La decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de unirse a Israel abiertamente y atacar objetivos militares y atómicos de Irán, ha generado múltiples interpretaciones, dentro y fuera de los Estados Unidos.

Como resultado de esa decisión, los norteamericanos se han convertido en objetivos directos de actividades de venganza de los iraníes, ya sea con actividades de inteligencia o la promoción de actos terroristas, que pudieran lesionar la seguridad de los Estados Unidos.

El ataque cumple objetivos específicamente del gobierno de Benjamin Netanyahu, que busca debilitar el liderazgo religioso que gobierna Irán y auspiciar un cambio político en el gobierno persa, gobernado por fundamentalistas religiosos.

Quien inició abiertamente esta nueva guerra fue el señor Netanyahu, atacando sorpresivamente objetivos militares, y provocando la muerte de numerosos miembros del Ejercito Revolucionario de Irán y del gobierno fundamentalista. Irán respondió y desde hace más de una semana no han cesado los ataques mutuos entre Israel e Irán.

Alí Jamenei, presidente y lídedr supremo del gobierno de Irán

La entrada del gobierno de los Estados Unidos ha generado mucha incertidumbre. Los precios del petróleo subirán desde ya, porque el parlamento iraní decidió ya este fin de semana el cierre del Estrecho de Ormuz. El mundo sufrirá las consecuencias de esta decisión. Habría que esperar decisiones del presidente Donald Trump sobre esta decisión del parlamento del país que acaba de atacar militarmente.

Hay quienes dicen que Netanyahu está controlando las actuaciones del gobierno de los Estados Unidos, porque su real objetivo es eliminar a Gaza como centro de atención mundial, donde Israel ejecuta crímenes y extermina a gazatíes palestinos, de forma cruenta y violatoria de cualquier consideración, incluyendo cortes de energía eléctrica, de agua, y de alimentos para salvar a miles de niños, niñas y ancianos.

El gobierno de Irán dijo que previamente había trasladado el uranio enriquecido que pretendió destruir el ataque del gobierno de los Estados Unidos.

Marco Rubio, secretario de Estado de los Estados Unidos, acaba de hacer un llamado al gobierno de Irán para que se siente en la mesa de negociación y acepte su derrota. ¿Negociar qué, con el país que acaba de atacarle militarmente? ¿Estados Unidos necesitaba una guerra más, luego de prometer terminar la guerra en Ucrania? Trump fue siempre un enemigo de la guerra, y así se promovió electoralmente, pero ahora declara la guerra para ponerse detrás de Israel, quien ha iniciado los ataques contra Irán.

Israel posee por lo menos 90 ojivas nucleares, pero Irán desea fabricar ese mismo tipo de ojivas y se le ha impedido en todos sus intentos. Unos países tienen armas nucleares, entre ellos Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, India, Pakistán y Corea del Norte, además de Israel.

Barack Obama cuando fue presidente de Estados Unidos logró un acuerdo con Irán, para evitar que ese país construyera armas nucleares, pero en su primer mandato Donald Trump rompió el acuerdo firmado por Obama y dejó las manos libres a los iraníes para seguir en sus esfuerzos de tener la bomba nuclear.

El pacifista Donald Trump liberó a los iraníes del compromiso de no fabricar la bomba, no pudo poner fin a la guerra en Ucrania, apoyó la guerra de Israel contra los palestinos y en particular para realizar una limpieza étnica en Gaza, y ahora ataca directamente con armas y aviones supermodernos, más utilizados, a Irán para que Israel se sienta satisfecho y doblemente apoyado.

Al margen han quedado el Organismo Internacional de Energía Atómica, que previamente había realizado inspecciones en Irán, y quedó también el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y ha quedado fuera todo el sistema multilateral, que siempre realizó esfuerzos de mediación. Ni siquiera el Congreso de los Estados Unidos fue informado previamente de acción militar.

Marcos Rubio y Donald Trump han dicho que Irán cometería un gravísimo error si reaccionan con represalias por los ataques de los Estados Unidos. Al mismo tiempo han dicho que Estados Unidos entra y sale cuando lo desea de Irán.

El mundo hoy es mucho más inseguro que antes de que Israel iniciara la guerra contra Irán. Y es mucho más inseguro después de que Donald Trump se inmiscuyera directamente en la guerra. La pregunta que todo el mundo hace, de formas muy diversas, ¿Cuáles serán las medidas de represalias de los fundamentalistas de Irán, en particular contra Estados Unidos, por este ataque?

Países influyentes, como el conjunto de Naciones de Unión Europea, la misma ONU y su Consejo de Seguridad podrían intentar la cordura y llevar las diferencias al ámbito de la legalidad. Irán, luego del ataque de los Estados Unidos, parece que nada tiene que negociar. Y es muy probable que ahora considere de mayor urgencia su programa nuclear. Y en caso de tener algún programa de represalia contra Estados Unidos, lo más razonable es que se dirija a objetivos militares y no a la población civil o a funcionarios del área diplomática. Algunos académicos y medios de comunicación en los Estados Unidos, han expresado preocupación, porque entienden que cualquier acción militar, como la ya emprendida, no necesariamente conseguirá los objetivos que Israel se ha trazado con esta guerra.

El mundo sufre las consecuencias del predominio de líderes irresponsables, de escasa sensibilidad, poquisima capacidad de diálogo, egocentrismo extremo, y que no son precisamente demócratas o respetuosos de las reglas de la diplomacia internacional.