Los ideales modernos de democracia alaban la igualdad y exigen el mismo respeto para todos los ciudadanos, pero las desigualdades flagrantes son una realidad en la mayoría de las democracias actuales. Están aumentando a una velocidad alarmante en un mundo hipercompetitivo obsesionado con las jerarquías y la grandeza nacional”. (Erika Benner: Aventuras en democracia).

La dialéctica de la naturaleza recrea el porvenir como un salto superior siempre del pretérito, como fuente primigenia de la evolución humana. Es la tónica simbolizada en la frase de Eduardo Puset “Cualquier tiempo pasado fue peor”. El retrotraimiento de una sociedad solo ha sido posible por una alta conflictividad permanente o por eventos iconoclásticos de la naturaleza.

Ninguna nación, país, cimenta sus avances en la colina del pasado cuando el presente ha sido superior. Nadie mira hacia atrás cuando el presente coloca en un mejor sitial el devenir de una sociedad. El pasado solo es recurrente cuando los actores del presente fracasan en el desarrollo material y social, en el marco de sus expectativas históricas, no en el flagelo infringido de la percepción construida, de un relato sin memoria y sin datos.

En sociedades con un alto grado de clientelismo, del despojo político, es obvio que quienes han sido desplazados del poder, con todo lo que ello implica, por los factores de debilidades institucionales, su materialidad, su importancia y jerarquización social se contrae en todos los aspectos de la visibilidad social. Así que, para ellos, el presente siempre quedaría más desdibujado y desfigurado que el pasado.

Una retrospectiva, a través de un análisis de corte longitudinal y de corte transversal reciente de apenas 20 años, esto es, en el interregno 2004-2024, nos permite obtener conclusiones sin subrayarlas ni mucho menos resaltarlas. Veamos el cuadro del Producto Bruto Interno desde el 1991- 2023 del Banco Central. En el 2004 el presidente Leonel Fernández encontró un PIB de US$23,186 millones de dólares y lo dejó en US$60,739.9; esto es, alrededor de US$37,000 millones más, con un ingreso per cápita de US$6,274.2. Creció el PIB relativo en 2.61.

Período Población PIB Corriente PIB Corriente PIB Corriente PIB Corriente PIB Referencia 2007
(Miles) (Millones de RD$) (Percápita en RD$) (Millones de US$) (Percápita en US$) (Indices Encadenados)
1991 7,241.9 123,551.9 17,060.6 9,680.1 1,336.7 40.7
1992 7,374.7 145,067.3 19,671.1 11,471.0 1,555.5 45.2
1993 7,510.6 163,513.0 21,770.9 12,987.6 1,729.2 48.6
1994 7,641.6 184,769.4 24,179.3 14,368.8 1,880.3 49.8
1995 7,770.6 214,123.0 27,555.5 16,088.7 2,070.5 52.7
1996 7,897.1 235,250.3 29,789.5 17,516.8 2,218.1 55.8
1997 8,022.9 280,362.8 34,945.2 19,822.3 2,470.7 60.8
1998 8,151.9 318,649.0 39,088.9 21,230.4 2,604.3 64.9
1999 8,275.9 350,520.1 42,354.4 22,002.7 2,658.7 68.7
2000 8,397.8 393,303.0 46,834.0 24,107.0 2,870.6 71.9
2001 8,513.0 427,319.1 50,196.1 25,261.1 2,967.4 73.7
2002 8,627.5 477,430.2 55,338.1 25,770.2 2,987.0 77.0
2003 8,745.1 628,611.0 71,881.6 20,845.7 2,383.7 76.0
2004 8,857.6 935,984.7 105,669.7 23,186.6 2,617.7 77.9
2005 8,968.1 1,083,445.0 120,810.4 35,911.7 4,004.4 85.3
2006 9,071.5 1,261,399.7 139,051.5 38,059.1 4,195.5 93.1
2007 9,174.1 1,458,416.5 158,971.8 44,092.3 4,806.2 100.0
2008 9,279.6 1,661,642.7 179,064.0 48,212.6 5,195.5 103.2
2009 9,380.2 1,736,041.1 185,076.0 48,313.3 5,150.6 104.2
2010 9,478.6 1,983,201.7 209,229.1 53,889.6 5,685.4 112.9
2011 9,580.1 2,210,213.9 230,707.9 58,074.6 6,062.0 116.4
2012 9,681.0 2,386,016.2 246,464.8 60,739.9 6,274.2 119.6
2013 9,784.7 2,619,769.7 267,742.0 62,724.3 6,410.5 125.4
2014 9,883.5 2,925,665.1 296,015.5 67,254.4 6,804.7 134.2
2015 9,980.2 3,205,655.1 321,200.1 71,243.0 7,138.4 143.5
2016 10,075.0 3,487,292.5 346,131.7 75,759.4 7,519.5 153.1
2017 (p) 10,169.2 3,802,655.8 373,939.6 80,024.5 7,869.3 160.2
2018 (p) 10,266.1 4,235,846.8 412,603.3 85,536.9 8,331.9 171.4
2019 (p) 10,358.3 4,562,235.1 440,441.6 88,906.1 8,583.1 180.1
2020 (p) 10,448.5 4,456,657.4 426,535.7 78,829.0 7,544.5 168.0
2021 (p) 10,535.5 5,392,714.1 511,859.5 94,523.7 8,971.9 188.6
2022 (p) 10,621.9 6,260,564.0 589,399.4 114,004.6 10,732.9 197.8
2023 (p) 10,711.2 6,820,019.3 636,721.2 121,691.7 11,361.2 202.4

