Según sabemos los psicólogos y los neuropsicólogos, el consumo de antidepresivos para tratar los problemas de salud mental, son prescriptos por un médico-psiquiatra, atendiendo a la evaluación diagnóstica que éste realice y el cuadro clínico del paciente.

Por su parte, el historial clínico y los síntomas psicoemocionales y conductuales que detecte el médico-psiquiatra, se clasifican según los indicadores del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-V-2018), avalado por la comunidad científica internacional que tiene que ver con la Salud Mental.

Como se sabe, los psicólogos clínicos, sociales, psicoeducativos y los neuropsicólogos no están autorizados a recetar ningún tipo de antidepresivos. Como tales, todas las especialidades del área de la psicología tratan a sus pacientes mediante el uso de Psicoterapia Cognitiva Conductual aprobadas por el DSM-V-2018.

Asimismo, el personal del área de la Psicología debe trabajar coordinado con el médico-psiquiatra y viceversa, profesionales que ponen al servicio de sus pacientes sus conocimientos y el dispositivo terapéutico y farmacológico, aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

No obstante, en los últimos veinte años existe un debate a nivel internacional sobre el uso continuo de los antidepresivos en un paciente que debería recibir psicoterapia cognitiva conductual y, no someterlo al consumo de uno o varios antidepresivos por un período prolongado, como es el caso de la mayoría de las personas depresivas o fóbicas.

En tal sentido, la discusión consiste en que los profesionales de la psicología y la psiquiatría valoren profesionalmente, si conviene o no usar antidepresivos, ya que éstos conocen los efectos secundarios del uso continuo de los antidepresivos y psicóticos e, incluso ponderar si conviene o vale la pena utilizarlos por un período corto y/o breve.

Para poner en contexto al lector de este artículo de opinión, las experiencias documentadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) refieren, que a nivel mundial, hay decenas de miles de personas que están consumiendo antidepresivos que ya los pacientes no los necesitan o nunca los necesitaron.

De su lado, el debate sobre la aplicación prolongada del uso de los antidepresivos, tiene que ver con un problema ético que debería ser liderado por las autoridades del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSP) de nuestro país, ya que según dicho Ministerio, alrededor del 20% de la población dominicana está padeciendo uno o más problemas de salud mental en la coyuntura actual.

Por su parte, el debate en cuestión al que nos hemos referido más arriba, involucra a psicólogos clínicos, neuropsicologos y psiquiatras, quienes consideramos que alrededor del 90% de los pacientes con problemas de salud mental no deberían ser medicados con antidepresivos, ya que el estrés, la tristeza, la ira, el miedo, el pánico, la ansiedad y la depresión, entre otros, son emociones naturales de los seres humanos.

Como tales, los problemas de salud mental mencionados en el párrafo anterior, se pueden manejar y canalizar, con la ayuda oportuna de un profesional de la psicología y la neuropsicología, sin hacer uso de los antidepresivos de ventas en el mercado local. Es decir, el uso de los antidepresivos en pacientes con tristeza, ansiedad y depresión, debería ser opcional, según la valoración del médico-psiquiatra y el psicólogo y/o neuropsicólogo que están apoyando al paciente.

Según sabemos los especialistas en higiene y salud mental, los psicofármacos (antidepresivos y psicóticos) salvan vidas, pero también matan, ya que se sabe cuándo se inicia su uso, pero nunca sabemos cuándo los vamos a dejar de tomar, ya que la mayoría de sus moléculas químicas deprimen el sistema inmunológico de las personas, sin eliminar su sufrimiento.

Además sabemos que, los psiquiatras trabajan con problemas psicológicos y no con enfermedades del cerebro, por lo que su intervención debe estar acompañada por un especialista en psicología clínica y/o neuropsicología, ya que la combinación de las psicoterapias y el uso temporal de los psicofármacos, es un proceso más cercano y humano.

En tal sentido, la mayoría de los neuropsicólogos sabemos que los antidepresivos pueden ayudar al paciente a regular ciertos síntomas psicoemocionales, pero nunca lo curan del todo, por lo que muchas de las personas que hoy los están tomando, podrían mejorar sus condiciones con intervenciones psicoterapéuticas breves.

Por lo que hemos visto en el cuerpo de este artículo, la sociedad actual está pagando el precio de un modelo post-acelerado, el cual está requiriendo del uso masivo de antidepresivos para ralentizar nuestros alocados ritmos de vidas, situación que el cerebro humano no está en capacidad de asimilar.

Asimismo, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que la felicidad no se busca, sino que esta se encuentra, cuando la persona está en paz con lo que piensa, siente y necesita consciente y responsablemente.

Finalmente, todo parece que los seres humanos estamos llamados a reflexionar y, a su vez, a buscar un equilibrio psicoemocional, sin tener que hacer uso de los antidepresivos a los que nos tiene acostumbrados la medicina mercantil.

“La peor lucha es la que no se hace (Karl Marx).

Telésforo González Mercado

Psicología Social

Telesforo Gonzalez Mercado es Especialista en Psicología Social, Dr. en Planificación Estratégica, académico e investigador. Profesor y tutor para estudiantes de Maestrías y Doctorados en Ciencia para estudiantes de los USA y Canada. Es Conferencista y articulista sobre temas relacionados con el medio ambiente y el cambio climático, resiliencia, construcción de ciudadanía, planificación estratégica, inteligencia emocional y liderazgo. Es Experto en Cooperación Internacional para el Desarrollo. Fue Rector de la Universidad Agroforestal Fernando Arturo de Meriño (UAFAM).

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