Nicusor Dan, alcalde de Bucarest y proeuropeísta, logró una victoria sorpresiva en Rumania: se impuso en unas elecciones en las que casi todos los sondeos daban como ganador al candidato de extrema derecha, George Simion. El matemático, descrito como reservado y modesto, tendrá ahora la tarea de reformar el país y lograr consensos para gobernar. Recopilamos las claves de su trayectoria y posturas, las cuales arrojan pistas del rumbo que podría tomar la nación tras vencer en las urnas al fantasma de la ultraderecha.
Centrista, alcalde de Bucarest, proeuropeísta y militante anticorrupción. Son algunas de las palabras que describen la carrera política de Nicusor Dan, el nuevo presidente de Rumania tras la segunda vuelta de elecciones, el domingo 18 de mayo.
Más allá de la Presidencia, las accidentadas elecciones arrojan un resultado que puede ser como clave para el destino del país, el futuro de la guerra en Ucrania y frente el auge de la extrema derecha en el Viejo Continente.
El hombre discreto que dio un vuelco a los sondeos y conquistó la Presidencia en Rumania
El ahora mandatario electo se presentó como independiente el pasado diciembre-tras la anulación de la elección presidencial de octubre- obtuvo cerca del 54 % de los votos tras el conteo de 90 % de las papeletas.
Un resultado que dejó perplejos a muchos, luego de que Dan obtuviera apenas 20 % en la primera vuelta, en las que el candidato de la extrema derecha, George Simion, obtuvo una clara ventaja con más del 40 % de los votos.
Pero, ¿qué pistas da su pasado y carrera política sobre lo que sería su mandato?
Dan, de 55 años, nació en Fagaraș, en el corazón de Rumania. Desde muy joven destacó en las matemáticas, ganando medallas en olimpiadas internacionales. Después se mudó a la capital de su país, donde estudió Matemáticas, en la Universidad de Bucarest. Más tarde hizo un doctorado en la prestigiosa Escuela Normal Superior de París.
Ideológicamente, más conservador que progresista, es conocido por su trayectoria académica y activismo ciudadano. Pese a su carácter reservado y limitado carisma, Dan logró conectar con un electorado urbano, joven y cansado de la corrupción, que ha visto en él a un político honesto capaz de modernizar el país.
“Es más del tipo gestor y administrativo, pero es un tipo muy decente y honesto”, declaró a la agencia de noticias AFP el analista político, Sorin Cucerai.
Dan también es conocido por sopesar cuidadosamente sus palabras. Se le ha criticado, incluso, por lo que sus críticos consideran falta de decisión y su escasa capacidad de comunicación.
Pero en contraste contra Simion-de apenas 38 años y un impulsivo hincha de fútbol en su juventud, conocido por sus arrebatos violentos en ocasiones- el carácter discreto de Dan pudo haber sido una ventaja, según algunos expertos políticos.
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Una plataforma anticorrupción y a favor de los DD. HH.
Rumania está clasificado como uno de los países más corruptos de la Unión Europea por la organización Transparencia Internacional. Tras regresar a su país a finales de la década de 1990, Dan trabajó en el Instituto de Matemáticas de la Academia Rumana, combinando esa labor con la defensa del patrimonio urbanístico y cultural de Bucarest.
En 2008, su activismo lo llevó a crear una asociación que impulsó numerosas demandas contra irregularidades urbanísticas y abusos inmobiliarios. Y más tarde, en 2015, fundó la ‘Unión Salvar Bucarest’, que rápidamente se convirtió en la Unión Salvar Rumania (USR), que en 2016 logró entrar en el Parlamento como tercera fuerza política del país.
Sin embargo, en 2017 decidió abandonar la formación tras un debate interno sobre la definición constitucional del matrimonio exclusivamente como la unión entre hombre y mujer, algo a lo que se opuso su bancada política.
Dan se ha mostrado a favor del derecho al aborto en un país muy conservador en el ámbito social y en el que la Iglesia Ortodoxa tiene mucha influencia.
Dan vive con su pareja, Mirabela Gradinaru, desde hace más de dos décadas, pero no están casados, algo que también fue criticado por los sectores más conservadores de la nación. Ambos tienen dos hijos: una niña de nueve y un niño de tres.
Candidato varias veces a la alcaldía de Bucarest, fue finalmente elegido en 2020 para ese cargo y reelegido para un segundo mandato en 2024.
No obstante, el político que se presentó como independiente, abandonó el partido que había fundado- la Unión para Salvar Rumania (USR)- al argumentar que la bancada debía centrarse en la lucha contra la corrupción en vez de las libertades civiles, incluidos los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
Desde que fue elegido alcalde, Dan se ha enorgullecido de haber modernizado el sistema de calefacción de la capital y sus instalaciones deportivas, al tiempo que ha conseguido sacar a la ciudad de la bancarrota.
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El avance sereno hasta la victoria
Las fracturas sociales e ideológicas, así como los problemas económicos formaron parte del caótico ciclo electoral del país miembro de la Unión Europea.
Rumania celebró cuatro votaciones en 2024, incluida la que se anuló en diciembre de 2024 y se repitió el domingo 18 de mayo. La prolongación del ciclo electoral contribuyó a los problemas económicos del país.
Y es que la nación registra el mayor déficit presupuestario de la UE: el 9,3 % de la producción el año pasado.
"La participación ha sido casi sin precedentes, marcada por el auge de los defensores de la democracia"
Pero muchos rumanos se movilizaron en las calles para cambiar la tendencia en unos comicios considerados cruciales para el futuro europeo del país, vecino de Ucrania, y acabar por dar una virada a los pronósticos, cinco meses después de la excepcional anulación de unas elecciones por sospechas de injerencia rusa.
Rumania, un país de 19 millones de habitantes, se ha convertido en un pilar esencial de la OTAN desde que empezó la invasión rusa, el 24 de febrero de 2022.
Bucarest abrió un centro de entrenamiento de pilotos de caza ucranianos y donó a Kiev un sistema de defensa antiaérea Patriot, además de aportar apoyo logístico para la exportación de cereales a través del puerto rumano de Constanta, en el mar Negro.
Con una voz suave, el ahora presidente electo de Rumania se impuso en el último minuto, tras ir semanas por detrás de Simion, un euroescéptico que amenazó con poner fin a la ayuda militar a Ucrania para defenderse frente a Rusia.
Las elecciones registraron una participación de alrededor del 65 %, frente al 53 % de la primera vuelta: es el mayor porcentaje de participación en 25 años.
"La participación ha sido casi sin precedentes, marcada por el auge de los defensores de la democracia (…) Nunca antes unas elecciones habían sido tan decisivas, con evidentes repercusiones geopolíticas", destacó el analista político Sergiu Miscoiu.
Rumania ha decidido en las urnas cerrar filas en torno a una visión europeísta y entre la lista de prioridades Dan tendrá el reto de reformar el país y lograr consensos para gobernar.
Con Reuters, AP, AFP, EFE y medios locales
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