El presidente de Colombia, Gustavo Petro, visitó Panamá y se reunió con el presidente José Raúl Mulino el viernes 28 de marzo para tratar la agenda común en materias de migración, seguridad y narcotráfico. Ambos mandatarios ofrecieron estrechar lazos en materia migratoria para dar trato humanitario a quienes retornan al sur y anunciaron avances en un proyecto de interconexión eléctrica "limpia" entre ambos países.
Los gobiernos de Colombia y Panamá acordaron este viernes colaborar en materia migratoria para brindar a decenas de miles de migrantes deportados desde Estados Unidos y a aquellos que retornan voluntariamente desde la frontera entre este país y México un “trato humanitario” y con respeto a “sus derechos humanos”.
El acuerdo, del que no se conocen mayores detalles, fue anunciado tras la visita del presidente de Colombia, Gustavo Petro, a Panamá, donde se reunió con su homólogo panameño José Raúl Mulino para tratar temas de la agenda bilateral como migración, seguridad y narcotráfico, así como un proyecto de interconexión eléctrica entre ambos países.
"Hemos abordado en detalle el tema migratorio sobre todo teniendo en cuenta los problemas que nos acarrean a ambos países la migración al revés… con el acuerdo también allí de colaborar dentro del más importante trato humanitario", declaró Mulino tras una reunión con Petro en el palacio presidencial de Las Garzas, en ciudad de Panamá.
Los dos países comparten frontera con el tapón del Darién, un territorio de densa selva tropical, por el que han pasado miles de migrantes en los últimos años en su ruta hacia la frontera entre México y Estados Unidos.
Tanto Colombia como Panamá enfrentan ahora las consecuencias de la nueva política migratoria de la Administración de Donald Trump, que se basa en las deportaciones masivas. La migración que por años iba desde el sur hacia Estados Unidos es ahora de retorno.
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La visita de Petro a Panamá ocurre después de que la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, visitara Colombia esta semana y firmara con la ministra de Exteriores, Laura Sarabia, un acuerdo para compartir información biométrica de migrantes.
También se enmarca en medio de las tensiones producidas por las declaraciones del presidente Trump sobre su voluntad de retomar el control del Canal de Panamá. Algo que Mulino ha condenado enérgicamente.
“Toca a los que regimos destinos de países de tránsito, tratarlos bien, con apego y respeto a todos sus derechos humanos”, ha dicho el presidente panameño, que el año pasado acordó con Estados Unidos la recepción de migrantes de países a los que Washington no puede enviar deportados de manera directa, ya sea porque no mantiene relaciones diplomáticas o por dificultades logísticas.
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El organismo de Migraciones de Panamá afirmó —según cita la agencia de noticias AP— que hasta marzo el tránsito de migrantes desde el sur del continente por el Darién había disminuido en un 97%.
Sin embargo, el retorno de migrantes se incrementó en lo que va del mes y llegaron al país centroamericano 2.285 migrantes, en su mayoría, venezolanos.
Interconexión eléctrica "limpia"
La crisis migratoria no ha sido el tema principal del encuentro entre ambos mandatarios, como subrayó Petro, y tampoco dieron mayores detalles al respecto. Petro y Mulino hablaron sobre todo de un proyecto de interconexión eléctrica "limpia" entre ambos países.
"No colocamos el tema migratorio primero porque es que este (proyecto de interconexión eléctrica) es primero. La migración fuera de las coyunturas que se derivan de bloqueos y otros asuntos en América va a tener un piso muy sólido y un crecimiento que puede llegar a 3.000 millones de personas en todo el mundo" si continúa el avance del cambio climático, que se espera combatir con proyectos de energía limpia como este, argumentó Petro.
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El presidente panameño había adelantado que la interconexión eléctrica con Colombia estaría entre los temas que más le interesaban, pues se trata de un proyecto con un costo de cerca de 800 millones de dólares y con varios años bajo debate.
Ambos gobiernos expresaron en diciembre voluntad política de revivir la interconexión eléctrica que se plantearon en 2009 con una línea inicial de cerca de 500 kilómetros y 400 megavatios de potencia, pero que no ha logrado concretarse.
Con Reuters, AP, EFE y medios locales
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