La Autopista Juan Pablo Duarte, la principal vía de comunicación terrestre de nuestro país, en estos momentos se ha convertido en la de mayor riesgo y peligro, pues desde hace más de cinco años, la misma está siendo intervenida muy lentamente por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, desde el kilómetro 9 de Santo Domingo hasta la ciudad de Santiago de los Caballeros.

A pesar de dicha intervención, en todo ese tramo, se puede observar la falta de señalizaciones y de la presencia de patrullas del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), el cual tiene como principal responsabilidad la organización del transporte terrestre y la de garantizar la seguridad vial de nuestro país, pero desgraciadamente en todo ese importante tramo vial, dicho organismo brilla por su ausencia, sobre todo, en horas nocturnas en esta época de navidad, de lluvias intensas y en la de mayor flujo de circulación de vehículos pesados articulados, de doble estructuras metálicas (la mayoría transitan libremente con neumáticos en muy malas condiciones y sin luces traseras).

Esta triste y lamentable realidad la pudimos palpar la semana pasada, al tener que viajar varias veces en horas nocturnas, desde Santo Domingo a La Vega, en la que nos encontramos con doce vehículos pesados y a grandes velocidades, bajo una incesante lluvia, todos sin las luces traseras y sin que apareciera una patrulla del INTRANT, que vigilara, supervisara y sometiera a los conductores de vehículos que transitaban en estas condiciones, sobre todo, en los tramos que más se requieren, como en los cierre de carriles y en los puentes intervenidos, que son los que más contribuyen a la ocurrencia de accidentes en esta vía, provocando la  pérdida de vidas de personas valiosas, como el ocurrido la semana pasada en el tramo Pontón, La Vega, en el que falleció el destacado empresario de Sánchez Ramírez, Miguel Mirambeaux, resultando también, varias personas heridas de gravedad.

¿Cómo es posible que, en plena época de Navidad, en la que aumenta el flujo de vehículos pesados y de muchas lluvias, en una vía tan importante y que representa grandes riesgos, por estar siendo intervenida, con carriles cerrados, puentes afectados, con escasas señalizaciones, el organismo responsable de velar por la organización del transporte y de la seguridad vial esté ausente y ni le importe lo que está ocurriendo en dicha vía?

Consideramos que la culpa de la ocurrencia de tantos accidentes de tránsito, de tantas pérdidas de vidas valiosas, la tienen las autoridades y los organismos responsables, por no proceder y actuar en consecuencia ante tantas violaciones a la Ley de Tránsito Terrestre.  Ojalá que en estas navidades, Dios nos proteja y no permita la ocurrencia de accidentes lamentables, pues no debemos ya contar con la protección del organismo responsable para estos casos, pues a pesar de tantos recursos invertidos, de tantos gastos en propaganda vacía e improductiva, el INTRANT continúa siendo un antro de corrupción y un cero a la izquierda. ¡Que me demuestren lo contrario!

Alfredo Cruz Polanco

Contador Público Autorizado, CPA

Miembro de la Cámara de Cuentas de la República

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