Desde la Vuelta a España hasta el Festival de Cannes, el arte y el deporte han logrado que el mundo vuelva la mirada a la debacle humanitaria en Gaza tras dos años de guerra. Con más de 66.000 palestinos muertos y una comunidad internacional incapaz de detener el conflicto, los escenarios y protagonistas deportivos o culturales se han convertido en voz y canal para denunciar la ofensiva de Israel. ¿Cómo? Este es el recuento.
Más de 66.000 palestinos han muerto en la Franja de Gaza, en su mayoría civiles, en medio de la ofensiva que Israel inició contra el enclave el 7 de octubre de 2023. Hace dos años, los ataques del grupo palestino islamista Hamás, que causaron unas 1.200 muertes en territorio israelí, abrieron una guerra que ha devastado gran parte de Gaza.
La ofensiva ha escalado al punto de que actores de la comunidad internacional y una comisión de investigadores de la ONU han señalado a Israel de cometer "genocidio". La Comisión Internacional Independiente de Investigación, que no habla en nombre de la ONU y ha enfrentado duras críticas de Israel, determinó a mediados de septiembre que un "genocidio está ocurriendo en Gaza y continúa ocurriendo”.
Frente a este escenario, mientras un creciente número de Gobiernos occidentales endurecen su postura hacia Israel, el mundo de la cultura y el deporte se ha encargado de poner en relieve la situación crítica en el territorio palestino. Músicos, escritores, deportistas y celebridades denuncian cada vez con más frecuencia y contundencia la acción israelí en Gaza y piden el cese inmediato de las hostilidades.
Muchos de ellos han sido los responsables de transformar la visión global del conflicto, tras dos años de intensos ataques sobre la Franja. Esto, mientras la comunidad internacional aún parece incapaz de impulsar un fin de la guerra, a pesar del llamado de múltiples líderes mundiales.
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Este mismo 3 de octubre, por ejemplo., más de 300 instituciones culturales y cerca de 800 artistas de Países Bajos y Bélgica declararon un “boicot cultural” al país dirigido por Benjamín Netanyahu, un mensaje claro que denuncia lo que califican como “genocidio” contra los palestinos. Así, museos, festivales y compañías teatrales dejarán de trabajar con instituciones y organizaciones israelíes que consideran “cómplices de violaciones del Derecho Internacional”.
A continuación, un repaso de cómo el arte y el deporte han llevado a reducir la indiferencia sobre Gaza.
La Vuelta a España: las denuncias en el escenario deportivo
Uno de los hechos más significativos ha sido, sin duda, lo ocurrido en la edición de la Vuelta a España de este año. Desde el inicio del campeonato ciclístico, grupos de activistas propalestinos realizaron manifestaciones en contra de la presencia del equipo Israel-Premier Tech. En Bilbao, por ejemplo, una de las etapas tuvo que finalizar tres kilómetros antes de lo previsto por temor a que el paso de los ciclistas se viera interrumpido por los manifestantes.
Las protestas, que bloqueaban la ruta y en las que se ondeaban banderas palestinas, obligaron a los organizadores de la competencia a acortar o modificar algunos tramos del recorrido que debían seguir los deportistas. Y, a medida que avanzaba La Vuelta, la denuncia contra el fuego israelí en Gaza se extendió por España, convirtiendo el certamen ciclístico más importante del país en un foco de manifestaciones contra el conflicto en Medio Oriente.
El punto más álgido se vivió en Madrid: decenas de miles de manifestantes bloquearon el circuito de la última etapa del campeonato, lo que obligó a los organizadores a cancelar el tramo final de la Vuelta a España. Rápidamente, la imagen de las calles madrileñas colmadas de manifestantes enfrentados con los 1.500 efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil dio la vuelta al mundo.
En otros deportes, la protesta también ha estado presente. Desde octubre de 2023, es cada vez más frecuente ver banderas palestinas en los estadios de fútbol de todo el mundo.
Adicionalmente, ha crecido la petición de expulsar a Israel de varios certámenes, igual que a Rusia, una solicitud que ha promovido incluso el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Frente a esto, tanto el comité de los Juegos Olímpicos como la FIFA han respondido que aún no se han alcanzado los fundamentos legales para actuar, sin dar más detalles.
