La educación superior y la innovación científica como estrategias clave para un nuevo Pacto Educativo ha sido la temática central del panel magistral desarrollado el 3 de octubre del año en curso, en el Tercer Congreso Internacional de la Universidad Católica Tecnológica de Barahona (UCATEBA), orientado a profundizar sobre las Innovaciones en las ciencias y en la tecnología desde una visión ética. Pienso que la educación superior  y la  innovación científica no tienen posibilidades de generar transformaciones per se; cualquier educación superior tampoco redirecciona la formación de acuerdo a los desafíos de los tiempos en que vivimos.

La educación superior y la innovación científica inciden en transformaciones sustantivas, si responden a criterios rectores como:

-Tomar en cuenta los estándares de calidad, nacionales e internacionales; una calidad no solo pensada desde dimensiones técnicas, sino asumida desde la perspectiva de los derechos de las personas y de la equidad que deben tener en cuenta a todos.

– Enfocar el desarrollo integral de los actores, desde una perspectiva reflexivo-crítica, tanto la educación superior como la innovación científica. De esta forma, se distancian de la racionalidad instrumental, interesada fundamentalmente en los resultados y en el componente técnico. Y potencian la producción científica para la mejora de las personas, de las instituciones y de las comunidades.

-Incentivar y sensibilizar para avanzar hacia una práctica fundamentada en evidencia científica, que emerja, a su vez, de la investigación sistemática de los docentes, estudiantes y gestores. Desde esta lógica, la práctica investigativa se asume y se impulsa como práctica cultural y se aleja de acciones investigativas coyunturales. Este énfasis en la investigación científica como práctica cultural acentúa el distanciamiento de la simple obtención de certificados. De este modo, las instituciones de educación superior asumen como carta de identidad y de su saber hacer la producción de nuevo conocimiento, la aplicación del análisis interdisciplinario, el compromiso ético aplicado a problemas para buscarle solución a situaciones concretas (Leyva Vázquez, Estupiñán Ricardo, Coles Gaglay & Bajaña Bustamante, 2023).

-Despertar en los actores la necesidad de un mayor compromiso ético en su campo profesional y en el ámbito de la investigación y de la producción científica.

-Partir de las necesidades sentidas de los actores y de la sociedad para responder a sus prioridades con efectividad.

-Posibilitar cambio de concepciones que potencien el uso de la tecnología desde principios y criterios que fortalezcan la dimensión educativa y equilibren la supremacía de la dimensión tecnológica.

Avanzar hacia un Nuevo Pacto Educativo (NPE) es un proceso complejo que requiere cambios estructurales que garanticen una educación superior más enfocada en asegurar la calidad y con menos temores de lo que va a perder o de las consecuencias que implique asumirla. Debe mostrarse más optimista y abierta a las oportunidades que los cambios de la época le van presentando.

La innovación científica requiere el trabajo constante de equipos de investigadores que garanticen la producción científica colaborativa entre las instituciones de educación superior. Se ha de contar con un porcentaje de docentes con dedicación exclusiva en la institución de educación superior. Son necesarias, además, condiciones académicas, salariales y sociales con mayor nivel para los docentes investigadores.  Un nuevo Pacto Educativo ha de partir de la realidad. El contexto de las instituciones de la educación superior se ha de conocer bien para poder aprovechar aportes que deriven de contextos internacionales. El Pacto Educativo actual y uno nuevo que se considere pertinente diseñar han de garantizar que la investigación científica tenga sentido y espacio, no solo en la comunidad universitaria sino, también, en los diferentes niveles y subsistemas de la educación nacional.

La educación superior y la innovación científica pueden ser estrategias claves para un  NPE, en la medida en que, tanto la educación superior como la innovación científica, contribuyan en la solución de problemas socioeducativos y político-económicos del país; y posibiliten una educación superior más comprometida con los retos y desafíos de estos tiempos y contextos cambiantes.  Las transformaciones requerirán de la educación superior claridad del sentido que legitima su existencia. Una educación superior que asuma un rol mercantilista de la educación, antes que hacer avanzar, se convierte en un obstáculo para la sociedad y para el ecosistema de este tipo de educación.

Las instituciones de educación superior pueden contribuir, también, si sus aportes hacen avanzar hacia un sistema educativo más inclusivo y abierto a las transformaciones que se producen en la era de la inteligencia artificial y de la sociedad del conocimiento. En este sentido, es importante asumir una postura ante la innovación científica que favorezca la adopción de una perspectiva equitativa y estratégica que interrelacione, la realización de cambios fundamentales, la gradualidad de los procesos de cambios y las transformaciones que se producen (Machuca Contreras, Cánovas Barrios & Fabián Castro, 2023).

La educación superior ha de potenciar el trabajo colaborativo y la apertura a un camino interinstitucional que impulse la ciencia abierta y el aprendizaje entre pares. En esta dirección, se ha de reforzar la construcción entre pares. El trabajo de esta naturaleza aporta una visión plural, facilita el aprendizaje polivalente y favorece una visión integral de los problemas comunes. De igual manera, fortalece el diálogo y el discernimiento interuniversitario en los ámbitos académico, investigativo y sociopolítico. La postura dialógica constituye una fuente de ideas y de propuestas que viabiliza la construcción compartida de mejoras en el Pacto Educativo actual; también, abre brechas para abrirse a las necesidades y demandas relacionadas con un Nuevo Pacto Educativo que se considere necesario, que responda a los intereses del país y que tenga en cuenta las transformaciones locales e internacionales.

Dinorah García Romero

Educadora

Investigadora del Centro Cultural Poveda - Directora  del Proyecto: Instituto Superior de Estudios Educativos Pedro Poveda. - Titular de Formación continuada en el Centro Cultural Poveda. - Docente del  Máster en Psicología de la Educación y Desarrollo Humano en Contextos Multiculturales,  Universidad de Valencia-Universidad Autónoma de Santo Domingo. - Co-Directora de Tesis en el Programa de Doctorado en Educación, Universidad de Valencia-Universidad-Autónoma de Santo Domingo.  

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