Catorce partidos están programados para el llamado Opening Day, el día inaugural de la pelota estadounidense. Los campeones Dodgers de Los Ángeles ya disputaron y ganaron sus dos primeros choques de la temporada regular, durante la serie contra los Cachorros realizada en Japón el 18 y 19 de marzo. Los equipos neoyorquinos, Yankees y Mets, serán otros serios aspirantes al anillo este año.
La campaña de contrataciones de los Mets representó para los finalistas de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional quedarse con el bocado de cardenal, la pieza más codiciada del mercado de agentes libres, el dominicano Juan Soto.
Con cuatro cuadrangulares y promedio de bateo de .289 en los entrenamientos primaverales, Soto dio un buen indicio de que responderá con hechos a la inversión récord de 765 millones de dólares que hizo la gerencia de los Mets para tenerlo a bordo.
Los dirigidos por Carlos Mendoza no mostraron el poder que se espera de ellos durante su participación en la Liga de la Toronja, pero la pretemporada sí les dejó dos conclusiones importantes: el descubrimiento de un jugador encendido, Brett Baty, que lideró al equipo en casi todos los departamentos ofensivos, y el gran rendimiento de su rotación de lanzadores.
El mejor de los pitchers fue Max Kranick, con una efectividad de 1.46 carreras limpias por cada nueve innings lanzados y 15 ponches. Otro relevista, Clay Holmes, completó con éxito su conversión a abridor, y, de hecho, fue apuntado como el primero en subir al montículo esta temporada.
El equipo trata de no recargarse con las muy justificadas expectativas de una campaña que lo eleve por encima de los Dodgers en la Liga Nacional.
“Ahora hay mucho más ruido desde afuera, y con razón, pero hay que tomarlo un día a la vez, seguir mejorando y salir a competir. Sabemos que tenemos un buen equipo, pero no va a ser fácil”, admitió Mendoza, que en su primera campaña al frente del equipo fue uno de los nominados a Mánager del Año.
Tres piezas de la plantilla vienen de un ambiente de mucha mayor presión, los Yankees, y saben cómo sortear el peso de las expectativas: Mendoza, que fue parte del cuerpo técnico de Aaron Boone antes de pasarse al otro lado de la ciudad, y Soto y Holmes, que estuvieron en el Bronx hasta el año pasado.
Campeones blindados
Para brillar en la Liga Nacional, los Mets tendrán que superar a los Dodgers de Los Ángeles, un equipo que parece no tener fisuras.
Su estrella Shohei Ohtani bateó como de costumbre en la primavera, viene de una campaña de ensueño en la que fue el primer jugador de las Mayores con más de 50 cuadrangulares y más de 50 bases robadas el mismo año, y en algún momento de 2025 regresará al montículo.
No lanza desde agosto de 2023, pero ya realizó una primera sesión de bullpen durante los entrenamientos primaverales y tiene programada otra en la primera semana de la temporada regular, que podría arrojar luces sobre su evolución luego de una operación en el codo del brazo de lanzar que lo tuvo todo 2024 jugando como bateador designado.
Pero el mánager Dave Roberts no tendrá muchos dolores de cabeza mientras Ohtani se recupera. El equipo sumó al dos veces ganador del Cy Young Blake Snell y a la sensación del mercado de prospectos internacionales Roki Sasaki, que ya ganó su primer juego en Tokio ante Chicago.
Además, cuenta con una garantía como Yoshinobu Yamamoto, y en algún momento tendrá de nuevo a su hombre insignia, Clayton Kershaw, que se recupera de una cirugía, para comenzar a disputar su temporada número 18 con los Dodgers.
A la ofensiva, el equipo de Los Ángeles recupera a Mookie Betts, ausente en Tokio por una persistente infección intestinal que lo hizo perder ocho kilos, y a Freddie Freeman, el jugador más valioso (MVP) de la Serie Mundial, que tampoco jugó en la apertura en Japón, resentido todavía por un golpe en las costillas sufrido en el Clásico de Octubre.
Yankees con tropiezos
Con el jugador más valioso de la Americana y líder jonronero de las Grandes Ligas en sus filas, los Yankees son, como de costumbre, eternos favoritos, pero la Serie Mundial del año pasado demostró que no necesariamente es suficiente tener a Aaron Judge.
El bajón de rendimiento del 'juez' durante la final ante los Dodgers no alcanzó a ser compensado por ningún otro jugador, ni siquiera Juan Soto, y los Mulos terminaron salvándose por muy poco de la barrida, perdiendo 4-1.
En la temporada baja sumaron a sus filas nombres como el de Cody Bellinger, el regreso del año en 2024 con los Cachorros de Chicago; el jugador más valioso de la Liga Nacional en 2022 con los Cardenales de Saint Louis, Paul Goldschmidt, y el abridor Max Fried, procedente de los Bravos de Atlanta.
Pero las cosas no empezaron con buen pie para los Yankees, porque su lanzador estrella, Gerrit Cole, se perderá toda la temporada, pues la única solución para los problemas de ligamentos de su codo lesionado fue la complicada operación Tommy John.
En la Liga Americana habrá que contar también con los Medias Rojas de Boston, que hicieron una audaz campaña de fichajes, donde la joya de la corona fue el tercera base Alex Bregman, dos veces campeón con los Astros de Houston, un hombre al que batear en el Fenway Park se le da particularmente bien.
El acomodo de Bregman en la plantilla de Boston pasó por la difícil decisión de desplazar al antesalista regular de los Medias Rojas, el dominicano Rafael Devers, que ahora será bateador designado.
Los dirigidos por Alex Cora también tienen un nuevo as en el montículo, Garrett Crochet, que viene de cumplir la difícil misión de brillar en el peor equipo de la historia de las Grandes Ligas, los Medias Blancas de Chicago, que apenas logró 41 victorias y cedió en 121 partidos. Seis de esos juegos fueron ganados por Crochet, un zurdo que ponchó a 209 hombres en 146 entradas de labor.
Otros dos equipos pueden ser protagonistas en la Americana: los Guardianes de Cleveland, animados por el bate de José Ramírez, y los Orioles de Baltimore, que se han quedado cortos en los últimos años luego de campañas regulares auspiciosas.
Clubes con casa nueva
Dos equipos hicieron maletas este año para jugar en nuevas sedes: los Atléticos y las Mantarrayas estrenan campo, pero por razones distintas.
Los nueve veces campeones de la Serie Mundial siguen siendo un equipo errante, tanto que ya ni siquiera tienen el “apellido” que representa la ciudad para cualquier equipo de béisbol, que hasta el año pasado fue Oakland.
Llegaron a jugar en Philadelphia y Kansas City, antes de convertirse en 1968 en los Atléticos de Oakland, pero ahora pasarán tres años disputando sus partidos de local en el Sutter Health Park de Sacramento, un campo de ligas menores, esto mientras se concreta su definitiva mudanza a Las Vegas.
Las Mantarrayas de Tampa Bay jugarán en el Steinbrenner Field, un campo con capacidad para 25.000 espectadores, propiedad de los Yankees, pero lo harán forzados por la catástrofe.
En octubre, el huracán Milton destrozó el techo del Tropicana Field, y ahora el equipo se debate entre reconstruirlo y edificar un costosísimo nuevo estadio en Saint Petersburg.
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