Señor de Camps:

Le escribo en mi triple condición de escritor, funcionario público y sobre todo de ciudadano.

En los próximos días usted asumirá como el nuevo ministro de Educación. Es enorme el desafío. Dentro de los retos a los que deberá prestar especial atención se encuentra el tema de la lectura.

Le cuento: desde noviembre de 2020 hasta abril de 2023 fui director de Cultura en el Ministerio de Educación. Al llegar allí de inmediato nos pusimos en movimiento para impulsar la lectura, siendo consciente de la relevancia que esta tiene en el desarrollo cognitivo en niños, adolescentes y jóvenes. Así, en el 2021 lanzamos el programa Dominicana lee. En principio, como responsable de la iniciativa, sentía temor, a fracasar, a no recibir el respaldo del ministro de entonces, Roberto Fulcar. Pero al paso de los días me sentí respaldado, y con un buen equipo lanzamos el programa.

Una de las primeras iniciativas fue la celebración del “primer festival nacional del libro y la lectura”. Apoyado en la estructura nacional del Ministerio, convocamos a directores regionales, distritales, técnicos del área de cultura y directores de centro. Y coordinamos las acciones del festival, que incluían lectura simultánea en todos los centros, la visita de escritores a las aulas y de familias de los estudiantes. En ese primer festival llevamos a las aulas a 120 escritores y promotores de lectura, para que motivaran a los estudiantes a leer. El impacto fue tal que en el siguiente mes de febrero lanzamos la jornada “En san Valentín enamórate de la lectura¨. Aconteció lo mismo que con el festival. En mayo entonces lanzamos la iniciativa “Maratón nacional del libro y la lectura” y comenzamos a promover el intercambio de libros entre los estudiantes.

Con estas iniciativas nacionales simultáneas logramos poner en boga, de moda, el tema de la lectura en la educación preuniversitaria.

Pero no nos quedamos ahí; conjuntamente con otros actores pusimos en marcha el capítulo “Puentes culturales”, que consistían en encuentros entre escritores, maestros y técnicos. Estos puentes culturales fueron celebrados en varias regiones del país, destacándose los celebrados en Santiago, Higuey, La Romana, Barahona, San Juan de la Maguana, entre otros. Con estos buscábamos incentivar a los maestros a leer, porque el ejemplo empieza en casa.

Asimismo, iniciamos la instalación de puntos de lectura en escuelas que carecían de espacio para biblioteca. También con la iniciativa “Dominicana lee en familia”. A través de ella donamos libros en varias comunidades. Recuerdo con entusiasmo el día que fuimos a una escuela primaria de El Caliche, en Cristo Rey, y les entregamos una partida de libros a cien familias. Vi su asombro: era la primera vez que un gobierno, en vez de una bolsa con alimentos, les entregaba una llena de libros.

Señor ministro de Camps: durante nuestros recorridos por el país constatamos el gran interés de los jóvenes por la lectura. Pero no tienen acceso a estos. Asimismo, nos dimos cuenta de la precaria situación de una enorme cantidad de bibliotecas, muchas con un espacio reducido, mala iluminación, bibliografía obsoleta y calurosas. Y bibliotecarios poco entrenados y con poco entusiasmo.

Una de las propuestas que queremos hacerle es que a través del INABIE se ejecute un plan editorial para que cada familia con hijos en las escuelas públicas reciba al menos un paquete de cinco o seis libros. Este plan se basaría en las recomendaciones de expertos en el área de la lectura. No es lo mismo un libro de texto que uno de lectura. Y la última compra importante de libros en el Ministerio de Educación fue realizada en 2019 y tras observar la bibliografía adquirida nos damos cuenta de que no fue una buena adquisición. Si a los niños les damos alimentación, salud, zapatos, uniformes y mochilas, ¿por qué no darles también libros para que formen en sus casas una micro biblioteca?

Sería importante que usted, cuando asuma, verificara la relevancia que se le ha dado al libro, la lectura y las bibliotecas en el nuevo plan “Horizonte 2034” que presentarán las autoridades salientes. La lectura es esencial para mejorar la educación preuniversitaria.

En cuanto al Ministerio de Cultura, usted sabe que a este ha llegado un equipo esencialmente nuevo, encabezado por el ministro Roberto Ángel Salcedo, quien, en poco tiempo, ha demostrado que viene a sentar las bases para un desarrollo cultural pleno, inclusivo. Este nuevo equipo gerencial viene cargado de energía, pasión y sobre todo de compromiso. La cultura es un eje transversal de la educación; por lo tanto, la sinergia entre ambos ministerios será de gran impacto en el desarrollo educativo y cultural de nuestro país.

En el caso de la lectura, tenemos a la directora o jefa del Gabinete de Educación, la vicepresidenta Raquel Peña, que es una entusiasta de la lectura. Tenemos constancia de ello. Ella será una gran aliada en estos temas, que deben ser una prioridad para cualquier ministro de Educación que quiera dar el gran salto hacia la calidad educativa. Ella ha anunciado las fiestas de la lectura; las aulas de la educación preuniversitaria debieran ser protagonistas en estas fiestas.

Termino con una expresión que he usado en muchos escenarios, del filósofo y político español, Julio Anguita. “La más bella de las revoluciones es aquella que enseña a pensar a una sociedad”, y agregamos: a pensar se aprende, esencialmente, a través de la lectura.

Luis R. Santos

Escritor

Nació en Santiago. Es egresado del Instituto Superior de Agricultura. Ha publicado los libros El otro círculo, Cuentos casi completos y dos novelas breves. Y las novelas Paraíso para perversos, Princesa de Capotillo, y Memorias de un hombre solo.

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