El terremoto no ha llegado aún, pero ya caen santos del altar del Partido Demócrata con los ligeros movimientos telúricos que provoca el “anuncio” de que publicarán los papeles del pederasta Jeffrey Epstein.
Se afirma que Epstein era un espía de la inteligencia israelí que manejaba una red de tráfico sexual infantil, con la que complacía caprichos de gente de poder para luego Israel chantajearlos con esa información.
Los líderes demócratas querían usar esos papeles como otro plan conspirativo contra la administración del presidente Donald Trump. Los lanzaron como un bumerán para golpear moralmente a Trump. Fallaron.
El palo curvado se devolvió y golpeó severamente a quienes lo lanzaron.
Durante mucho tiempo, Epstein estuvo realizando estas actividades no solo en Islas Vírgenes. También se dice que operaban lugares similares en Nueva York, Florida, Londres y París
Desde hace tiempo, los demócratas han insinuado que Trump fue uno de los que visitó la residencia de Epstein en la isla caribeña Little St. James, cercana a Saint Thomas, en Islas Vírgenes, lugar donde se citaban grandes personalidades estadounidenses y de otras nacionalidades para realizar sexo con niñas y jovencitas menores de 17 años.
Decían que Trump aparecía en la lista de visitantes a la residencia donde se realizaban actos de pedofilia. Los demócratas reclamaron y presionaron para que una corte ordenara publicar esos archivos.
Durante los 4 años de gobierno de Joe Biden (2021-2025) y controlando el Congreso, los demócratas nunca se interesaron en dar a conocer al público los comprometedores documentos del caso Epstein.
Trump, con otro golpe político demoledor, respondió autorizando a los congresistas de su partido que votaran a favor de la publicación completa de los expedientes, y se conozcan quienes estaban verdaderamente comprometidos en esas ilegales fiestas sexuales.
A los demócratas se les olvidó que fue en el gobierno republicano de Trump que, en 2019, tras una investigación federal, el Departamento de Justicia acusó a Epstein de los cargos de abuso sexual, violación agravada, negligencia infantil, trata de personas y prostitución de menores, entre otros.
Ahora resulta que una parte de los documentos, de más de 50,000 páginas, dados a conocer el pasado miércoles por una corte federal de Estados Unidos, revelan nombres de figuras políticas, prestigiosos empresarios estadounidenses y extranjeros, en su mayoría relacionados con el liderazgo del Partido Demócrata.
Durante mucho tiempo, Epstein estuvo realizando estas actividades no solo en Islas Vírgenes. También se dice que operaban lugares similares en Nueva York, Florida, Londres y París.
En los listados revelados aparecen los nombres del expresidente demócrata Bill Clinton; Leslie Wexner, fundador de Victoria’s Secret; el príncipe Andrés, de Gran Bretaña; Bill Richardson, exgobernador de Nuevo México; el inversionista estadounidense Glenn Dubin y el actual presidente Donald Trump, entre otros.
Aún no han salido las informaciones más comprometedoras y ya el pánico es cada día mayor en el ambiente político estadounidense.
Los movimientos telúricos que está generando la publicación de los archivos podrían hacer caer de sus altares a figuras políticas de renombre no solo de los EE.UU., sino también de otras naciones.
A los demócratas se les olvidó que fue en el gobierno republicano de Trump que, en 2019, tras una investigación federal, el Departamento de Justicia acusó a Epstein de los cargos de abuso sexual
Hay que estar claros en el sentido de que los personajes que aparezcan en los documentos desclasificados y que supuestamente visitaron la casa del pedófilo de Epstein, no significa que estén acusados de algún delito federal relacionado.
Mientras la prensa se deleita y espera con ansias los demás documentos por salir, algunos personajes miembros del Partido Demócrata comenzaron a abandonar el barco antes de que se complique el hundimiento.
Ya lo hicieron Larry Summers, ex secretario del Tesoro durante la presidencia de Bill Clinton, y Reid Hoffman, uno de los grandes donantes del Partido Demócrata, y ambos vinculados al escándalo que estremece a los estadounidenses.
Epstein, sindicado como un delincuente sexual convicto, era nativo de Brooklyn, Nueva York. Aunque se había declarado inocente de los cargos, fue encarcelado.
Antes de ser enjuiciado por 22 cargos federales, apareció muerto en la cárcel en agosto de 2019.
¿Causa de la muerte? “Suicidio”.
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