Introducción

En su artículo “¿Qué es esa cosa llamada lenguaje?: Una respuesta a mis lectores”, publicado el 23 de agosto de 2025 en Acento.com.do, el profesor Gerardo Roa Ogando afirma que la clásica distinción saussureana de lenguaje, lengua y habla “carece de vigencia práctica” y que, en la vida comunicativa, “todo texto y todo discurso no es otra cosa que lenguaje” (Roa, 2025). Su invitación a reconocer el texto/discurso como unidad central de la comunicación es valiosa; sin embargo, suprimir las diferencias conceptuales entre lengua, norma, habla, texto y discurso no fortalece el análisis, sino que lo empobrece.

Lo que propongo aquí es una precisión epistemológica y ontológica: el lenguaje se concreta en textos y discursos, sí, pero lo hace a través de niveles diferenciados que nos permiten diagnosticar fenómenos, enseñar con rigor y comprender mejor la vida social de la palabra.

Desarrollo

Lenguaje, lengua y habla: precisiones conceptuales

El lenguaje es una facultad humana de base biológica y cognitiva que se despliega en interacción social. Saussure lo formuló con claridad: “la lengua es un producto social de la facultad del lenguaje” (1945, p. 37). El lenguaje es la capacidad general; la lengua y el habla, sus realizaciones específicas.

La lengua es un sistema de signos orales semiótico histórico-social con doble articulación, compartido por una comunidad. André Martinet afirmaba: “toda lengua es un instrumento de comunicación doblemente articulado y de manifestación vocal” (1960, p. 29). Ese sistema puede realizarse solamente en modalidad oral.

El habla es la actualización individual y situada de la lengua. Para Saussure es “acto individual de voluntad y de inteligencia” (1945, p. 41). Eugenio Coseriu amplió esta perspectiva con su tríada de sistema, norma y hablar. Según él, “el hablar concreto es la única realidad lingüística” (1973, p. 26). De allí que distinguir niveles sea clave: un error de concordancia pertenece al sistema; una forma socialmente desaconsejada, a la norma; una incoherencia o falta de cortesía, al habla o al discurso.

Texto y discurso: productos y procesos

El texto es la unidad comunicativa acabada, dotada de cohesión y coherencia, materializada en un soporte. Beaugrande y Dressler lo definen como “un acontecimiento comunicativo que cumple condiciones de textualidad” (1997, p. 18).

El discurso, en cambio, es el proceso socio-pragmático por el cual producimos e interpretamos textos con fines determinados. Van Dijk sostiene que: “El discurso se analiza… como un objeto “verbal” autónomo, … como una interacción situada, como una práctica social o como un tipo de comunicación…”   (2009, p. 22).

Esta diferencia, aparentemente sutil, es fundamental: el texto es producto; el discurso, acción. Reducir ambos al término “lenguaje” borra una distinción que ilumina tanto la teoría como la práctica pedagógica.

Ejemplos sencillos y cercanos

Un par de casos muestran la utilidad de mantener las distinciones:

Circular universitaria. El texto está bien estructurado, pero si incluye expresiones coloquiales en lugar de fórmulas académicas, el problema no es del lenguaje en abstracto, sino de la norma culta aplicada a ese contexto.

Nota de voz en WhatsApp. El mensaje cumple su propósito comunicativo, pero puede presentar incoherencias de desarrollo. Aquí lo relevante no es la lengua como sistema, sino el texto producido y el discurso pedagógico que lo acompaña.

En ambos casos, el análisis gana claridad si se distinguen niveles en lugar de subsumirlos en un único rótulo.

Ontología y epistemología: lo que está en juego

Hablar de ontología es preguntarse qué son estos objetos:

Lenguaje: facultad semiótica humana.

Lengua: sistema histórico-social compartido.

Norma: patrones comunitarios de corrección.

Habla: actualización individual.

Texto: producto comunicativo acabado.

Discurso: acción pragmática situada.

Hablar de epistemología es preguntarse cómo los estudiamos:

El sistema con gramáticas y corpus.

La norma con sociolingüística y variación.

El texto con análisis de cohesión/coherencia.

El discurso con pragmática y análisis crítico.

En la enseñanza de la lengua, esta diferenciación evita confusiones y mejora la retroalimentación. Un estudiante que escribe “ustedes fuistes” no falla en el texto (es comprensible), sino en el sistema y la norma. Sin esa precisión, la corrección pierde rigor.

Conclusión: integrar sin borrar

Coincido con Roa en que el texto/discurso debe ocupar el centro de nuestra atención. Pero no podemos perder de vista que los distintos niveles —lengua, norma, habla— no son reliquias de museo: son instrumentos epistemológicos y ontológicos que nos permiten diagnosticar, enseñar y transformar mejor los procesos comunicativos.

Una epistemología sólida requiere diferenciar, no confundir; una ontología clara exige mapear las entidades, no disolverlas en un todo amorfo. Solo así el análisis del lenguaje servirá a la pedagogía, a la crítica cultural y a la vida social.

Referencias bibliográficas

Beaugrande, R. A., & Dressler, W. U. (1997). Introducción a la lingüística del texto. Ariel.

Coseriu, E. (1973). Sistema, norma y habla. En Teoría del lenguaje y lingüística general. Gredos.

Martinet, A. (1960). Elementos de lingüística general. Gredos.

Roa Ogando, G. (2025, 23 de agosto). ¿Qué es esa cosa llamada lenguaje?: Una respuesta a mis lectores. Acento.com.do.

Saussure, F. de. (1945). Curso de lingüística general (trad. A. Alonso). Losada.

van Dijk, T. A. (2009). Discurso y poder. Gedisa.

Virgilio Hernández Pichardo

Educador, promotor cultural y escritor

Virgilio Hernández Pichardo. Es educador, promotor cultural y escritor. Doctor en Humanidades, en Estudios Sociales y Culturales del Caribe. Maestrías en Educación, Mención Planificación Educativa y en Lingüística Aplicada. Especialidades en Promoción de la lectura y la Literatura Infantil y en Lingüística Aplicada. Licenciado en educación, Mención Letras Modernas y Maestro Normal Primario. En el área cultural miembro fundador de los talleres literarios: “Líttera” de la Alianza Cibaeña. “2001” de la UTESA y “Letras Unidas” de Santiago. Ha sido expositor de trabajos en varias instituciones de Santiago y en Ferias del Libro. En el plano escritural ha escrito y publicado artículos y ensayos sobre el idioma español y literarios. Así como libros de poemas para niños y adultos. Ha desarrollado una propuesta teórica, práctica, espiritual, poética, educativa, antropológica, filosófica, lingüística, idiomática, literaria y cultural, llamada, Virgilioamaramorismo.

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