Cachemira, una vez más, al borde de un conflicto a gran escala. Un ataque que mató a al menos 26 turistas en la parte india de este disputado territorio reavivó los miedos de una escalada entre India y Pakistán, ambos administradores parciales de esta zona del sur de Asia. ¿Cuáles son los puntos de tensión del conflicto en la actualidad? France 24 los aborda.
Al menos 26 turistas, 25 indios y un nepalí, murieron por un ataque letal en la localidad de Pahalgam, en la Cachemira india, luego de que tres hombres armados abrieran fuego.
Se trata del incidente más mortífero de este tipo en la India desde los tiroteos que tuvieron lugar en Mumbai en 2008.
El ataque elevó las tensiones, una vez más, entre Nueva Delhi e Islamabad, ambos administradores parciales de Cachemira y cuyos lazos se han caracterizado por el conflicto, una diplomacia agresiva y la sospecha mutua.
El Gobierno indio vinculó inmediatamente a Pakistán con el ataque y asegura que los hechos están relacionados con vínculos transfronterizos. Por su parte, el país vecino y rival niega toda responsabilidad en el atentado.
La Policía de Cachemira -en avisos que identifican a las tres personas presuntamente involucradas en el ataque- explicó que dos de ellas eran ciudadanos pakistaníes. A pesar de las contundentes acusaciones indias, Nueva Delhi no ha aportado pruebas o detalles que sustenten sus señalamientos.
Un día después de los hechos violentos, una milicia llamada Resistencia de Cachemira —conocida también como el Frente de Resistencia— se atribuyó la responsabilidad del ataque contra los turistas.
Además de la muerte de los turistas, el atentado elevó la tensión al extremo con la degradación de los lazos diplomáticos entre India y Pakistán, ambos rivales nucleares, tras el cierre del principal cruce fronterizo y la revocación de las visas de sus respectivos ciudadanos.
En ese sentido, ambos países se acercan nuevamente a un conflicto mucho más amplio. Mientras, continúan reclamando el control total del territorio en disputa.
A continuación, todo lo que debe saber sobre las tensiones en esta parte del sur de Asia y de Cachemira, que ya ha sido la causa de tres guerras entre estos dos viejos adversarios.
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¿Por qué es un territorio aún en disputa?
Cuando la India aún formaba parte del Imperio Británico, Cachemira era un estado feudal con su propio gobierno regional. En 1947, explica ‘The Conversation’, el gobernante cachemir de entonces acordó que su territorio se uniría a la India bajo ciertas condiciones: conservaría la soberanía política y económica, mientras que su defensa y relaciones exteriores quedarían a cargo del Gobierno indio.
Sin embargo, según el servicio de noticias independiente citado previamente, Pakistán -recién creado por el reino británico- reclamó una parte musulmana de Cachemira a lo largo de su frontera. El portal explica que todo esto desencadenó la primera guerra entre ambas partes por este territorio en 1947, que finalizó con la mediación de Naciones Unidas y la partición de la zona entre pakistaníes e indios.
El conflicto no terminó. Aunque se había establecido la “Línea de Control”, Cachemira fue la causante de otras dos guerras, en 1965 y 1999. ‘The Conversation’ apunta a que al menos unas 20.000 personas murieron durante los estos tres grandes episodios violentos que han atravesado el territorio.
Desde entonces, grupos insurgentes armados en Cachemira -junto a muchos cachemires musulmanes- han apoyado durante el paso del tiempo el objetivo de unificar el territorio, bien sea bajo el dominio pakistaní o como un país independiente.
Mientras, India señala al Gobierno de Pakistán de fomentar la violencia, una acusación negada por Islamabad. Decenas de miles de civiles, rebeldes y fuerzas gubernamentales han muerto en el longevo conflicto.
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¿Qué es el Frente de Resistencia?
El Frente de Resistencia (TRF), conocido también como Resistencia de Cachemira, es el grupo armado que se atribuyó la responsabilidad del ataque que dejó 26 turistas muertos el martes 22 de abril.
TRF nació en 2019 y se considera una rama del grupo Lashkar-e-Taiba (LeT), con base en Pakistán, según el South Asia Terrorism Portal, un grupo de expertos con sede en Nueva Delhi.
Por su parte, LeT es catalogado como una organización terrorista extranjera por Estados Unidos. Se trata de un grupo islamista acusado de planear atentados en India y Occidente, incluido el asalto de tres días a Mumbai en noviembre de 2008.
