Ya había hecho alusión, en dos oportunidades, a los cambios que supuestamente ha conllevado la propuesta política de este, digamos, nuevo partido político en el gobierno, luego de que nuestro país haya pasado 20 largos años gobernado por otro partido, que, además de decepcionar a toda la población dominicana, terminó convirtiéndose en la peor vergüenza del ejercicio de la política en estos 60 años de gobiernos pseudodemocráticos. Se sabe que es difícil atajar todo cuanto conlleva la gestión de una nación y una población de más de 10 millones de habitantes, con el compromiso de tener que complacerlos a todos, o a casi todos. Se las arreglan bien con unos, no tanto con los otros. Y es que la cotidianidad de cada día hace ver el rostro vil del cacareado cambio, que tal vez sea que solamente se pueda manejar como se hace a lo criollo, buscándosela. Razón por la cual preocupan e indignan los resultados que hasta ahora ha arrojado el dichoso cambio.

Y es que por más que se diga, hay que ser muy sinvergüenza para ver todas las falencias institucionales, en el ejercicio de los servicios públicos, para ser indiferentes frente a las dificultades que se confrontan. Aunque muchos lo resuelven de la forma más fácil y expedita, dando lo suyo a quien sea. A pesar de que sea en pequeños detalles, como, por ejemplo, que una Oficialía del Estado Civil, que expide actas de estado civil, forma de recaudación de impuestos, no cuente con un sistema de cobro expedito y eficiente, de tal manera que el usuario que no cuenta con efectivo suficiente, o que prefiera hacer pago electrónico, no pueda hacerlo porque el sistema de cobro no funciona, los verifones existentes no sirven. ¿Dónde y en qué se invierte el dinero que aporta el turismo? Otro aspecto, tal vez peor aún, es el hecho de que los actos de estado civil deben someterse a un mes de revisión o corrección gramatical porque la persona que escribe o digita los documentos, es literalmente analfabeta y no sabe escribir correctamente los nombres de las personas, que tampoco saben cómo se escriben los nombres de sus hijos los padres que les ponen nombres poco comunes, o en otros idiomas, por moda, a sus hijos. Y ahí está el cúmulo de reclamos y de tiempo perdido por el solo hecho de que los gobiernos no se ocupan de la calidad de la educación básica. Pero sí deben facilitarle un puesto de trabajo de sueldo mínimo a los compañeritos de la base. ¿Dónde y en que se invierte el dinero que aporta el afán de desarrollo minero “responsable y sostenible”?

No hace mucho tiempo hacía alusión a la propuesta de plan decenal de educación llamado Horizonte 2034, donde supuestamente se llevaron a cabo consultas con diversos sectores y poblaciones, incluyendo estudiantes, sobre sus propuestas para la mejora de la calidad de la educación. Vuelvo a repetir, sin ánimo de cansarme, a los niños y jóvenes no se les enseña cuál es la utilidad del conocimiento, de la enseñanza que se supone, les dan en la escuela. Ellos están seguros de que les basta el aprendizaje empírico que obtienen en las labores agrícolas o comerciales de sus padres o tutores, considerando el proceso de enseñanza aprendizaje escolar como un requisito institucional, que me gustaría conocer su opinión sobre para qué les sirve. Porque, por ejemplo, si al inspirar introducimos aire en los pulmones, y al espirar expulsamos aire de los pulmones, ¿cuál es la función entonces de la respiración? Pero esa misma maestra que les enseña, pretende que ellos entiendan lo que es el cambio climático sin conocer la composición química de la atmósfera y su funcionamiento. ¿Para qué se enseña a los estudiantes el cambio climático, mientras el gobierno permite que la empresa minera Barrick Pueblo Viejo deforeste las montañas que absorben el dióxido de carbono para conservarlo en el suelo y producir el agua limpia que nutre las necesidades básicas de las comunidades?

Cuando se habla y se promueven cambios en la conducción del gobierno o del Estado, consideramos que no se debiera tratar de hacer modificaciones cosméticas, o de movilización o cambio de personal administrativo para que sigan haciendo la misma cosa, o hacerla de manera más ineficiente, como resultado, de nuevo, de la baja calidad de la educación, principio de todo funcionamiento de cualquier sistema, sea cual sea. El objetivo del supuesto cambio debiera ser el de mejorar el cumplimiento de metas en procura de la eficientización y mejora de la calidad de vida de la población y de toda la sociedad en su conjunto. Y es que se asume que, profundizando la dependencia del capital extranjero, así como favoreciendo los negocios de los grandes emporios empresariales, se cree que se lleva a cabo algún cambio en la política de funcionamiento del Estado. Porque, ¿dónde está el dinero que la minera Barrick Gold ya adelantó al Estado, razón por la cual no se impide la construcción de la presa de cola para que esta empresa siga contaminando las aguas y destruyendo los bosques del Cibao? Esto significa que el ofrecido cambio ha quedado en nada, luego de ya casi 5 años de ejercicio de este gobierno que se llegó a creer, sería diferente.

