El diseñador Giorgio Armani, considerado el 'rey' de la moda italiana, falleció este jueves 4 de septiembre a los 91 años en Milán, acompañado de su familia y de Leo Dell’Orco, su compañero durante los últimos 20 años, informó su grupo empresarial.
Fallece uno de los grandes íconos de la moda en el mundo.
"Con profundo pesar, el Grupo Armani anuncia el fallecimiento de su creador, fundador e incansable impulsor: Giorgio Armani", declaró la casa de moda en un comunicado.
Se instalará una cámara funeraria el próximo sábado 6 y el domingo 7 de septiembre, en Milán, que estará seguida de un funeral privado en una fecha aún no especificada, según informó la compañía de moda.
Armani, de 91 años, era sinónimo de estilo y elegancia en Italia y el resto del mundo. Combinó el talento de diseñador con la perspicacia de un hombre de negocios, dirigiendo una empresa que facturaba unos 2.300 millones de euros -unos 2.700 millones de dólares- al año.
El diseñador llevaba un tiempo enfermo y se vio obligado a abandonar los desfiles de su grupo en la Semana de la Moda Masculina de Milán en junio, la primera vez en su carrera que se perdía uno de sus desfiles.
Armani, uno de los nombres y rostros más reconocidos de la industria de la moda global, se perdió la Semana de la Moda de Milán en junio de 2025 por primera vez durante los adelantos de la colección masculina Primavera-Verano 2026, para recuperarse de una afección no revelada. Estaba planeando un gran evento para celebrar los 50 años de su emblemática casa de moda, Giorgio Armani, durante la Semana de la Moda de Milán de este mes.
Al momento de su muerte, Armani había creado un imperio valorado en más de 10.000 millones de dólares, que, además de ropa, incluía accesorios, artículos para el hogar, perfumes, cosméticos, libros, flores e incluso chocolates, lo que lo situaba entre los 200 multimillonarios más importantes del mundo, según la revista 'Forbes'.
El diseñador también era dueño de varios bares, clubes, restaurantes y de su propio equipo de baloncesto, el EA7 Emporio Armani Milán, más conocido como Olympia Milano. Armani abrió más de 20 restaurantes desde Milán hasta Tokio desde 1998, y dos hoteles, uno en Dubái en 2009 y otro en Milán en 2010.
Armani, la base de un estilo
El estilo Armani comenzó con el propio Giorgio Armani, desde sus penetrantes ojos azules enmarcados por un bronceado permanente y su temprana cabellera plateada, hasta sus característicos vaqueros y camisetas de trabajo y la decoración minimalista de sus residencias.
La visión de Armani para la moda era la de una elegancia desenfadada, donde la atención al detalle marcaba la diferencia.
"Diseño para la gente real. No hay ninguna virtud en crear ropa y accesorios que no sean prácticos", solía decir cuando se le pedía que identificara a su clientela.
Con una chaqueta sin forro, unos pantalones sencillos y una paleta de colores urbanos, Armani impulsó el prêt-à-porter italiano a finales de la década de 1970, creando una silueta relajada, reconocible al instante, que ha impulsado a la casa de moda durante medio siglo.
Ese, sin duda, fue el símbolo de su nuevo estilo y se convirtió en un éxito instantáneo, desde Hollywood hasta Wall Street. El diseñador combinó la chaqueta con una sencilla camiseta, una prenda que denominó "el alfa y el omega del alfabeto de la moda".
Desde la oficina ejecutiva hasta la gran pantalla de Hollywood, Armani vistió a los ricos y famosos con estilos clásicos de sastrería, confeccionados en telas ultrasuaves y tonos suaves. Sus elegantes trajes de etiqueta y sus brillantes vestidos de noche solían ser el centro de atención en las alfombras rojas de la temporada de premios.
Luego, el traje Armani también se convirtió en un imprescindible en el armario del hombre adinerado. Y para las mujeres, la introducción del traje pantalón en el despacho ejecutivo fue prácticamente revolucionaria.
Conocido como el "traje de poder", con su chaqueta con hombreras y pantalones a medida, se convirtió en el sello distintivo de la clase ascendente de mujeres de negocios en la década de 1980.
Con el paso de los años, Armani suavizaría el look con detalles delicados, telas lujosas y tonos más brillantes para su paleta básica de beige y gris. Su insistencia en los pantalones y las chaquetas llevó a algunos críticos a etiquetar su moda como "andrógina".
Con Reuters y AP
Compartir esta nota