Será que nuestros legisladores cobran comisión por aprobación de cada préstamo?!!!
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