En medio de su visita a China, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró este 3 de septiembre que está dispuesto a reunirse con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, tras el impulso de EE. UU. por lograr un "acuerdo de paz". Sin embargo, puso en duda si tiene "sentido" hacerlo. Horas antes, Moscú lanzó un nuevo ataque masivo con más de 500 drones y dos docenas de misiles, que dejó miles de hogares sin electricidad. En paralelo, el canciller, Serguéi Lavrov, declaró que un acuerdo de paz solo sería posible si las anexiones rusas de territorios ucranianos son reconocidas internacionalmente.
Vladimir Putin pone sobre la mesa la posibilidad de reunirse con Zelenski, pero no se compromete.
Desde China, donde asiste a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, el presidente ruso aseguró estar "listo" para ese encuentro, pero al mismo tiempo cuestionó si tiene sentido hacerlo.
"Si la reunión con Zelenski está bien preparada, entonces estoy listo para reunirme (…) ¿Pero tiene algún sentido reunirme con él?", declaró.
"Que Zelenski venga a Moscú y entonces la reunión se realizará", agrego.
Además, el líder del Kremlin se refirió a las regiones ucranianas que Moscú ha arrebatado a su vecino país, al asegurar que su Gobierno "no reclama territorios", sino "derechos de la gente", en alusión a las poblaciones que habitan esos lugares, sin reconocer una invasión.
En sus declaraciones, el líder del Kremlin también reiteró que su país se opone a una eventual unión de Ucrania a la OTAN. Se trata de una de las razones con las que el mandatario ruso justificó la invasión que ordenó el 24 de febrero de 2022, a la que siempre se ha referido como una "operación militar especial".
El hombre que ha gobernado Rusia por más de 20 años continuó señalando que seguirá "luchando en Ucrania", si no es alcanzado un "acuerdo de paz".
Rusia lanza más de 500 drones y misiles contra Ucrania
Con fuego y exigencias sobre la mesa, Rusia avanza en la invasión a Ucrania y reclama el reconocimiento internacional de los territorios de su vecino país que ha capturado.
Este miércoles 3 de septiembre, lanzó un nuevo ataque masivo contra su vecino país, lo que deja miles de hogares sin electricidad.
Las fuerzas de Moscú dispararon más de 500 drones y 24 misiles contra Ucrania durante la madrugada, precisaron las autoridades del país invadido desde hace más de tres años.
"Tres misiles y 69 drones de ataque impactaron en 14 lugares, y los restos de los proyectiles derribados cayeron en 14 lugares", precisó la Fuerza Aérea Ucraniana.
Las embestidas fueron perpetradas principalmente contra el occidente y centro del país e hirieron al menos a cinco personas, según informó la Fuerza Aérea ucraniana.
Los principales objetivos fueron la infraestructura civil, especialmente las instalaciones energéticas, a medida que se acerca otro invierno sin que la invasión a gran escala se detenga, subrayó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
"Putin está demostrando su impunidad (…) Solo debido a la falta de presión suficiente, principalmente sobre la economía de guerra, Rusia continúa con esta agresión", declaró Zelenski en Telegram, instando a sanciones más severas contra Rusia.
Periodistas de la agencia de noticias AFP en Kiev fueron testigos de explosiones sobre la capital y el crujido de las ametralladoras de la defensa aérea durante este ataque, que coincidió con la visita de Vladimir Putin a China y la visita a Kiev del secretario de Defensa británico, John Healey.
En la región de Chernihiv, en el norte del país, 30.000 personas se quedaron sin electricidad tras un bombardeo de "infraestructura civil", declaró el jefe de la administración militar, Vyacheslav Tchaus.
Y en la región de Kirovograd, cuatro trabajadores ferroviarios resultaron heridos, según Ferrocarriles Ucranianos, que citó importantes interrupciones del tráfico ferroviario.
Rusia exige reconocer internacionalmente “las nuevas realidades territoriales”
Mientras el Ejército ruso presiona a Ucrania con fuego, su canciller, Serguéi Lavrov, condiciona “un acuerdo de paz” al reconocimiento internacional de los territorios de su vecino país que Moscú ha capturado-
"Para una paz duradera, las nuevas realidades territoriales que han surgido deben reconocerse y formalizarse de conformidad con el derecho internacional", declaró Lavrov a los medios estatales rusos.
La declaración destaca la estrategia del Kremlin de presentar la “conquista territorial” como algo no negociable, cerrando así la puerta a cualquier acuerdo, pese a que asegura que está dispuesto a negociar.
Ucrania y sus aliados han rechazado estas demandas, calificándolas de inaceptables y de intento de redefinir las fronteras por la fuerza.
Rusia reclama tanto los territorios que sus tropas han capturado durante la invasión en curso, como aquellos que se anexó en cuestionados referendos, en septiembre de 2021, meses después de iniciar la actual guerra. Kiev y Occidente denunciaron que esas consultas fueron hechas bajo coerción a la población.
Además, Rusia las reclama pese a que sus tropas no las ocupan en su totalidad.
Se trata de las provincias de Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporizhia, en el sur. También reclama la provincia de Crimena, en el sur de Ucrania, y que se anexó en 2014.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiha, criticó duramente la postura de Moscú, que tildó como "un nuevo conjunto de viejos ultimátums".
“Esto demuestra que el apetito del agresor solo crece cuando no se enfrenta a presión ni fuerza. En cambio, es hora de atacar la maquinaria de guerra rusa con nuevas y severas sanciones y tranquilizar a Moscú”, subrayó Sybiha.
Asimismo, el canciller ucraniano señaló que Rusia está respondiendo con un nuevo conjunto de “viejos ultimátums”, pese a los esfuerzos del Gobierno del presidente de EE. UU., Donald Trump, por terminar la guerra.
Con AP, Reuters y medios locales
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