El Comité Olímpico Internacional, por su parte, ha dicho que Israel no ha violado la Carta Olímpica como Rusia al anexionarse territorios ucranianos. No obstante, Israel ha continuado expandiendo asentamientos ilegales de la Cisjordania ocupada.
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Algunas naciones como Turquía han sido más contundentes. Recientemente, el presidente de la Federación Turca de Fútbol (TFF), Ibrahim Haciosmanoglu, le pidió a la FIFA y a la UEFA excluir a Israel de sus torneos por la ofensiva en suelo palestino.
Conciertos y premiaciones: la causa palestina en las tarimas
Fuera de las competencias deportivas, la música, la industria audiovisual y otras expresiones culturales han sido promotoras de denuncias sobre la situación en Gaza.
En Europa, por ejemplo, hoy en día se discute si Israel podrá participar en el Festival Eurovisión de 2026. Países Bajos, Irlanda, España y Eslovenia han dicho que no se presentarán en el concurso si lo hacen también los artistas israelíes. En su comunicado, Ámsterdam indicó que “ya no se puede justificar la asistencia de Israel dado el continuo y grave sufrimiento humano en Gaza”.
Sin embargo, estos no son los únicos países cuya participación aún está en duda. Bélgica, Dinamarca, Finlandia y Noruega todavía no han confirmado su asistencia. Ante el hecho, la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del concurso, ha ampliado el plazo de confirmación a mediados de diciembre.
Del otro lado del Atlántico, en América Latina, es cada vez más frecuente que diferentes artistas y cantantes usen las tarimas para condenar la ofensiva en el enclave palestino; a menudo dan fuertes declaraciones bajo el lema de “Palestina Libre” y pidiendo el cese de las hostilidades.
A comienzos de septiembre, en el Zócalo de Ciudad de México, el cantante puertorriqueño Residente ofreció un concierto gratuito al que asistieron más de 180.000 personas. Fue sin duda una noche de protesta: usando un suéter bordado con la frase “Palestina Libre”, el rapero subió al escenario a una familia palestina como muestra de apoyo y solidaridad con los gazatíes.
Otro foco de denuncia han sido las grandes y tradicionales premiaciones mundiales, así como los festivales de cine.
El 14 de septiembre, en los Premios Emmy, ganador tras ganador en cada categoría, hablaron sobre la situación en Gaza, desde Javier Bardem hasta Hannah Einbinder. Lo mismo pasó en el Festival de Cine de Venecia o el Festival de Cannes.
Desde Cannes hasta Hollywood
A propósito del evento francés, un colectivo de 380 estrellas de cine –que incluye a Pedro Almodóvar, Javier Bardem o Richard Gere– firmó una declaración pública que denunciaba el “silencio” del mundo de la cultura ante el “genocidio” en Gaza, un anuncio que coincidió con el inicio del Festival de Cannes.
"Nosotros, artistas y actores/actrices del ámbito cultural, no podemos permanecer en silencio mientras se lleva a cabo un genocidio en Gaza", apuntaron los más de 300 firmantes en el comunicado que rendía homenaje a Fatima Hassouna, una fotoperiodista palestina que murió en un bombardeo israelí a mediados de abril y protagonista de un documental proyectado en Cannes.
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Fuera de Europa, en las alfombras rojas de Hollywood, cada vez más estrellas del cine y la televisión recuerdan lo que pasa en la Franja de Gaza. Más de 1.800 actores, cineastas y trabajadores de la industria firmaron una carta abierta en la que se comprometieron a no trabajar con instituciones cinematográficas israelíes que consideran “cómplices del genocidio” en suelo gazatí.
Entre los suscritos están Olivia Colman, Javier Bardem, Emma Stone, Gael García Bernal y Adam McKay.
Y, mientras Israel acusa de antisemitismo este tipo de expresiones y señala a sus protagonistas de ser aliados de Hamás, el eco a favor del fin de la guerra en Gaza es cada vez más fuerte y claro.
Con todo, los efectos de este movimiento aún no se pueden medir. Lo que sí es cierto es que ahora los colores de la bandera palestina están mucho más presentes en las pantallas, los estadios, los escenarios, las tarimas y los cines. Una transformación fuera del plano geopolítico que, en algunos casos, ha sido más contundente y mediática que las palabras de los líderes mundiales.
Con EFE, AFP y medios locales
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