Fuente: Banco Central de la República Dominicana

Danilo Medina encontró un PIB en el orden de US$60,739 y ocho años después lo dejó en US$78,829, con un plus de US$18,000 millones de dólares, generando un ingreso per cápita de US$7,544.5 dólares por habitantes. Luis Abinader lo encontró en US$78,829, y, para el 2023 estaba en US$121,691.7. Para el 2024 se encontraba en US$130,000 millones de dólares, con un ingreso per cápita de US$11,361.2 (2023) y US$11,523 dólares (2024) según el Banco Mundial. Esto quiere decir que, en 4 años y 6 meses, el presidente Abinader superó el PIB, esto es, el tamaño de la economía, más que los 16 años del PLD, de Leonel y de Danilo juntos. US$55,000 millones de dólares versus US$59,200 millones de dólares, con una cuarta parte del tiempo.

En el mes de febrero de 2020, el PIB se encontraba en US$89,000 millones de dólares. Era natural que si la Covid-19 no se hubiese presentado, la economía dominicana habría alcanzado alrededor de US$100,000 millones de dólares; empero, eso es filosofía social, no sociología. Todo profesional, académico, intelectual ha de ponderar sus análisis con rigurosidad y la más cercana objetividad, con validez y confiabilidad y en consecuencia, siempre tiene que abordar los contextos en que tienen lugar los hechos, los fenómenos estudiados y los ejercicios del poder político ejecutados.

En los 8 años de Leonel Fernández Reyna se presentó la crisis de la hipoteca basura, vale decir, la crisis financiera de la Subprime. Llegó un momento que el petróleo se remontó a US$140.00 dólares el barril. Los 7 primeros años de Danilo Medina Sánchez fueron los mejores desde la época moderna, ninguna crisis local-nacional ni internacional y con un petróleo que estuvo entre los US$30, 40 y 50 dólares el barril. A Luis Adolfo Abinader Corona le tocó gran parte de la crisis de la Covid-19 (un año y 4 meses), la crisis de la invasión de Rusia a Ucrania y la más grande incertidumbre que haya conocido la humanidad en los últimos 60 años según el Fondo Monetario Internacional. Y, nos encontramos, según el Foro Económico Global frente a una policrisis: económica, climática y tecnológica

