Con el paso de los días crece la confirmación de la magnitud de las inundaciones que comenzaron en Texas el pasado viernes. Este miércoles 9 de julio, las autoridades locales señalaron que la contabilización de desaparecidos pasó de una veintena a 180. La cifra de personas muertas se sitúa en al menos 109, muchos de ellos niños. Ante este panorama, los expertos amplían las búsquedas en helicópteros y a caballo.
Las autoridades buscan a más de 180 personas, cuyo paradero se desconoce cuatro días después de una de las inundaciones más mortíferas en Estados Unidos en décadas, según cifras publicadas por el gobernador Gregg Abbott.
Además, las autoridades confirman que la cifra de personas muertas asciende a al menos 109, pero subrayan que puede seguir en aumento, a medida que las aguas retrocedan y se intensifique la búsqueda de más víctimas. Algunos medios locales sitúan la cifra de muertos en 110.
La mayoría de los fallecimientos ocurrieron en el condado de Kerr y su capital, Kerrville, de 25.000 habitantes, donde se están llevando a cabo intensas operaciones de búsqueda.
Abbott, informó que desde el martes se han recuperado los cuerpos de 94 víctimas, un tercio de ellos niños, que se suman a los hallazgos previos de muertos.
Entre las víctimas se encuentran 27 niñas y consejeras de Camp Mystic, un campamento de verano cristiano para niñas a orillas del río Guadalupe. La directora de ese lugar también falleció.
Cinco niñas y una consejera del campamento seguían desaparecidas hasta el martes, informó Abbott.
Quince muertes más relacionadas con las inundaciones se confirmaron el martes en la región montañosa de Texas, a unos 145 kilómetros al noroeste de San Antonio, informó el gobernador, lo que eleva el número total de víctimas mortales.
Los alguaciles locales y los medios de comunicación locales estiman en 22 el número de muertes relacionadas con las inundaciones fuera del condado de Kerr, pero recalcan que en esas zonas las cifras letales también pueden seguir en aumento.
Sin embargo, las autoridades indicaron que esperan que el número de muertos aumente a medida que las aguas retrocedan y se intensifique la búsqueda de más víctimas.
Las autoridades registraron 161 personas desaparecidas, pero solo en el condado de Kerr, afirmó Abbott, quien agregó que otras 12 estaban desaparecidas en otras zonas.
"Necesitamos encontrar a todas las personas desaparecidas. Esa es la prioridad", declaró el gobernador de Texas.
El desastre se desarrolló rápidamente en la mañana del viernes 4 de julio, cuando lluvias más fuertes de lo esperado hicieron que el río Guadalupe creciera rápidamente, convirtiéndolo en un torrente mortal en menos de una hora.
Leer tambiénInforme desde Houston: críticas a la Administración Trump por las mortales inundaciones en Texas
En helicópteros y a caballo rastrean escombros en busca de desaparecidos
Este miércoles, equipos de rescate han seguido utilizando retroexcavadoras y sus propias manos para excavar entre montones de escombros que se extienden por kilómetros en la búsqueda de las más de 180 personas que hasta ahora están estimadas como desaparecidas.
Se han recuperado más de 100 cuerpos, pero el gran número de desaparecidos sugiere que la magnitud de la catástrofe aún no está clara cinco días después del desastre.
"No nos detendremos hasta que se contabilice a todos los desaparecidos (…) Sepan esto también: es muy probable que haya más personas en esa lista", declaró el gobernador Greg Abbott.
Las autoridades han estado buscando más información sobre quiénes estuvieron en el popular destino turístico durante el fin de semana festivo del 4 de julio, pero no se registraron en un campamento ni en un hotel y podrían haber estado en la zona sin que mucha gente lo supiera, destacó el gobernador.
Las riberas y colinas del condado de Kerr, a lo largo del río Guadalupe, donde se ha recuperado a la mayoría de las víctimas de las inundaciones, están repletas de cabañas vacacionales, campamentos juveniles y zonas de acampada, incluyendo Camp Mystic.
