Rafael Pineda es un poeta dominicano cuya obra se caracteriza por su compromiso con la memoria histórica y la justicia social.

El regreso de Narcisazo"es un poema que rescata la figura de Narciso González (Narcisazo), un intelectual y activista dominicano desaparecido en 1994 durante un contexto político turbulento en República Dominicana.

El poema se sitúa en un contexto de lucha contra la impunidad y el olvido, particularmente en América Latina, donde las desapariciones forzadas han sido una herramienta de represión política.

En el ámbito literario, el poema se inscribe en la tradición de la “poesía comprometida” que busca denunciar injusticias y preservar la memoria colectiva.
Se conecta con obras como “Canto General" de Pablo Neruda o “La memoria donde ardía" de Juan Gelman.

El poema pertenece a una corriente contemporánea que combina el “realismo crítico” con elementos de poesía épica y simbólica.

Rafael Pineda, poeta.

Utiliza una estructura fragmentaria y una rica intertextualidad para elevar la figura de Narcisazo a un símbolo universal de resistencia.

El poema tiene una “estructura fragmentaria”, que refleja la naturaleza incompleta y dolorosa de la memoria en contextos de desaparición forzada. Esta estructura también permite al autor moverse entre diferentes escenarios históricos y literarios, creando un collage poético.

El desarrollo es “circular”, comenzando y terminando con la esperanza y la tragedia del regreso de Narcisazo, lo que refuerza el tema de la memoria y la resistencia.

El lenguaje es “poético y evocador”, con un tono que oscila entre la elegía (lamento) y la oda (celebración).

Pineda utiliza un vocabulario rico en referencias históricas, mitológicas y literarias.

Predominan las “imágenes visuales” (lluvia, truenos, mar) y “simbólicas” (Narcisazo como héroe universal), que apelan a los sentidos y a la reflexión.

Como técnicas narrativas o poéticas hace uso de “intertextualidad” para conectar a Narcisazo con figuras y eventos históricos (Batalla de Lepanto, Revolución Francesa) y mitológicos (Ifigenia, Príamo).

Personificación de elementos naturales (lluvia, truenos) como testigos y actores en la lucha por la justicia.

“Contraste” entre la esperanza del regreso y la tragedia de la confirmación de la muerte, reforzado por el uso de símbolos como el mar (infinito y tumba anónima).

“Memoria y resistencia”:

El poema es un reclamo contra el olvido y una celebración de la lucha por la justicia.

“Narcisazo como símbolo”:

Elevado a la categoría de héroe universal, representa la dignidad y la resistencia frente a la opresión.

“Lluvia y truenos”:

Símbolos de purificación, renacimiento y fuerza, conectados con la tradición caribeña.

“Mar”:

Representa lo infinito y lo inabarcable, pero también la tumba anónima de los desaparecidos.

El poema plantea una "crítica política y social”, denunciando las desapariciones forzadas y la impunidad.

También sugiere una “nostalgia por la justicia y la dignidad”, valores que encarna Narcisazo.

Explora la “conexión entre lo individual y lo colectivo”, transformando la historia de Narcisazo en un mito universal.

El poema destaca por su capacidad para combinar una “denuncia política*, con una “estética poética refinada”.

No cae en el panfleto, sino que utiliza imágenes poderosas y referencias cultas para transmitir su mensaje.

Su enfoque en la figura de Narcisazo como símbolo universal es original y relevante en el contexto actual de luchas por la memoria y la justicia.

El poema es coherente en su ejecución, manteniendo un tono y un estilo consistentes a lo largo de sus versos. Sin embargo, la densidad de las referencias históricas y mitológicas puede dificultar la comprensión inmediata para algunos lectores.

En comparación con otros poemas de denuncia social, como los de “Roque Dalton” o “Gioconda Belli”, este poema se distingue por su enfoque más épico y universal. También se acerca a la obra de “Derek Walcott”, en su uso de la naturaleza como testigo y espacio de# 5.

“El regreso de Narcisazo" es un poema que combina elegía y oda para rescatar la figura de Narciso González y elevarla a símbolo universal de resistencia y justicia.

Destaca por su estructura fragmentaria, su rica intertextualidad y su uso de símbolos naturales (lluvia, truenos, mar) para transmitir su mensaje.

El poema logra su propósito de conmover y hacer reflexionar al lector, aunque en algunos momentos la densidad de sus referencias puede resultar desafiante. Es una obra que aporta una perspectiva original y necesaria en el contexto de la poesía comprometida contemporánea.

EN ESTA NOTA

Ike Méndez

Poeta, educador y ensayista

Ike Méndez es ensayista y metapoeta dominicano. Coautor de obras como *"San Juan de la Maguana, una Introducción a su Historia de Cara al Futuro"* (Primer premio en el Concurso Nacional de Historia 2000) y *"Símbolos de la Identidad Sanjuanera"* (Segundo premio en 2010). Ganó el Segundo premio en el Concurso de Literatura Deportiva “Juan Bosch” (2008) y colaboró en la serie *"Fragmentos de Patria"* de Banreservas. También coeditó las antologías *"Voces Desatas"* (poesía, 2012) y la primera antología de cuentistas sanjuaneros (2015). Ha publicado seis poemarios: *Al Despertar* (2017), *Flor de Utopía* (2018), *Ruptura del Semblante* (2020), *Baúl de Viaje* (2022), *Al Borde de la Luz* (2023) y *El Joyero de Ébano* (2024), que reflejan una evolución poética constante. E-mail: jemendez@claro.net.do

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