Cuando observamos el cuadro de la deuda es horrido, sobre todo para un país de ingreso medio que tiene que erogar un 3.9% del PIB solo en pago de intereses y, que lleva sobre sus hombros una terrible deuda social acumulada. Para el 2004, el presidente Fernández Reyna encontró una deuda de US$6,197.5 y la dejó en US$19,121.8, esto es, US$ 12,000 millones más, equivalente a un 62%. Medina Sánchez la encontró en US$19,121.9 y la remontó a US$44,086.1, esto es, un 63% más y US$25,000 millones más. Abinader Corona encontró la deuda central en US$44,086.1 y para diciembre del 2024, según el Banco Central, llevaba una deuda de US$57,587.2, vale decir, US$13,000 millones más, para un alcance de 33% con respecto al 2020.

Sector/ Fuente de Financiamiento 2004 2012 2020 2024
DEUDA PUBLICA CONSOLIDADA 10,874.9 25,064.9 54,469.3 71,525.4
DEUDA PUBLICA EXTERNA CONSOLIDADA 6,376.5 13,887.5 31,007.9 41,813.5
DEUDA PUBLICA INTERNA CONSOLIDADA 4,498.4 11,177.4 23,461.4 29,711.9
A. SECTOR PUBLICO NO FINANCIERO (1+2) 6,584.9 19,463.3 44,622.3 57,587.2
1. Gobierno Central 6,197.5 19,121.8 44,086.1 57,467.4
Deuda Externa 5,446.3 12,865.6 30,696.5 40,734.0
Deuda Interna 751.2 6,256.2 13,389.6 16,733.4
De los cuales:  Intragubernamental 0.0 2,112.9 2,380.9 2,173.7
2. Resto del SPNF 387.4 341.5 536.2 119.8
Deuda Externa 97.7 6.0 6.0 6.0
Deuda Interna 289.7 335.5 530.2 113.8
B. SECTOR PUBLICO FINANCIERO 4,290.0 7,714.5 12,227.8 16,111.9
3. Banco Central 4,290.0 7,714.5 12,227.8 16,111.9
Deuda Externa 832.5 1,015.9 305.3 1,073.5
Deuda Interna 3,457.5 6,698.6 11,922.5 15,038.4

Fuente: Banco Central de la República Dominicana

Como vemos, no es que uno ha sido más desaforado que el otro, en la problemática de la deuda. Los tres gobernantes han sido irresponsables en el manejo de la deuda y la crucial agenda de un modelo de inclusión y de un proyecto de nación, que simbolice el compromiso y responsabilidad a través de una reforma fiscal más progresiva. El problema es la acumulación de la deuda por tener cada año y desde el 2008, déficits fiscales que han rondado un 3.1% en 16 años. Los gobernantes han recurrido “a lo más fácil”, para no tocar al poder económico, afectando a los sectores más pobres y vulnerables, vía la ejecución del presupuesto cada año. No es casual que todos los gobiernos apenas han invertido entre 1.7% a 1.9% del PIB en salud. Muy pocos en viviendas, agua, etc. etc.

Desde el punto de vista de la transparencia y del marco de los indicadores de gobernabilidad, es claro que la voluntad política del presidente actual ha fortalecido el marco institucional. Con las mismas leyes, hoy hay menos corrupción según los organismos internacionales. Transparencia Internacional señala “que en los últimos años solo 7 países han mejorado significativamente en materia de transparencia: Costa de Marfil, Kosovo, Kuwait, Zambia, Moldavia, Maldivas y República Dominicana”.

