El líder del Ejército sudanés, Abdel-Fattah Burhan, aterrizó este 26 de marzo en la capital, Jartum, para anunciar el control del frente oficialista en la capital, después de una operación de seis meses para mermar las defensas de las paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). Aunque terminó la ocupación insurgente en la capital, sigue habiendo gran presencia paramilitar en las zonas de Darfur y El Gezira.
"Ahora, Jartum es libre", así anunció la noticia del control por parte del Ejército Sudanés, su líder Abdel-Fattah Burhan, quien se pronunció ante las cámaras de medios locales desde el Palacio Presidencial, retomado el pasado 21 de marzo y en donde el líder de facto sudanés no había entrado desde hace dos años, cuando estalló la guerra civil.
Burhan logró aterrizar en la capital después de que los soldados estatales se aglutinaran en las zonas cercanas al aeropuerto capitalino para finalmente poder concretar la captura del inmueble, que estaba bajo control paramilitar desde 2023.
Después de meses de combates en la capital, los elementos fieles a las filas del Ejército sudanés lograron arrinconar a los miembros de las FAR hacia el sur de la ciudad. Según testigos, los paramilitares parecen encaminados a la retirada en dirección a Omdurmán, región vecina de Jartum.
La retirada de las fuerzas paramilitares y la llegada de Burhan ocurrieron el mismo día después de que un gran operativo militar del Ejército diera frutos en la capital.
Este 26 de marzo, la empresa castrense dijo que había logrado capturar el campamento de Tiba al-Hassanab, descrito como "la última base" de las FAR en Jartum y todo el centro del país.
Tras la partida de las FAR de la capital, el ánimo entre una gran parte de la población capitalina es de alegría, aunque el futuro de la guerra aún no está cerrado.
"Ayer hemos visto vídeos de muchos residentes, e incluso prisioneros que estaban bajo territorio controlado por las FAR, liberándose y corriendo con pleno júbilo por las calles, sin ver a un miliciano a la vista", dijo Elbashir Idris, activista sudanés y analista, para la cadena qatarí 'Al Jazeera'.
Seis meses de combates por la capital
El anuncio del jefe militar sudanés representa la culminación de un despliegue militar de los últimos seis meses en la capital del país africano, y que convirtió a Jartum en una de las zonas de guerra más peligrosas de todo el continente.
Aunque el Ejército sudanés cuenta con más armamento e infraestructura para hacer frente a los paramilitares, las FAR tienen más experiencia en el terreno. Además, lograron penetrar dentro de las calles, comercios y casas de la ciudad, complicando la labor del Ejército por eliminarlos sin provocar bajas civiles.
Desde hace dos años, las FAR arrancaron con ventaja en la capital, siendo su principal espacio de influencia después del intento golpista por arrebatarle el vacío de poder sudanés a Burhan. A través de drones, artillería y bombardeos —algunos indiscriminados según activistas— el Ejército había logrado ganar terreno en las zonas controladas por las FAR.
En enero, las tropas oficialistas completaron la toma del estado de El Gezira, uno de los centros de operación de las FAR en el país, para después encaminarse en rumbo a la región capitalina, que está dividida en tres grandes sectores: Omdurmán, Jartum Norte y la ciudad de Jartum.
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Debido a la extensión de la zona, los elementos del Ejército iniciaron por Omdurmán, la segunda ciudad más poblada de Sudán, de donde expulsaron a las FAR a principios de año, según mencionó el Ejército.
Apenas en febrero, los militares lograron hacerse de Jartum Norte.
La crisis humanitaria en Sudán permanece
Aunque el Ejército se ha anotado varias victorias en el territorio, el conflicto interno de Sudán parece lejos de estar en sus horas finales.
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La guerra en el país africano estalló el 15 de abril de 2023 tras la negativa de las FAR, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo 'Hemetti', de integrarse a las filas del Ejército y la reestructuración del liderazgo del grupo.
Tras la explosión de las hostilidades, los paramilitares se aferraron al control de Jartum, asistidos logísticamente y con armamento por países como Emiratos Árabes Unidos (EAU) —aunque nunca lo han reconocido públicamente—, además de establecer bastiones en la región occidental del Darfur, donde tienen un historial conflictivo.
Las FAR provienen de las antiguas milicias de los 'Janjaweed', grupo armado acusado de múltiples violaciones a los Derechos Humanos en el Darfur, incluyendo tortura y abuso sexual. Por un tiempo, el Ejército y las FAR trabajaron juntos durante el Gobierno de Omar al-Bashir.
Además de roces por el poder y violencia generalizada, la guerra en Sudán derivado en la crisis humanitaria más grave de todo el planeta, según la ONU.
Algunas estimaciones indican que en torno a 100.000 personas han fallecido por el conflicto.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que aproximadamente 30 millones de sudaneses, de los que 16 millones son niños, dependen de la asistencia humanitaria.
Con EFE, Reuters y medios locales
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