El presidente Daniel Noboa devolvió este jueves la sede del Ejecutivo a Quito tras haberse trasladado fuera de la capital durante un mes por las protestas indígenas. Aunque la Conaie levantó el paro nacional, en Imbabura, epicentro del movimiento, se organizó una nueva marcha pacífica. Además, asambleístas llevan a la CIDH denuncias de abusos en la represión de las protestas, que dejó dos muertos y cerca de 300 heridos.
Un gesto que parece marcar el regreso a la normalidad para el gobierno ecuatoriano: mediante un decreto, el presidente Daniel Noboa retornó este jueves la sede del Ejecutivo a la capital Quito. El mandatario lo había trasladado temporalmente a Latacunga, en Cotopaxi, durante las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
La medida llega luego de que el movimiento indígena decidiera el miércoles poner fin al paro nacional luego de un mes de movilizaciones, marcadas por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, cortes de carreteras, denuncias de violaciones a los derechos humanos y diálogo nulo.
Latacunga, centro oficialista temporal
El 13 de septiembre, un día después de que el Gobierno eliminara el subsidio al diésel, Noboa trasladó la sede del ejecutivo a Latacunga. La decisión buscaba mantener la operatividad del Estado mientras las protestas, convocadas inicialmente por la quita de la subvención, se extendían por varias provincias, especialmente en Imbabura.
El mandatario ecuatoriano destacó en su cuenta de X que Latacunga se convirtió en "el corazón del Ecuador" y que la ciudad será recordada como un símbolo de "dignidad y valentía". Con la derogación del traslado de la sede ejecutiva y la vicepresidencia, Noboa buscó garantizar la continuidad de las estrategias gubernamentales.
Por su parte, el gobierno anunció ayudas por 50 millones de dólares para los afectados. Noboa también entregó créditos productivos y bonos por 9,3 millones de dólares en Latacunga, agradeciendo a la población local por su hospitalidad durante el traslado temporal de la sede ejecutiva. Además, se estudia reducir del 15 al 8 % el IVA en la próxima festividad de noviembre, con el objetivo de incentivar la reactivación económica y turística de la provincia.
Retroceso de la Conaie
El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, anunció el cese del paro tras la decisión del Gobierno de suspender el diálogo con algunas organizaciones de Imbabura, asegurando que la medida buscaba proteger la vida de los manifestantes frente a lo que describió como una "brutal represión".
En ese sentido, asambleístas del correísmo presentaron una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en la que acusa a las fuerzas estatales de cometer graves violaciones a los derechos humanos durante la represión de las manifestaciones y solicita medidas cautelares para las víctimas.
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Las protestas iniciaron el 22 de septiembre y, pese a concentrarse en Imbabura, afectaron también a otras cinco provincias con bloqueos de vías. Los dos muertos fueron identificados como Efraín Fuerez y José Guamán, comuneros kichwa, presuntamente alcanzados por disparos de militares, según denunció la Conaie. Organizaciones de derechos humanos registraron cerca de 300 heridos, mientras que la policía detuvo a 142 personas, entre ellas al menos 12 comuneros procesados por terrorismo, conocidos como los "doce de Otavalo".
Con el fin del paro, policías y militares comenzaron la reapertura progresiva de las carreteras bloqueadas con piedras, árboles y otros materiales durante 31 días. Más de 3.000 efectivos participaron en estas labores, mientras mantenían presencia preventiva ante posibles nuevos bloqueos.
"Esto no ha acabado": se fractura el movimiento indígena
En Imbabura, indígenas realizaron una marcha pacífica bajo el lema "Esto no ha acabado, apenas ha empezado", exigiendo la salida de los militares y la liberación de los comuneros procesados.
Según reportan medios ecuatorianos como el canal RTS o la revista Vistazo, la Conaie atraviesa disensos internos y una renovación de liderazgo desde la elección el pasado 20 de julio de Marlon Vargas como su nuevo presidente para el período 2025‑2028.
Vargas, dirigente del pueblo achuar y expresidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), fue electo en lugar de su rival Leonidas Iza. Este último había previamente anunciado durante la última campaña presidencial el respaldo de la Conaie a favor de la candidata correísta Luisa González, que se opuso a Daniel Noboa durante las elecciones de este año.
La estrategía de seguridad y las acciones de Noboa, tales como la militarización de algunas ciudades, el traslado del ejecutivo fuera de la capital, así como el anuncio de importantes bonos para agricultores hicieron que la Conaie no pudiera movilizar a su base como lo consiguió en 2019 y 2022, según analiza el medio independiente ecuatoriano Primicias.
Con EFE y medios locales
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