El Gobierno indio asegura que el Frente de Resistencia ha estado involucrado en la planificación de asesinatos, en la coordinación del reclutamiento de militares y en el contrabando de armas y narcóticos a través de la frontera.
En contraste, Islamabad niega que apoye y financie a los rebeldes, argumentando que su respaldo es solo moral y diplomático.
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¿Por qué el agua y la diplomacia son el punto de tensión?
Luego del atentado en la región del Himalaya, el Gobierno indio apuntó contra su vecino Pakistán a través de la diplomacia y la soberanía. El país dirigido por el primer ministro Narendra Modi impuso una serie de represalias diplomáticas contra Islamabad. Una cascada de medidas que, aunque en su mayoría son simbólicas, elevan el tono de la disputa entre ambas naciones.
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India decidió cerrar el principal cierre fronterizo terrestre entre ambos territorios, expulsar a diplomáticos pakistaníes y suspender “con efecto inmediato” la emisión de visados a los ciudadanos del país vecino, junto con la anulación de todos los que estén en curso de aquí al 29 de abril.
En respuesta, tras una reunión de los altos mandos militares y civiles de Pakistán, Islamabad también anunció la expulsión del cuerpo diplomático indio y la suspensión de visados a las personas de ese país, así como el cierre de su frontera y del espacio aéreo.
En ese tono, el Comité de Seguridad Nacional pakistaní sentenció: “Cualquier amenaza a la soberanía de Pakistán y a la seguridad de su pueblo será respondida con firmes recíprocas”.
Al mismo tiempo, Nueva Delhi decidió suspender el Tratado de Aguas del Indo: un acuerdo negociado por el Banco Mundial en 1960 y que permite que ambos países compartan las aguas del río Indo y sus afluentes, vitales para ambas naciones. El tratado había sobrevivido a las guerras que han atravesado el conflicto y, en general, a las ya habituales tensiones.
Al respecto, Pakistán ha dicho que el pacto era un acuerdo internacional vinculante negociado y que no contenía ninguna disposición para la suspensión unilateral. De igual forma, Islamabad ha subrayado que el tratado es “un interés nacional vital” y un salvavidas para sus 240 millones de habitantes, dados sus beneficios para las necesidades agrícolas y de energía hidroeléctrica pakistaní.
Además de ser un gran punto de inflexión para el conflicto, la suspensión podría suponer la escasez de agua en un momento en el que algunas zonas del país ya sufren sequías y la disminución de las precipitaciones.
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¿Qué detiene los esfuerzos de paz?
Ambas partes han realizado esfuerzos intermitentes para materializar una paz duradera en Cachemira. Pese a ello, los constantes choques fronterizos y los múltiples ataques militantes en la zona han opacado la esperanza de paz.
En 1999, rebeldes respaldados por Pakistán -junto con soldados pakistaníes- tomaron el control de puestos militares indios, desencadenando en un conflicto de 10 semanas que provocó la muerte de 1.000 combatientes de ambos bandos. Casi una década después, en 2008, militantes de Lashkar-e-Taiba, atacaron Mumbai, la capital financiera de la India, y acabaron con la vida de 166 personas.
Posteriormente, un intento suicida con un coche bomba mató en 2019 a 40 soldados indios en Cachemira y llevó a ambos países al punto más cercano de una guerra. Nueva Delhi atacó con su fuerza aérea un campo de entrenamiento de rebeldes en Pakistán, a lo que Islamabad respondió con bombardeos aéreos.
Meses después, el Gobierno de Narendra Modi revocó el estatus semiautónomo de Cachemira y reforzó su seguridad. Desde entonces, la India ha llevado sus esfuerzos militares al límite en la región, mientras frena restringir la disidencia, las libertades civiles y la libertad de prensa.
¿Por qué el conflicto podría desencadenar en una guerra?
Por su arsenal nuclear, principalmente.
Con el paso del tiempo, ambos rivales han fortalecido sus componentes nucleares. En 1974, India realizó una primera prueba nuclear, seguida por otra en 1998. Pakistán hizo sus primeros test nucleares tan solo unas semanas después. A partir de ese momento, ambas partes se han armado con cientos de ojivas nucleares, sistemas de combate de lanzamiento de misiles, aviones de armas y equipamiento sofisticado.
Con AP, Reuters y medios locales
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