Ankara fue escenario de una nueva ronda de conversaciones de alto nivel para la paz en Ucrania, pero ni las expectativas de Volodímir Zelenski parecen apuntar en la misma dirección de sus aliados, ni el encuentro fue suficiente para acallar los ataques rusos.
Zelenski se encontró con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan en Ankara, con la esperanza de que el liderazgo de éste como actor político en la región del Mar Negro acerque la perspectiva de un acuerdo.
Mientras el presidente ucraniano se trasladaba para las conversaciones, un intenso bombardeo ruso con drones y misiles en la ciudad occidental de Ternópil dejaba 25 personas muertas y 73 heridos, de acuerdo con los servicios de emergencia, y la confianza de Zelenski en el liderazgo estadounidense se encontraba con dos nuevos obstáculos.
Por una parte, un funcionario turco que había adelantado que el enviado especial de Washington, Steve Witkoff, se uniría a las conversaciones, se retractaba y aclaraba que no estaría presente en Ankara.
Paralelamente, se confirmaba que el secretario del Ejército, Dan Driscoll, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Randy George, y el comandante del Ejército en Europa y África, Chris Donahue, estaban listos para adelantar negociaciones con Zelenski en Ucrania.
Pero por otro lado, fuentes estadounidenses familiarizadas con los esfuerzos de paz compartían con la agencia Reuters que el plan de paz del gobierno de Donald Trump implica cesión de territorios y reducción del tamaño del ejército por parte de Kiev.
En su encuentro con Erdogan, Zelenski había expresado su confianza en “la fortaleza de la diplomacia turca”, e insistió en la necesidad de que Estados Unidos ejerciera un “liderazgo eficaz y fuerte” como condición para “detener el derramamiento de sangre y lograr una paz duradera”.
Erdogan, por su parte, prometía que Turquía estaba dispuesta a “proporcionar la plataforma necesaria” para las conversaciones de paz.
Es segunda vez que Ankara se propine como escenario para conversaciones de paz. Este país, que es miembro de la OTAN y se ha mantenido cercano a las dos naciones en conflicto, acogió una primera ronda de negociaciones en 2022, cuando la guerra llevaba apenas semanas en curso.
Fuego en Ternópil
El traslado de Zelenski a Ankara para su reunión con Erdogan coincidió con un fuerte ataque del ejército ruso a 200 km de la frontera con Polonia, sobre la ciudad de Ternópil.
El bombardeo incluyó 476 drones y 48 misiles de varios tipos. Las defensas aéreas de Ucrania lograron interceptar 42 de los proyectiles, mientras que aviones F-16 y Mirage-2000 proporcionados por occidente desactivaban otros 10.
Pero los que dieron en el blanco causaron devastación en infraestructuras civiles de Ternópil, incluyendo dos bloques de apartamentos. Según el ministerio de Defensa ruso, el ataque estuvo dirigido a instalaciones energéticas ucranianas y objetivos militares e industriales.
El ministro del Interior, Ihor Klymenko, informó que 19 de los 25 fallecidos fueron quemados vivos en el ataque, incluyendo tres niños de cinco, siete y 16 años, y que entre los 73 heridos, hay al menos 15 menores.
Otras 24 personas siguen desaparecidas, mientras los equipos de socorro trabajan para tratar de remover los escombros, pero según Klymenko, se espera que la tarea tome al menos dos días más.
Ternópil ha permanecido relativamente a salvo de las hostilidades, y muchas personas de las zonas en conflicto se han trasladado allí en busca de refugio.
El intenso ataque causó la movilización de dos aviones Eurofighter Typhoon y dos F-16 por parte de Rumania, luego de que un dron ruso invadió su espacio aéreo. Además, Polonia informó que había desplegado cazas propios y la OTAN como medida preventiva, además de cerrar los aeropuertos de Rzeszów y Lublin.
¿Washington se entiende con Moscú?
Al mismo tiempo que Zelenski proclamaba que solo Estados Unidos y el presidente Trump "tienen suficiente fuerza para que la guerra termine por fin", fuentes de ese país compartieron con la agencia Reuters detalles de un borrador para un acuerdo de paz, producto de las conversaciones entre Washington y Moscú, en las que Kiev no ha sido tomado en cuenta.
La propuesta, de la que las fuentes hablaron bajo condición de anonimato, implica que Ucrania ceda territorios al este del país, incluyendo algunos que Rusia todavía no controla, a cambio de garantías de seguridad por parte de Estados Unidos, no solo para Kiev, sino para el resto de Europa.
El papel, sobre el que la Casa Blanca se negó a hacer comentarios, también propone una reducción del tamaño de las fuerzas armadas ucranianas, un objetivo prioritario para Rusia, que activó su campaña militar contra Ucrania precisamente ante la perspectiva de que este país fuera admitido como miembro de la OTAN.
Diplomáticos europeos consultados al respecto por Reuters consideraron la propuesta como un nuevo intento de la administración Trump de “acorralar a Kiev” y como una “exigencia rusa”, más que una propuesta seria.
Se desconoce si el plan será discutido durante la reunión que se espera que Zelenski sostenga el 20 de noviembre con Driscoll, George y Donahue.
Con Reuters y AP
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