El gobierno de Donald Trump anunció el 16 de diciembre que ampliará las restricciones de viaje a otros 20 países y a la Autoridad Palestina, duplicando así el número de naciones afectadas por las amplias limitaciones anunciadas a principios de este año sobre quién puede viajar y emigrar a Estados Unidos.
El gobierno de Trump incluyó a cinco países más, así como a las personas que viajan con documentos expedidos por la Autoridad Palestina, en la lista de países sujetos a una prohibición total de viajar a Estados Unidos, e impuso nuevas restricciones a otros 15 países.
La medida forma parte de los esfuerzos continuos de la administración por endurecer las normas de entrada a Estados Unidos para los viajes y la inmigración, lo que, según los críticos, impide injustamente viajar a personas de una amplia gama de países.
La administración sugirió que ampliaría las restricciones tras la detención de un ciudadano afgano sospechoso de haber disparado a dos soldados de la Guardia Nacional durante el fin de semana de Acción de Gracias.
Las personas que ya tienen visas, son residentes permanentes legales de los Estados Unidos o tienen ciertas categorías de visas, como diplomáticos o atletas, o cuya entrada al país se considera que beneficia los intereses del país, están exentas de las restricciones. No quedó claro de inmediato cuándo entrarían en vigor las nuevas restricciones.
En junio, el presidente Donald Trump anunció que se prohibiría la entrada a los Estados Unidos a los ciudadanos de 12 países y que los de otros siete se enfrentarían a restricciones. La decisión resucitó una política emblemática de su primer mandato.
En ese momento, la prohibición incluía a Afganistán, Myanmar, Chad, la República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, y aumentaba las restricciones a los visitantes de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
El 16 de diciembre, la administración republicana anunció que ampliaba la lista de países cuyos ciudadanos tienen prohibida la entrada a Estados Unidos a Burkina Faso, Malí, Níger, Sudán del Sur y Siria. La administración también restringió totalmente los viajes de las personas con documentos de viaje expedidos por la Autoridad Palestina, la última restricción de viaje de Estados Unidos contra los palestinos. Sudán del Sur también se enfrentaba ya a importantes restricciones de viaje.
Se añaden otros 15 países a la lista de países con restricciones parciales: Angola, Antigua y Barbuda, Benín, Costa de Marfil, Dominica, Gabón, Gambia, Malaui, Mauritania, Nigeria, Senegal, Tanzania, Tonga, Zambia y Zimbabue.
Las restricciones se aplican tanto a las personas que desean viajar a Estados Unidos como visitantes como a las que desean emigrar allí.
Antecedentes poco claros: la explicación oficial
La administración Trump afirmó en su comunicado que muchos de los países a los que restringía los viajes tenían "corrupción generalizada, documentos civiles fraudulentos o poco fiables y antecedentes penales", lo que dificultaba la verificación de sus ciudadanos para viajar a Estados Unidos.
También señaló que algunos países tenían altas tasas de personas que excedían la duración de sus visas, se negaban a aceptar de vuelta a los ciudadanos que Estados Unidos deseaba deportar o tenían una "falta general de estabilidad y control gubernamental", lo que dificultaba la verificación.
También citó la aplicación de las leyes de inmigración, la política exterior y las preocupaciones de seguridad nacional como motivos para la medida.
El afgano acusado de disparar a dos soldados de la Guardia Nacional cerca de la Casa Blanca se ha declarado inocente de los cargos de asesinato y agresión. A raíz de ese incidente, el Gobierno anunció una serie de restricciones migratorias, entre ellas nuevas limitaciones para las personas de esos 19 países inicialmente afectados que ya se encontraban en Estados Unidos.
Puertas cerradas sin excepciones
Es probable que la noticia de la ampliación de la prohibición de viajar se enfrente a una feroz oposición por parte de los críticos, que han argumentado que el Gobierno está utilizando las preocupaciones de seguridad nacional para impedir colectivamente la entrada de personas de una amplia gama de países.
"Esta ampliación de la prohibición no tiene que ver con la seguridad nacional, sino que es otro vergonzoso intento de demonizar a las personas simplemente por su procedencia", afirmó Laurie Ball Cooper, vicepresidenta de Programas Legales de Estados Unidos del Proyecto Internacional de Asistencia a los Refugiados.
La administración Trump también ha endurecido las restricciones a algunos países, como Laos y Sierra Leona, que anteriormente figuraban en la lista de restricciones parciales y, en un caso —Turkmenistán—, ha afirmado que el país ha mejorado lo suficiente como para justificar la flexibilización de algunas objeciones a los viajeros procedentes de ese país. El resto de las restricciones de viaje anunciadas en junio siguen vigentes, según ha informado la administración.
Las nuevas medidas contra los palestinos se producen meses después de que la administración impusiera límites que hacen casi imposible que cualquier persona con pasaporte de la Autoridad Palestina reciba documentos de viaje para visitar Estados Unidos por motivos de negocios, trabajo, placer o educación. El nuevo anuncio va más allá, ya que prohíbe a las personas con pasaporte de la Autoridad Palestina emigrar a Estados Unidos.
Para justificar su decisión, la administración afirmó que varios "grupos terroristas designados por Estados Unidos operan activamente en Cisjordania o la Franja de Gaza y han asesinado a ciudadanos estadounidenses".
La administración también afirmó que la reciente guerra en esas zonas "probablemente ha comprometido las capacidades de investigación y selección".
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