Equipos en hidrodeslizadores, helicópteros y a caballo peinaron el terreno. También utilizaron excavadoras y sus manos, revisando la tierra capa por capa, con perros de búsqueda olfateando cualquier rastro de cuerpos enterrados.
Cientos de voluntarios se unieron a ellos en una de las operaciones de búsqueda más grandes en la historia de Texas. La búsqueda ha sido lenta, dificultada por las tormentas constantes y las densas capas de árboles enredados y escombros.
La inundación repentina fue la más mortífera causada por inundaciones tierra adentro en Estados Unidos desde la inundación del Cañón Big Thompson en Colorado, el 31 de julio de 1976, que causó la muerte de 144 personas, según Bob Henson, meteorólogo de Yale Climate Connections, citado por la agencia de noticias AP. Dicha inundación atravesó un estrecho cañón repleto de gente durante un fin de semana festivo que conmemoraba el centenario de Colorado.
Los funcionarios públicos encargados de localizar a las víctimas en Texas se enfrentaron el martes a crecientes preguntas sobre quién estaba a cargo de monitorear el clima y advertir que las aguas de la inundación se dirigían hacia campamentos y viviendas.
Abbott afirmó que el presidente Donald Trump se ha comprometido a brindar toda la ayuda que Texas necesite para su recuperación. Trump planea visitar el estado el viernes.
Las encuestas realizadas antes de las inundaciones en ese estado muestran que la mayoría de los estadounidenses cree que el Gobierno federal debería desempeñar un papel importante en la preparación y respuesta ante desastres naturales.
Por otra parte, un diluvio en Nuevo México provocó inundaciones repentinas que causaron la muerte de tres personas el martes.
Escenas de devastación se han observado en el Campamento Mystic. Afuera de las cabañas del Campamento Mystic donde habían dormido las niñas, mantas y almohadas salpicadas de barro estaban esparcidas sobre una colina cubierta de hierba que desciende hacia el río. Entre los escombros también se encontraban maletas rosas, moradas y azules decoradas con pegatinas.
Y es que entre las personas fallecidas en el campamento se encontraban una alumna de segundo grado a quien le encantaban los brillos y lazos rosas, una consejera de 19 años que disfrutaba asesorando a niñas y la directora del campamento, de 75 años.
Cuando en el fatídico día el río Guadalupe registró un aumento de 8 metros en menos de una hora, algunas campistas tuvieron que nadar por las ventanas de las cabañas para ponerse a salvo, mientras que otras se sujetaron de una cuerda mientras se dirigían a terrenos más altos.
Apenas dos días antes de la inundación, los inspectores de Texas aprobaron el plan de emergencia del campamento. Sin embargo, cinco años de informes de inspección publicados por AP no proporcionaron detalles sobre cómo se evacuaría a los campistas ni sobre las tareas específicas asignadas a cada miembro del personal y consejero.
Si bien es difícil atribuir un solo fenómeno meteorológico al cambio climático, los expertos afirman que el calentamiento de la atmósfera y los océanos aumenta la probabilidad de tormentas catastróficas.
Leer tambiénTexas: rescatistas rastrean víctimas de las inundaciones en las riberas del río Guadalupe
¿Dónde se emitieron las alertas?
Al tiempo aumentan las preguntas sobre qué medidas, si las hubo, tomaron las autoridades locales para advertir a los campistas y residentes que se encontraban en la pintoresca zona conocida desde hace tiempo por los lugareños como el "callejón de las inundaciones repentinas".
Los líderes del condado de Kerr afirmaron que su prioridad es recuperar a las víctimas, no revisar lo sucedido momentos antes de las inundaciones repentinas.
El juez del condado de Kerr, Rob Kelly, principal funcionario electo de esa zona, afirmó que el condado no cuenta con un sistema de alerta.
Generaciones de familias en Hill Country han conocido los peligros. Una inundación en 1987 obligó a la evacuación de un campamento juvenil en la localidad de Comfort e inundó autobuses y furgonetas. Diez adolescentes murieron.
Leer tambiénEquipos de rescate trabajan a contrarreloj en Texas tras las inundaciones repentinas
Con Reuters y AP
Compartir esta nota