Teníamos 28/100 en el 2020 y hoy 36/100. Estábamos en la posición 136 para llegar a 104 de 180 países, mejorando 32 posiciones. En el 2011, último año completo de Leonel Antonio Fernández, la nota fue de 2.8/10 y posición 129/183 países. Para el 2012, la evaluación fue de 32/100 y la posición 129/178 países. La Organización Mundial CCC (Capacidad de Combate a la Corrupción) en el 2019 y 2020, de 15 países evaluados en la región, nos encontrábamos en el ranking 13, hoy estamos en el lugar 5.

La CEPAL, en su cuadragésimo periodo de sesiones, en Lima, del 9 al 11 de octubre del 2024, evacuó un enjundioso y ponderado estudio denominado: América Latina y el Caribe ante las trampas del desarrollo: Transformaciones indispensables y como gestionarlas. Ahí nos habla de los indicadores de gobernabilidad:

  1. Voz y rendición de cuentas.
  2. Ausencia de violencia y terrorismo.
  3. Efectividad gubernamental.
  4. Calidad regulatoria del estado.
  5. Estado de derecho.
  6. Control de la corrupción.

En los 6 indicadores de gobernabilidad, el país ha mejorado significativamente, sobre todo, si lo comparamos con el pasado reciente, que, al decir de Jacqueline Jiménez Polanco, PHD en Ciencia Política, en su libro Corrupción y Cartelización de la política en la República Dominicana, nos encontramos frente a un estado donde predominaba la cleptocracia, cristalizada a partir del 2006. Durante mucho tiempo, según los informes del Foro Económico Global nos situábamos en el 8 lugar de 142 países, en materia de corrupción y quinto en la región de América Latina y el Caribe.

En materia de seguridad hay que realizar un ejercicio ciclópeo que abarque a toda la sociedad. El problema de la violencia, de la delincuencia, de la seguridad ciudadana tiene que ser abordado de manera holística, tocando todas las dimensiones que la genera: factores estructurales, culturales, de civilidad, institucionales. No nos debemos cansar en la lucha contra la violencia y la delincuencia, pues somos un país que vive de servicios. Todos debemos remar hacia la misma dirección, sin partidarizar un factor que es societal. Forma parte de la agenda país, de un gran proyecto de nación.

Para el 2011 la tasa de homicidio fue de 25.27/100,000 y, en el 2012 fue de 22.52. En el 2019 fue de 9.5/100,000 y, en el 2020 solo de 9/100,000. Actualmente, la tasa de homicidio se encuentra por debajo de dos dígitos: 9.6, muy por debajo del promedio de la región que está en 20.2 para el 2024 y 20 para el 2023.

HOMICIDIOS-LATAM-JPG-728x569
Fuente: InsightCrime

Como vemos, con la mayor objetividad, profesionalidad, el presente ha superado el pasado reciente. Nos toca ahora trascender este presente con nuevas miradas proactivas del futuro. Cimentar una nueva ola de liderazgo, una lucha incansable contra la desigualdad, emprender con más audacia la institucionalidad y encaminar la meritocracia y el comienzo del despojo político. Auguramos hombres y mujeres de estado y no funcionarios del partido.

Mirar al pasado, concretamente, no tiene sentido. Máximo si los dirigentes del pasado reiterarían todo lo que hicieron. Los números hablan, los datos reflejan el horizonte en que nos encontramos. La información en esta sociedad de la economía digital todo lo resalta y recrea la memoria de manera permanente. Siempre para recordarnos lo que dijimos y lo que hicimos. No hay que ir a buscar el periódico de ayer. Ahora nos toca asumir aquella frase lapidaria de Tolstoi, cuando decía “Cuando uno espera que de un momento a otro se rompa la cuerda tensa, cuando todos ven llegar un cambio inevitable, es preciso que el mayor número posible de personas este unido a fin de resistir a la catástrofe general”.

Cándido Mercedes

Sociólogo

Sociologo. Experto en Gerencia. Especialidad en Gestion del Talento Humano; Desarrollo Organizacional y Gerencia Social y Sociología Organizacional. Consultor e Instructor Organizacional. Catedrático universitario.

Ver más