En sus declaraciones de este jueves, Alfredo Pacheco, presidente de la Cámara de Diputados revela que senadores, diputados y otras entidades relacionadas, entre ellas la Procuraduría General de la República, pactaron la aprobación del Código Penal que ya fue aprobado por los senadores y que está en manos en este momento de la Cámara de Diputados.

Dice Pacheco que los diputados introducirán modificaciones al Código Penal aprobado por los senadores, porque no se incluyeron acuerdos que fueron pactos y que debían quedar como parte del nuevo Código Penal. Está claro que lo fundamental de los acuerdos fue dejar fuera la interrupción del embarazo por las tres causales ya conocidas. Hábiles políticos aprovecharon el momento para introducir elementos adicionales, perniciosos y que favorecen a corruptos y debilitan otros derechos, incluyendo el derecho de la niñez y adolescencia a no sufrir actos de violencia como parte de su “formación”.

Lo dicho por Pacheco resulta bien claro. Tal vez tuvo la intención que entendiera que diputados y senadores ser pusieron de acuerdo. No se sabe si fueron convocados todos los senadores y todos los diputados, o si fueron solamente los presidentes de ambas cámaras, o si fueron solo los del Partido Revolucionario Moderno, sin los cuales no puede pasar un Código Penal que recorte derechos, como lo hace el ya conocido y aprobado por los senadores.

Lo dicho por Pacheco fue lo siguiente, según la nota periodística publicada por este diario: “Pacheco destacó que el texto aprobado en el Senado está bien estructurado y que cumple con los acuerdos alcanzados previamente entre ambas cámaras”. También recibió con beneplácito los aportes realizados por la Procuraduría General de la República.

El presidente de los diputados dijo que parte de su equipo trabajará la noche de este jueves para realizar modificaciones al Código aprobado en el Senado, porque 

“algunos artículos no fueron contemplados por la Cámara Alta, pero "ya se están realizados las modificaciones de lugar y realizarán hoy a las 8:00 p.m. las observaciones”.

Eso quiere decir que previamente el PRM, o sus legisladores, decidieron finiquitar el Código Penal sin las tres causales, contrario a lo que ese partido había prometido siempre. Una traición o una deslealtad a sus valores democráticos, que fueron los que se tomaron en cuenta para llegar al ejercicio del poder.

Como escribió esta semana el sociólogo César Pérez,  luce que estamos “Regresando a los tiempos de las tinieblas”. Y dijo que “asumir las posiciones de esos grupos (de la derecha y los conservadores) es no honrar el compromiso asumido en las grandes marchas del 2018- 20 y tomar el camino que nos quiere conducir la ultraderecha y el conservadurismo con el nuevo Código Penal de la intolerancia, del odio y la impunidad. Una tragedia”.

O como lo escribió, también esta semana, la profesora Rosario Espinal: “Por su historial progresista, creo que, si Bosch y Peña Gómez estuvieran vivos, guiarían sus partidos a aprobar un Código Penal que combata la corrupción y proteja los derechos humanos de las mujeres.

Es lo que debió hacer el PLD y debería hacer ahora el PRM. ¡Dan vergüenza!”