Y bueno, qué decir del sistema jurídico y judicial del país, que ofreció someter a la justicia los casos de corrupción que la población demandaba. Pero la falta de atención a la problemática de este estamento estatal no se limita al hecho de encausar o no de manera eficiente los casos de corrupción, se trata de que no ha habido cambios de ninguna especie en la mejora y la eficiencia de su funcionamiento. La justicia se encuentra limitada a intereses específicos que no concuerdan con los de la sociedad en su conjunto. Y para muestra, tenemos el reciente caso de la forma en que funcionó la “justicia” en el sonado caso de los turistas del Hotel RIU Republic de Punta Cana, a raíz de la desaparición de la joven Konanki, donde la última persona que la vio con vida tuvo la oportunidad de responder selectivamente a los cuestionamientos que se le hicieron sobre lo ocurrido, sin que hayan transcendido los resultados del trabajo de investigación hechos personalmente por la señora Procuradora General de la República, magistrada Yeni Berenice Reynoso. Al parecer, entre los cambios ofrecidos por esta nueva administración gubernamental está la de que el negocio del turismo sea más importante que la vida humana, o ¿será que importa más el turista de procedencia aria y con influencias políticas, que los turistas con la misma nacionalidad, pero de diferente origen étnico racial? ¿La política de igualdad de género y de respeto y valoración hacia las mujeres se encuentra reflejada en las consideraciones de abogados especializados en criminología?

A raíz de la desaparición de la desafortunada muchacha india, salieron a la luz pública los reclamos por la inacción del gobierno y la falta de interés en el abordaje de la problemática de la desaparición de personas, ciudadanos dominicanos que desaparecen y las autoridades no se muestran tan preocupadas, ni mucho menos dispuestas a la búsqueda intensiva, como se hiciera en el caso de los turistas estadounidenses. Alrededor de dos mil casos de personas desaparecidas y las autoridades no llevan a cabo los esfuerzos necesarios para encontrarlos. ¿Es que la caterva de préstamos y sus fines no alcanzan para dedicar una mínima porción a la eficientización de los trabajos necesarios a la labor de hallazgo de las personas desaparecidas?

Me parece que la población ha dejado claro que no desea que la Cordillera Central sea objeto de la avaricia de los señores de la explotación minera que avalan las actividades extractivas en toda la región del Cibao, como lo expone el Diario Libre, diciendo que el país “pierde oportunidades” por el retraso en la aprobación de dichas actividades. Haciendo alusión al Seminario sobre las Capacidades Mineras de Canadá: Hacia una Minería Sostenible”, evento que señalan es organizado por la embajada de Canadá en el país, y la Cámara Minera y Petrolera de la Republica Dominicana (Camipe), se refiere a que la burocracia retiene la implementación de proyectos de explotación minera “responsable y sostenible” que beneficiarían al país, específicamente el de Romero ubicado en la provincia San Juan de la Maguana. No, no es por la burocracia que estos proyectos se han retenido, es porque no cuentan con la licencia social, esto es la anuencia de las comunidades para llevar a cabo estas explotaciones mineras. Esta provincia se encuentra en el mismo centro de la Cordillera Central, donde los bosques producen el agua que irriga la nación y nos da de beber a todos los dominicanos, además de la producción agrícola que se desarrolla en la región. En estas medidas de igual forma el famoso “cambio” ha quedado en nada, porque en lugar de promover la explotación minera bajo el modelo de hace 520 años de cambiar oro por espejitos, se debería promover la industrialización de la producción agrícola de la regios, apoyando con inversiones a las comunidades campesinas para desarrollar industria de producción de café, de chocolate, de producción de los más variados alimentos que se producen en la zona. O es que, de tanto cambio, ¿el oro se convertirá en alimento y el cianuro en una bebida más saludable que el agua?

Hace un tiempo, se creía de manera generalizada que evolucionábamos, que estudiamos y trabajamos siempre con la intención de una mejora continua. Pero esto no depende de nosotros ni de nuestro esfuerzo personal en nuestras metas. Ello depende de que nos unamos al ruedo de las exigencias del gran mercado impuesto desde fuera y promovido por los grandes emporios empresariales locales, sus socios. Pero este mismo periódico antes mencionado publica una información sobre los índices de felicidad de la población en nuestro país, indicando que descendimos 7 posiciones respecto al estudio del año anterior, ubicándonos en el puesto 76. Y a pesar de reportar señalamientos sobre la solidaridad y ánimo de cooperación del ciudadano dominicano, se reporta una baja disposición a la devolución de objetos perdidos, especialmente billeteras extraviadas, lo cual refleja una fractura entre lo que es la colaboración y la honestidad. Debemos reconocer que hemos caído hasta más arriba del cuello en la descomposición de los valores sociales que antaño distinguían al ciudadano y las personas decentes, ahora lo que hay que hacer es aparentar. ¿Estamos seguros de que esta ruta nos llevara a una sociedad realmente sana y próspera? Era solo una reflexión relacionada a la historia de luchas por los derechos, la justicia y la verdadera democracia que llevo a mis espaldas y corre por mis venas.

Fuentes consultadas:

https://www.diariolibre.com/economia/energia/2025/03/21/mineria-rd-se-pierde-oportunidades-por-retrasos-en-proyectos/3041692

https://www.diariolibre.com/revista/buena-vida/2025/03/20/informe-mundial-de-la-felicidad-2025-tendencias-y-la-posicion-de-rd/3040811

https://www.youtube.com/watch?v=4m1xsKmN7o4

https://www.youtube.com/watch?v=SQBeogPPf20

https://www.youtube.com/watch?v=aUuR9kHtE9M

Marina C. Valera Regús

Bióloga y antropóloga

Marina C. Valera Regús. Licenciada en biología y antropología, Magíster en antropología social, Mención gestión socio-ambiental. Ha laborado en calidad de agua, gestión ambiental y como docente universitaria. Actualmente se desempeña como consultora y promotora de la agricultura familiar, orgánica y la agroecología.

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