En 1993, el Banco Central dominicano contabilizó 304,410 pasajeros no residentes que llegaron vía aérea a República Dominicana. A diciembre del 2024, esta cifra alcanzó 8,535,701 extranjeros que llegaron en calidad de turistas, evidenciando su crecimiento en las últimas décadas, y posicionando al país como un referente de la industria turística.

Promulgada en 2001, la Ley Confotur que buscaba impulsar el desarrollo turístico mediante el otorgamiento de incentivos fiscales a proyectos turísticos aprobados oficialmente por el Consejo de Promoción Turística y el Ministerio de Turismo en polos turísticos como La Altagracia, Puerto Plata y Santo Domingo.

La Ley de Turismo 158-01 en República Dominicana, aprobada en 2001, ha sido fundamental para atraer capital extranjero en el sector, generando un aumento en la inversión directa. 

Desde su implementación, la inversión pasó de US$ 200 millones en 2001 a US$ 1,400 millones en la actualidad, lo que representa un crecimiento del 361 % desde la modificación de la legislación en 2013.

Quisqueya se convirtió en líder turístico del Caribe a través de una combinación de factores, como inversión extranjera directa dirigida a infraestructura, la promoción estatal del país como un destino de vacaciones y la diversificación de su oferta turística para atraer a diferentes tipos de extranjeros no residentes. 

“Inversión extranjera directa avalada con la Ley de Confotur y el interés del sector privado y público en diversificar la oferta turística”, afirmó el presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), Juan Bancalari, quien hizo hincapié en la necesidad de diversificar la oferta turística del país. 

República Dominicana necesita crear más infraestructura hotelera para recibir a cada turista no residente que pernocta durante ocho noches en promedio en el país, señaló Bancalari, que se traduce en la creación de nuevos empleos, atracción de capital extranjero y dinamización de la economía dominicana a través de los viajes.

Los viajes impactan de manera integral a la economía dominicana. De acuerdo con estadísticas el valor agregado de la industria es de US$ 22,190 millones, debido a su aporte indirecto, US$ 3,327 millones; directo, US$ 7,692 millones e inducido, US$ 11,171 millones.

El titular del gremio dijo que la Ley 158-01 de Fomento al Desarrollo Turístico, permite al sector empresarial desarrollar nuevas infraestructuras hoteleras y turísticas. Pero, además, destacó que la diversificación del mercado permitirá la sostenibilidad a mediano y largo plazo del sector.

Mencionó el desarrollo de polos emergentes como Cabo Rojo, en Pedernales, y Miches, en El Seibo, así como el potencial de crecimiento en destinos como Juan Dolio, Samaná y Puerto Plata, con Punta Bergantín, para diversificar los destinos y ofrecer actividades complementarias. 

Y no es para menos. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informó que La Altagracia enfrenta la masificación del turismo con 2,240 visitantes por kilómetro cuadrado, comparado con los 150 extranjeros por kilómetro cuadrado registrados en 2022, más de tres veces que los 38 visitantes registrados en 1995.

Además, el BID señala que este polo turístico concentra el 58 % de las estancias, es decir, uno de cada cinco alojamiento y seis de cada 10 habitaciones hoteleras.

No obstante, especificó que la oferta “all inclusive” impide que los viajeros extiendan su experiencia fuera de los hoteles y así beneficien otros negocios, acción que dependerá del desarrollo de nuevas experiencias más allá del sol y la playa.

Ante esto, Juan Bancalari abogó por continuar promoviendo modalidades de turismo alternativas al tradicional “sol y playa”, como el turismo deportivo, religioso, cultural y gastronómico.

Por ejemplo, solo en gastroturismo el turista extranjero calificó en 49.5 % el servicio de comida como “excelente”, la categoría “muy bueno” tuvo una puntuación de 31.8 % y la opción de “bueno o aceptable” fue de 18.1 %. En tanto, en la calidad de comidas, 48.3 % fue “excelente” y 33.6 % “muy bueno”, lo que puede indicar el potencial gastronómico de Quisqueya en 2023.

“Tenemos la oportunidad histórica de consolidar a República Dominicana como un destino turístico líder, diverso, sostenible y competitivo”, expresó Bancalari.

Aguie Lendor, vicepresidenta de Asonahores, expresó que estos frutos del esfuerzo de la colaboración entre todos los actores, tanto del sector privado como del sector público, así como un sólido y estable marco legal han hecho posible que este sector continúe en crecimiento de la manera en la que ha venido haciéndolo en los últimos años.

El Consejo de Fomento Turístico (Confotur) aprobó 117 proyectos turísticos entre 2023-2024 por un monto de inversión de US$ 5,411.3 millones, de los cuales 76 fueron catalogados como inmobiliarios, para el 64.9 % del total. Sólo 21 fueron hoteles y 20 fueron calificados como “otros”.

El Sistema de Inteligencia Turística (Situr) destacó que seis proyectos aprobados en Puerto Plata agregarán 24,403 habitaciones tradicionales, mientras que cinco construcciones son inmobiliarias. En la zona de Punta Cana-Bávaro se aprobaron 68 proyectos, de los cuales, 45 fueron inmobiliarios, 11 corresponden a hoteles y “otros” sumaron 12.

La entidad estatal registró US$ 2,820.8 millones en inversiones en La Altagracia, convirtiéndose en el destino preferido por los empresarios para desarrollar 68 nuevos proyectos turísticos.

La zona de Punta Cana-Bávaro tendrá 15,118 nuevas habitaciones, que se sumarán a las 17,436 unidades registradas por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) en 2023.

Además, para  este 2025, el presidente de Asonahores espera que la tierra ubicada en el Caribe y que comparte isla con Haití, reciba más de 11 millones de visitantes, con miras de alcanzar los 15 millones en los próximos años.

Karla Alcántara

Periodista. Abanderada por los viajes, postres y animales. Ha escrito sobre economía, turismo y cine. Ha cursado diplomados sobre periodismo económico impartido por el Banco Central, periodismo de investigación por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, finanzas por el Ministerio de Hacienda y turismo gastronómico por la Organización Internacional Italo-Dominicano.

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