El ahorro —voluntario o forzoso— es la semilla del desarrollo económico. Sin ahorro no hay inversión sostenible, y sin inversión no hay productividad ni empleo formal de calidad.
En República Dominicana, los fondos de pensiones concentran el mayor volumen de ahorro interno, pero en lugar de impulsar MIPYMES, renovables, vivienda e infraestructura, estos recursos están atrapados en financiar el déficit cuasifiscal del Banco Central y el gasto corriente del Estado.
El resultado es una paradoja: los trabajadores aportan de manera obligatoria, pero su ahorro no multiplica riqueza ni genera empleos, sino que sostiene deuda improductiva. Mientras tanto, las empresas enfrentan crédito caro y escaso, las familias tienen menos acceso a vivienda y consumo duradero, y el país depende cada vez más de la deuda externa.
Este ensayo explora cómo otros países con sistemas de pensiones similares lograron convertir el ahorro en un motor del desarrollo, y cuáles lecciones podemos extraer para la República Dominicana.
Ejemplos Internacionales:
Chile: pensiones como motor de infraestructura y mercado de capitales
Qué hicieron: desde 1981, las AFP administran el ahorro obligatorio de los trabajadores. Con el tiempo, la regulación permitió que estos fondos se diversificaran: primero deuda pública, luego bonos corporativos, acciones, fondos de inversión y proyectos de infraestructura concesionada.
Impacto: las AFP chilenas llegaron a manejar más del 70% del PIB en activos.
Financiaron más de 2,500 km de autopistas concesionadas, hospitales, proyectos de energía y telecomunicaciones. Crearon un mercado de capitales profundo y líquido, que permitió que empresas locales e internacionales encontraran financiamiento a largo plazo.
Lección: el ahorro previsional puede convertirse en columna vertebral de un mercado financiero moderno, y en palanca para financiar infraestructura estratégica y mejorar la competitividad de un país.
Colombia: fondos de pensiones y autopistas 4G
Qué hicieron: Colombia permitió que los fondos de pensiones invirtieran en Asociaciones Público-Privadas (APP), bonos hipotecarios y fondos de capital privado. Se diseñaron marcos regulatorios claros y proyectos con estándares internacionales de bancabilidad.
Impacto: los fondos previsionales colombianos administran cerca del 30% del PIB en activos. Participaron con alrededor del 40% de la financiación del programa de autopistas de cuarta generación (4G), una de las mayores expansiones de infraestructura vial en América Latina. También fortalecieron el mercado hipotecario, expandiendo el crédito de vivienda a largo plazo.
Lección: con reglas claras y proyectos bien estructurados, los fondos de pensiones pueden convertirse en columna vertebral del financiamiento de infraestructura y vivienda, dinamizando sectores claves de la economía.
Singapur: CPF y fondos soberanos
Qué hicieron: el Central Provident Fund (CPF) de Singapur es un sistema de ahorro obligatorio que no solo cubre pensiones, sino también vivienda y salud. Parte de estos fondos se canalizan hacia Temasek y GIC, dos fondos soberanos que invierten en sectores estratégicos dentro y fuera del país.
Impacto: el CPF administra más de 400,000 millones USD. Más del 80% de la población de Singapur accedió a vivienda propia gracias a este sistema. Los fondos soberanos Temasek y GIC manejan conjuntamente más de 700,000 millones USD en activos, con inversiones estratégicas en telecomunicaciones, transporte, energía y tecnología, que generaron altos retornos y convirtieron a Singapur en un hub financiero y tecnológico global.
Lección: el ahorro obligatorio puede convertirse en la base de un modelo integral de desarrollo social y económico, si se articula con políticas de vivienda, salud e inversión estratégica a largo plazo.
Corea del Sur: NPS y la industrialización
Qué hicieron: el National Pension Service (NPS) se convirtió en uno de los fondos de pensiones más grandes del mundo, con activos que superan los 700,000 millones USD, equivalentes a casi el 50% del PIB del país. El NPS invierte en infraestructura local, empresas estratégicas y activos internacionales.
Impacto: el NPS acompañó el proceso de industrialización tardía de Corea del Sur, apalancando conglomerados industriales (chaebols) en sectores como manufactura, tecnología y energía. Hoy es un actor global en inversiones en energía, tecnología y bienes raíces.
Lección: la escala del ahorro previsional, bien administrado, permite financiar procesos de industrialización y ganar poder económico global, siempre que se combine con visión estratégica e independencia técnica.
Malasia: EPF, estabilizador macroeconómico
Qué hicieron: el Employees Provident Fund (EPF) de Malasia diversificó sus inversiones hacia vivienda, bonos corporativos, infraestructura y energía, además de activos internacionales.
Impacto: el EPF administra más de 250,000 millones USD. En la crisis asiática de 1997, actuó como estabilizador macroeconómico al proveer liquidez al sistema financiero local, evitando un colapso mayor. En tiempos normales, financió grandes proyectos de transporte, telecomunicaciones y energía.
Lección: el ahorro previsional puede cumplir un doble rol: estabilizar la economía en tiempos de crisis y apoyar el crecimiento en tiempos de expansión, si se diversifica adecuadamente.
Los casos de Chile, Colombia, Singapur, Corea del Sur y Malasia muestran que es posible convertir el ahorro previsional en motor de desarrollo. En todos los casos, el denominador común fue canalizar el ahorro hacia la economía real, con reglas claras, diversificación prudente y visión de largo plazo.
República Dominicana, en cambio, mantiene atrapado su ahorro en deuda pública improductiva.
Liberar esos recursos e integrarlos a un plan de desarrollo productivo no es solo deseable, sino imprescindible.
El desafío es diseñar los instrumentos, marcos legales e instituciones que permitan que el ahorro dominicano financie el futuro del país, y no los déficits del presente.
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